Una explotación avícola del municipio toledano de San Bartolomé de las Abiertas y dedicada al engorde de pavos quiere doblar su capacidad para pasar de las 12.000 plazas autorizadas de cebo a las 25.000. Así lo refleja la resolución de la Consejería de Desarrollo Sostenible en la que se formula el informe de impacto ambiental de este proyecto que estiman que "no tiene efectos significativos para el medio ambiente", por lo que previsiblemente contará con la autorización requerida para llevarse a cabo.
En concreto, esta explotación situada en el paraje 'Los Galvanes' del municipio toledano, a 1.100 metros del núcleo urbanos de San Bartolomé de las Abiertas (una localidad de 438 habitantes según el censo de 2018) y con una superficie de 13.557 metros cuadrados (m2), plantea construir una nueva nave de alojamiento animal, una fosa séptica y un estercolero con una capacidad aproximada para almacenar 175 metros cúbicos (m3) de pollinaza (como se denonima a los excrementos de aves de engorde).
Tras el estudio del proyecto presentado para esta explotación, cuyo promotor es Pedro Gómez de la Hera, y las preinscripciones realizadas, la delegación provincial de dicha consejería considera que la ampliación de esta macrogranja no necesita someterse a una Evaluación de Impacto Ordinaria por estimarse que "no tiene efectos significativos sobre el medio ambiente", según recoge el documento publicado en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM).
La parcela de actuación no se encuentra incluida en la Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha ni de otras figuras reconocidas de conservación de los recursos naturales. Tampoco se ha constatado la existencia de hábitats naturales ni elementos geomorfológicos de protección especial. Aunque sí se señala que se localiza en zona de dispersión del águila perdicera y de importancia del águila imperial ibérica y del buitre, la formulación del informe indica que "no son de esperar afecciones significativas sobre éstas especies ni sus hábitats".
No obstante, entre las preinscripciones que se realizan para la protección de la fauna, la Consejería apunta que el vallado perimetral de la ampliación de la explotación debe ser permeable a la fauna silvestre y la malla no será voladiza ni con visera superior, tampoco tendrá alambres de espino ni elementos cortantes, punzantes o rebabas, sin dispositivos electrónicos u otros dispositivos o trampas que permitan la entrada de piezas de caza y dificulten su salida.
Funcionamiento y características de la explotación
En cuanto al funcionamiento de la explotación, apuntan que al concluir un ciclo de cebo, de 70 días el de las hembras -hasta que alcanzan los 6-7 kilos- y de 105 días los machos -que salen con un peso aproximado de 12 kilos al matadero-, el estiércol de las naves se almacenará en el estercolero de donde será retirado mensualmente por gestor autorizado. Se estima una producción de 750 toneladas (Tm) de estiércol al año.
Las zonas de alojamiento y manejo de los animales irán dotadas de solera impermeable, que impedirán la filtración de sustancias contaminantes al suelo y a las aguas superficiales.
La nave que plantea construir sería idéntica a la ya existente, junto a la que se instalaría un depósito de agua de poliéster de 20.000 litros para suministro a los bebederos. El consumo anual de agua actual de dicha explotación se estima en 2.281 metros cúbicos (m3), que obtienen desde un pozo ya existente en la parcela.