José Luis Galán está acusado de tocar, abusar y penetrar a una chica que tenía 14 años y de la que era director espiritual. Además, el religioso tenía una relación amorosa con la madre de la víctima. En enero de 2018, se le envió como capellán al convento de clausura el Santiago Apóstol de Toledo, que alberga un centro de atención a la infancia (CAI)