Vicente Gálvez Núñez, militar de profesión (actualmente en la reserva), ha construido en los últimos cuatro años un mundo en miniatura con decenas de edificios civiles y religiosos de su pueblo, Quintanar de la Orden. Son innumerables las horas de ocio que ha dedicado a reproducir a pequeña escala algunos lugares emblemáticos de esta localidad toledana, que ahora acoge una exposición en la que muestra una parte de todo este trabajo.
“No es que Vicente sea artesanía pura, que lo es, sino que su meticulosidad llega al extremo de que para realizar las maquetas comienza con la toma de medidas del edificio a reproducir y lo fotografía desde diferentes ángulos con el fin de tener a disposición el mayor número de detalles posibles que le permitan reflejarlos de forma exacta en la maqueta”, explica Constantino López, de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan.
La muestra, que se inauguró este pasado sábado, se puede visitar hasta el próximo 3 de septiembre en la Sala de Exposiciones La Ermitilla, en Quintanar de la Orden. Para conocer con mayor profundidad su trabajo, López visitó el taller de Vicente Gálvez, quien se ayuda incluso de un dron para obtener las mejores perspectivas aéreas de cada edificio.
Una vez realizado este trabajo de campo procede a realizar los planos a escala. A partir de estos planos comienza la fabricación de cada pieza ya sea en madera o plástico (elementos principales) y posteriormente las ensambla y las pinta en los mismos colores que las imágenes reales.
“Es alucinante ver en su taller las herramientas con las que hace sus trabajos, todas ellas en miniatura, sierras de calar, taladros, un pequeñísimo torno manual para fabricar las piezas metálicas y un sistema de corte por láser que le ahorra mucho trabajo, aunque tratándose de este tipo de manualidades es ocioso decir que el tiempo no cuenta y que corre a su favor ya que nos ha comentado que no le importa trabajar las horas necesarias”, explica el miembro de la Sociedad Cervantina.
En este sentido, recalca que el tiempo que dedica el quintanareño a esta labor es un tiempo que está “disfrutando de lo que le gusta”. “Disfruta de su afición y pone en juego sus grandes conocimientos de maquetación”, agrega López, que señala también que Vicente ha empleado “miles de euros en su taller, en adquirir sus herramientas y que los materiales básicos madera, plásticos, pinturas y otros materiales con los que fabrica árboles y mobiliario urbano no son excesivamente caros, pero todo va sumando y es a costa de su bolsillo”.
Entre 500 y 2.000 piezas para cada maqueta
Según el trabajo a realizar, Vicente puede emplear entre 500 a 2000 piezas dependiendo de la complejidad y detalles que a veces es necesario añadir. El tiempo de realización puede variar entre dos y seis meses.
Entre los edificios que ha realizado se encuentra el Ayuntamiento de Quintanar de la Orden, la Casa de Piedra, la propia Ermitilla, la Escuela Colón o la antigua estación de tren. También está el Conventos Franciscanos de la TOR, la Iglesia Parroquial de Santiago de la Espada, el Instituto Infanta don Fadrique, la plaza de Toros o las distintas ermitas que hay en Quintanar de la Orden.
Para la exposición, el propio Vicente ha elaborado unas urnas de metacrilato en cuyo interior se exponen las maquetas, al objeto de que no puedan ser tocadas por los visitantes, aunque son totalmente transparentes y facilitan que las personas puedan admirar todos sus detalles desde cualquier ángulo.
El comisario de la exposición es Tomás Verdugo y los textos descriptivos que acompañan a cada maqueta los ha preparado Zacarías López-Barrajón Barrios, historiador-arqueólogo y miembro de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan. “Os recomendamos que no dejéis de visitar esta increíble exposición, para disfrutar de estos maravillosos trabajos”, señala.