Un edificio de unos 30 metros de largo, una torre de grandes dimensiones y un interior con tres naves. Así era la iglesia de San Martín de Tours en pleno Casco Histórico de Toledo. Fue construida en el siglo XII y ampliada con el paso de los siglos. Pero hoy no queda nada de todo aquello. Al menos, a simple vista. Fue demolida por orden municipal en 1852. Ocupaba casi todo el espacio que hoy contemplamos cuando atravesamos la puerta del Cambrón, para dirigirnos a la monumental iglesia de San Juan de los Reyes.
“El trazado de la cuesta que hoy nos permite acceder cruzando la muralla hasta San Juan de los Reyes lo marcan los restos de la otra iglesia y el derribo de la antigua muralla de la Judería marcó también el acceso en esta parte de la ciudad”, explica Julián García Sánchez de Pedro, arqueólogo con 32 años de experiencia, cuya vida profesional se ha desarrollado en Toledo, entre otros proyectos en las excavaciones de la iglesia de El Salvador, en la Vega Baja –donde está la ciudad visigoda– o en la calle de la Plata, donde apareció una interesante estatua romana.
San Martín de Tours y San Juan de los Reyes llegaron a ‘competir’ en una de las zonas hoy más visitadas por los turistas del siglo XXI. “A partir de la segunda mitad del siglo XIX se amplió el eje de la Judería. Se derribaron muchos edificios medievales y sobre todo los caseríos. Ahora tenemos la vista de San Juan de los Reyes despejada, pero hasta ese momento no era así”.
De hecho, explica el investigador, en el siglo XVI “se ordenó que se ennobleciera con sillería el muro de San Martín que miraba hacia San Juan de los Reyes”. Hay que recordar que este último edificio había sido inicialmente concebido para convertirse en el futuro panteón mortuorio de los Reyes Católicos. Nunca ocurrió y sus restos reposan en Granada.
En la actualidad la iglesia de San Martín de Tours es invisible a ojos de los viandantes y vehículos que frecuentan la zona, pero bajo la superficie del pavimento, como tantas y tantas cosas intramuros, se encuentran los restos bien conservados del templo que especialistas como este arqueólogo reivindican.
Una prospección arqueológica en el verano de 2022 en el eje San Juan de los Reyes– Puerta del Cambrón aprovechando las obras para cambiar el pavimento de esta parte del Casco Histórico toledano sacó a la luz algo que, en realidad, ya se sabía gracias a El Greco. “Le debemos el primer plano histórico de la ciudad en el que aparecía esta iglesia”.
El pintor cretense había demostrado entonces que sus conocimientos iban más allá de la pintura y dibujó un plano de la ciudad que él mismo recreó en su cuadro ‘Vista y plano de Toledo’, allá por 1610. El plano se conserva en el Archivo Municipal de Toledo y está considerado como uno de los primeros de las ciudades españolas realizado en planta.
“Ha despejado muchas incógnitas sobre la Judería de Toledo”
Para el investigador, lo importante es que los restos de esta iglesia “han despejado muchas incógnitas sobre la Judería de Toledo y su cerramiento”, a pesar de las escasas posibilidades de excavar de forma sistemática en la zona. Pese a los cortos plazos para realizar su trabajo cuenta que “dimos con medio enterramiento y un suelo de mortero en un sondeo relativamente pequeño, pero al canalizar el gas apareció una gran parte de la iglesia”, explica Julián García Sánchez de Pedro .
Lo “llamativo”, dice el arqueólogo, es que los restos aparecieron en mitad de la calle. Hay que tener en cuenta, recuerda, que el eje que va desde la puerta del Cambrón hacia el ‘Tránsito’ es uno de los espacios más amplios dentro del Casco Histórico.
“Los restos de la iglesia aparecieron en plena calzada y nos sorprendieron por su envergadura, por la potencia de los muros. Fue lo más llamativo. Yo mismo la imaginaba más pequeña”, señala el investigador, quien lamenta la imposibilidad de excavar más a fondo en la zona, una de las más turísticas de la ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Pese a todo, apunta, “logramos descubrir media iglesia, por decirlo de alguna forma. Lo bueno es que la parte del presbiterio y de la nave central que encontramos se corresponde con la documentación de las obras que se hicieron en la segunda mitad del siglo XVI. Estuvieron a cargo de una familia de parroquianos como donantes”.
Y no fue la única reforma. A finales de siglo, cuando Felipe II puso esta iglesia en manos de los frailes de San Lorenzo del Escorial se produjo una nueva intervención. “Sabemos que se reformó el muro de cierre que sacamos a la luz durante la excavación y también se tocaron las cubiertas, aunque de ellas no hemos hallado nada”.
A partir de ahí, San Martín de Tours entraría poco a poco en un deterioro estructural hasta que fue derribada en el siglo XIX. “Sabemos que en esta iglesia se encontraba la imagen de Santa María de la Cabeza [hoy en una ermita en la zona de los Cigarrales] y que había procesiones hasta el cerro del mismo nombre”.
Una mezquita o una iglesia mudéjar bajo los restos del templo cristiano
El arqueólogo califica de “interesante” el descubrimiento de “unos pocos restos de la iglesia medieval”, en los que encontraron indicios de un incendio. Según explica en la parte medieval se aprecia algo “que puede ser parte de una mezquita o bien parte de la planta de una iglesia mudéjar. Son hipótesis”.
Se sabe acerca de la iglesia mudéjar porque aparece en distintos textos del año 1168, cuenta el investigador, que zanja una cuestión. “Ha quedado claro de una vez por todas que el barrio de San Martín estaba fuera de la Judería de Toledo. Antes de existir ese barrio cristiano, la zona era islámica. De hecho, la iglesia tiene la orientación habitual de los edificios religiosos islámicos”.
¿Cómo y por qué se fundó la iglesia? El científico explica que ocurrió después de que Alfonso VI recuperó Toledo, en manos de los musulmanes. “Estaba casado con una francesa, de ahí que el obispo de Cluny se implicase las guerras de finales del siglo XI y principios del XII”, cuenta Julián García.
Los ‘francos’, nombre por el que eran conocidos los miembros de aquel ejército francés que contribuyó a la victoria, terminarían estableciéndose en Toledo en los barrios de Santa María Magdalena y de San Martín gracias a un fuero otorgado por el rey.
La iglesia que fundaron ha sido una gran desconocida. Hasta ahora. Eso sí, para encontrar los primeros datos documentales sobre San Martín de Tours hubo que esperar hasta la segunda mitad del siglo XVI coincidiendo con los datos sobre la reforma del templo.
En aquellas obras se usaron numerosos elementos decorativos en pan de oro –propio del siglo XVI– y en color azul añil, posiblemente posterior a ese siglo, con los que se han topado siglos después los arqueólogos. “Sacamos muchos elementos decorativos”, confirma el arqueólogo. Tras documentarlos se volvieron a depositar allí donde fueron encontrados, en las entrañas del Casco Histórico toledano, con excepción de alguna muestra que la Consejería de Cultura de Castilla-La Mancha ha guardado para analizar los pigmentos.
Los investigadores también disponían de las pistas proporcionadas por José Arroyo Palomeque, maestro de obras que en 1721 realizó un completo plano de la ciudad en el que se aprecia cómo era San Martín de Tours, al menos de forma parcial. Ese plano se encuentra en un libro editado por la Diputación de Toledo en el que se cuenta cómo tras ser demolida su culto se trasladó a la vecina iglesia de San Juan de los Reyes.
El plano muestra lo que fue “la fachada trasera de aquella iglesia, con una casita adosada a un costado, que pudo ser la sacristía; la torre que estaba frente al arco interior de la Puerta del Cambrón, a su derecha vista desde este paso, y a su izquierda la puerta principal de la iglesia, sin que falte la cúpula de ésta. Su solar es parte de la plaza de San Juan de los Reyes”.
Para los nostálgicos de la historia, en la zona los viandantes pueden disfrutar hoy de un tótem informativo sobre la antigua iglesia de San Martín, cuyos restos seguirán ocultos. “Si algún día, en algún siglo, se decide recuperarla los restos han quedado documentados y protegidos”.