“Los políticos, los empresarios y los urbanistas se habían puesto de acuerdo para privatizar el suelo público de la Vega Baja con el fin de que se construyeran, en una primera fase, 1.300 viviendas y un gran centro comercial”. El académico Gregorio Marañón y Bertrán de Lis, desde hoy doctor honoris causa, ha centrado su discurso en el acto de su reconocimiento en torno a esta polémica con el mencionado enclave patrimonial de Toledo, un asunto que ha calificado como “un importante negocio especulativo” y “un disparate” en un espacio que ha insistido defender.
En este sentido, Marañón, ataviado con toga y birrete rojo, el color que le corresponde por su formación como jurista y que ha lucido a pesar de su ilusión por llevar el marrón propio de los arquitectos, ha insistido en este episodio en el que “se quiso ignorar que la Vega Baja estaba protegida como suelo no edificable desde las instrucciones generales de la Dirección General de Bellas Artes desde 1968”, recogidas en todas las normas urbanísticas y establecida también en la declaración de Toledo como Patrimonio de la Humanidad.
Además, en su intervención en el Paraninfo de San Pedro Mártir de Toledo. Marañón ha hecho un repaso por la situación que ha vivido la Vega Baja en los últimos años, incluido el discurso que pronunció el 2 de marzo de 2006 en el Teatro de Rojas frente al el rey emérito Juan Carlos de Borbón; la entonces ministra de Cultura, Carmen Calvo; el presidente de la Junta, José María Barreda, y el alcalde de Toledo en esa época, José Manuel Molina. “Denuncié el gravísimo atentado que se estaba cometiendo contra el patrimonio paisajístico y arqueológico de Toledo”, ha expuesto Marañón, que ya solicitó en aquella época, “con inquebrantable firmeza, la conservación de la riqueza” que alberga este espacio de la capital regional.
“Sin duda, la primera medida que hay que tomar en la Vega Baja es ordenar, reunificar y hacer pública toda la información de las diferentes campañas arqueológicas, poniendo la documentación existente a disposición de todo aquél que la quiera consultar. Se trata de un ejercicio obligado de transparencia, y causa sonrojo que en estos años nadie se haya ocupado de hacerlo”, ha aseverado el también abogado y empresario toledano.
Así, ha abogado por llegar a “un gran acuerdo” del que debería surgir un Plan de Ordenación Municipal (POM) para la Vega Baja que “la salve de su situación actual”. “La revisión del POM, o en su caso del nuevo POM, es el ámbito de gestión administrativa en el que se debe plasmar este acuerdo”, ha considera Marañón delante de representantes institucionales como la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, o el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Ángel Felpeto, que han intervenido también en este acto en el que se han dado cita otros cargos como el rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, Miguel Ángel Collado, o el delegado del Gobierno en la región, José Julián Gregorio.
En concreto, el académico plante reunificar y redefinir en un solo perímetro los cuatro Bienes de Interés Cultural ya declarados: la Fábrica de Armas, el Cristo de la Vega, el Circo Romano y la declaración de parte del yacimiento arqueológico de Vega Baja, así como eliminar de “forma definitiva la aún vigente ordenación de 1.300 viviendas”.
“Será inevitable la eliminación del vial Carlos III y la redefinición completa de la movilidad de todo el ámbito. Y corregir la desafortunada imagen de los parkings disuasorios”, ha continuado Marañón sobre su planteamiento de ordenación de este enclave, al cual se le está “hiriendo su subsuelo arqueológico”.
También contempla en esta propuesta la creación de “un gran parque” que, en espera de ser excavado en las generaciones futuras, ofrezca a los ciudadanos de hoy un paisaje frondoso y un lugar de esparcimiento como el que otras grandes ciudades “desearían tener en el corazón de su trama urbana”. “Finalmente, la ciudad debe abrirse en la Vega Baja al río Tajo, dejando hoy al margen la inaplazable reivindicación ciudadana sobre la limpieza de sus aguas”, ha agregado.
“El reconocimiento más gozoso no es necesariamente ese que se deriva de nuestro propio mérito, sino, muy frecuentemente, el que nos llega por la generosidad de quien nos lo concede, el que, de alguna manera, se nos otorga liberalmente”, ha manifestado Marañón para agradecer este reconocimiento marcado por la realidad urbanística de un espacio donde “yacen enterrados los restos y las leyendas de la capital visigoda del reino de Hispania”.
Antes de las palabras que no habrán dejado indiferente a muchos de los presentes en el acto, ha tenido lugar la tradicional entrada académica y la interpretación del himno litúrgico Veni Creator Spiritus, a lo que ha proseguido el Lauditao de este acto ha correspondido al director de la Escuela de Arquitectura, Juan Ignacio Mena González.
Un discurso con 'estrategia'
Después de Marañón, han intervenido en el acto de reconocimiento Tolón y Felpeto, quienes han valorado la continua defensa del patrimonio y su generosidad del recién nombrado honoris causa. A continuación, Miguel Ángel Collado ha calificado al académico de “impulsor de acontecimientos políticos, sociales, culturales de la última media centuria, relevantes para que España sea más libre, justa, avanzada y culta”.
“Gregorio Marañón es, como se ha dicho, un hombre culto y de la cultura, apasionado por la historia pero también por el progreso de los individuos y de la sociedad”, ha continuado el rector que, no ha querido desaprovechar su comparecencia para sacar a relucir la Estrategia UCLM 2020 y de defender el impacto económico de la Institución académica en la sociedad : “la UCLM ha sido capaz de impactar con un efecto multiplicados de tres sobre la economía regional, y queremos alcanzar un factor cuatro, de manera que se generan al menos cuatro euros de riqueza regional por cada euro invertido en la UCLM”.
Asimismo, ha defendido el mapa de titulaciones que no ha sido aprobado por el Consejo Social de la UCLM esta semana y ha realizado un balance de distintos aspectos de la universidad y su impacto en diversos factores sociales como la empleabilidad, la innovación y, en definitiva, en el desarrollo de la Comunidad Autónoma y los sectores estratégicos que contempla.