Hasta el próximo 18 de febrero se puede visitar en la Catedral de Toledo, la exposición ‘Cisneros, arquetipo de virtudes, espejos prelados’, que refleja la vida y obra del que fuera cardenal y arzobispo de la ciudad, en el año en el que se conmemora el V Centenario de su muerte. 1.200 metros cuadrados de exposición con más de 350 piezas expuestas entre: pinturas, esculturas, orfebrería, cerámica, muebles, armas, códices, documentos, ajuar doméstico, tejido y elementos de liturgia.
La mayoría de las piezas provienen de Toledo, Alcalá de Henares, Zaragoza, Burgos y Madrid. “Todas son nacionales, no hay ninguna pieza que venga del extranjero”, explica Daniel Nevado, guía de Toledo. Algunas de estas piezas provienen de otros lugares cisnerianos y de colecciones particulares de diferentes puntos de España, que nunca han sido expuestas, además del Archivo Diocesano y del propio Archivo Municipal.
Es la primera vez que Toledo acoge una exposición de estas características, “la Catedral estaba obligada a hacerlo por la relación que tuvo Cisneros con el Templo”, explica Nevado. La muestra ocupa todos los pies de la Catedral, más los espacios de la capilla mozárabe "que se abre para la exposición" y el espacio donde se ubica la nueva sala del Tesoro con la Custodia procesional de Enrique de Arfe.
Francisco Jiménez de Cisneros fue cardenal, arzobispo de Toledo y primado de España y tercer inquisidor general de Castilla, perteneciente a la Orden Franciscana. Además de confesor de Isabel la Católica, fue regente de la Corona de Castilla tras las muertes de Felipe el Hermoso y del Rey Fernando el Católico. Murió esperando la llegada de Carlos I, al que nunca llegó a conocer.
La muestra se centra en un tiempo histórico bajo el reinado de los Reyes Católicos, por la unificación de Castilla y Aragón, la finalización de la Reconquista, la anexión del reino de Navarra, la apertura hacia Europa, la conquista del norte de África y el descubrimiento del Nuevo Mundo.
La muestra se puede ver a través de visitas guiadas que se asocian, sin excepción, a la adquisición de la entrada general de la Catedral. La visita guiada tiene una duración de una hora aproximadamente y está conducida por licenciados en Humanidades o Historia del Arte, con gran experiencia. El número máximo de personas por grupo será de 25.