Gusen, Neuengamme o Mauthausen. En estos y otros campos de concentración murieron, víctimas del horror nazismo, casi 900 castellanomanchegos por quienes sus familias mantienen una "lucha eterna" para conocer su historia y poder rendirles homenaje.
Hasta siete identidades distintas tuvo el abuelo de César, Lorenzo Bueno Reojos, desde que cruzó los Pirineos huyendo del franquismo. Lorenzo murió en Gusen. Recordar su nombre, explica César uno de sus nietos, es cerrar una herida. O como lo dice 'Mayu' -su padre y su tío murieron en Neuengamme- es romper un “pacto de silencio”. Un silencio sepulcral que ha guardado prácticamente toda su vida y que ahora se rompe en favor de la memoria.
César y 'Mayu', Gloria, son dos de los familiares que acudieron a un emotivo y sencillo acto de homenaje a las personas víctimas de campos de concentración nazi, en una jornada en la que se celebran los 80 años de liberación del campo de concentración de Mauthausen. La plaza del Sofer acogió el acto, donde reside desde 2014 un monolito en recuerdo a los toledanos deportados y fallecidos en campos de concentración.
“Cada dato que encontramos, cada paso que damos para encontrar a nuestros familiares, es cerrar una herida. Tenemos que estar orgullosos de estas personas que lucharon por la democracia, la libertad y la justicia”, explicó César durante el acto, organizado por la recién estrenada delegación de Castilla-La Mancha de la asociación Amical de Mauthausen. Amical ha presentado también en la Biblioteca de Castilla-La Mancha el primer buscador donde están recogidos los nombres, datos y las biografías de los deportados naturales de la comunidad autónoma.
Una herramienta que se quiere poner a disposición de las familias para poder saber qué pasó con sus seres queridos. “Estamos en todos los pueblos”, afirma el delegado en la comunidad autónoma, Julián González Fraile. En su caso, sus familiares eran de Montearagón, también en Toledo. González reflexiona que cuando los españoles llegaban a Francia, refugiados del franquismo, eran “los indeseables”.
“Los que llevábamos enfermedades, éramos delincuentes. Este mensaje que es el que se está utilizando desde la extrema derecha con la inmigración hoy”, reflexiona. En plena “deriva muy peligrosa”, Amical quiere ser la guía que impida el olvido y, sobre todo, la herramienta para evitar que los horrores del nazismo se repitan. Así lo advertía también el presidente de la asociación nacional, Juan Calvo, recuerda que trabajan desde el año 1962 con tres objetivos: conocer, la difusión de la memoria y la prevención. “Conocer los porqués de la deportación, que las familias se sientan reconocidas y que las generaciones nuevas lo conozcan”, resumió Calvo.
Y también tiene una advertencia: “Si era necesaria la prevención en plena dictadura franquista, hoy en día sigue estando vigente y válido el objetivo de la prevención, porque la extrema derecha niega, banaliza derechos y puede ponerlos en peligro”, resaltó en medio del emotivo acto.

80 claveles yacen en el monumento a los toledanos que murieron víctimas del horror nazi en un campo de concentración / Francisca Bravo Miranda
Volvamos a César, y a su abuelo Lorenzo, que nació en Toledo capital pero su nombre no aparece en el monolito, porque fue adoptado y criado en San Martín de Montalbán, un pueblo de la comarca de los Montes de Toledo. “Estos actos nos remueven mucho, y siempre es duro. Pero no somos nadie sin nuestros familiares. Somos lo que somos gracias a su lucha”, recalca. Desde que Lorenzo cruzó los Pirineos, su nombre fue modificado y cambiado, según la interpretación francesa. Hasta siete versiones distintas ha encontrado la familia de su nombre.
Encontrar su nombre y su destino fue un trabajo aún más duro, precisamente por esto. Este lunes, en el archivo que presenta Amical, será la primera vez que salgan sus nombres correctamente señalados: Bueno Reojos. “Son los que trabajan por borrar la memoria los que dicen que hacer estos actos son abrir heridas. Pero es justamente lo contrario. Vamos cerrándolas, aunque nunca del todo, porque todavía faltan detalles y en ello estamos”, explica.
Breves palabras dirigió 'Mayu' al público reunido alrededor del acto, pero muy emocionadas. Ella, Gloria, explica que la importancia es recordar que las víctimas no solo fueron vascos, asturianos o gallegos, también castellanomanchegos. En el caso de su familia, talaveranos. Hasta 2019, Gloria no fue capaz de hablar del tema. Fue entonces cuando un experto historiador se puso en contacto con ella para hablar de su familia. “Fue él el que me animó, el que me dijo que tenía que hablarlo”. A partir de entonces, decidió romper con el “pacto de silencio” y ponerse en contacto con otros familiares de víctimas de campos de concentración. “Es ahora cuando realmente estoy empezando a hablar de su historia, de mi padre y mi tío”, asegura.
El historiador Bienvenido Maquedano, toledano autor de varios libros sobre memoria histórica, recordó durante el homenaje que había investigado sobre el pasado romano, visigodo o árabe, pero nunca del pasado de su abuelo. Hasta que recogió toda su historia en un libro, 'El largo viaje de un triángulo azul', que espera haya ayudado a más familiares a reencontrarse con su pasado. “Hoy, que se cumplen 80 años [de la liberación de Mauthausen], parecen una eternidad, pero no lo son. La prueba es que gran parte de los descendientes seguimos vivos. Los triángulos azules, por cierto, que estuvieron también presentes como testigos de la memoria junto a los 80 claveles rojos.