En 2019 La Habana cumplió 500 años. Es una de las Siete Ciudades Maravillas del Mundo y su centro histórico es Patrimonio de la Humanidad. Hacía falta un homenaje que fuera más allá de los tópicos con los que la ciudad habanera es conocida en todo el mundo.
Por eso nació ‘Renuencia’, una exposición fotográfica impulsada a través del proyecto cultural ‘Ven-tú’ en el que participa el conocido escritor cubano Leonardo Padura y en el que colaboran el fotógrafo Carlos Torres Cairo, su representante Lianet de la Caridad Márquez, además de la directora editorial de Aurelia Ediciones que publica los libros del autor y Premio Princesa de Asturias 2015, Claudia Acevedo, que además se ha ocupado de la curaduría de la exposición.
Más de 50 imágenes y ocho meses de trabajo están en el origen del libro 'La Habana nuestra de cada día' (Aurelia Ediciones, 2019). Son “dos discursos paralelos en los que Padura y yo mostramos nuestra forma de ver la ciudad”, explica Carlos T. Cairo. Del libro surgió la exposición.
Ahora la muestra ha llegado a Toledo. Es la primera ocasión en la que sale de Cuba, aunque lo hace en un formato más pequeño, de la mano del Festival del Cine y la Palabra de Toledo (CiBRA). 15 instantáneas ofrecen el particular retrato habanero desde la óptica de Carlos T. Cairo y pueden verse en la Biblioteca de Castilla-La Mancha, con sede en el Alcázar toledano, hasta el próximo 11 de noviembre.
La renuencia -el vocablo que da nombre a la exposición- es “la resistencia que se muestra a hacer algo”, según la definición de la RAE. Y por tanto la no aceptación de una realidad impuesta. Padura y Cairo se confiesan “sensibles a su ciudad” y por eso ofrecen un retrato descarnado de La Habana en sus obras. El libro, dice el creador del conocido personaje Mario Conde, “es un diálogo entre el lenguaje visual, con las fotografías de Carlos y el textual con textos que escribí como periodista desde los años 80 y hasta tiempos más recientes”. Leonardo Padura cree que refleja “cómo viví La Habana de joven. No solo yo sino otros muchos personajes, incluido Yarini Ponce de León, un conocido proxeneta cubano que aparece en mi última novela Personas decentes”.
Es La Habana de los barrios. “Como artista uno se cuestiona la realidad en la que vive. No son fotografías de ese cliché antiguo del carro en La Habana ni muestran que todo es lindo”, añade Cairo. En la exposición apenas hay personajes, con una única excepción.
El fotógrafo ha tratado de reflejar la decadencia, pero “buscando el arte como forma de sobrevivir a esa decadencia que tenemos, por una serie de razones”. Pero no deja de ser, dice, “un homenaje a la ciudad en la que nacimos. Algunas fotografías nunca habían salido a la luz. Las rescaté de mis negativos y aparecen sobre todo los símbolos de los que para mí es Cuba”.
Carlos T. Cairo recorre el largo pasillo junto la Colección Borbón-Lorenzana donde se ubica la exposición para contarnos que “es una forma de reivindicar mi realidad: Cuba no es solo un país turístico. Es mucho más que eso. Y es mucho más que un gobierno o de lo que te tratan de mostrar de un lado o de otro”.
Las imágenes muestran una Habana que desaparece - algunas fueron tomadas allá por 1992- y que se transforma o se degrada al mismo ritmo que lo hacen las alcantarillas de ‘El Vedado’, una conocida zona comercial que data del siglo XIX. “Se van perdiendo ciertos límites de la ciudad. Se imponen nuevos símbolos. En eso nos hemos basado Padura y yo para hacer este trabajo”.
Aragón era mecánico. Durante años permaneció sentado, en una calle de La Habana esperando la llegada de clientes. “Era su trabajo”. Murió hace un año a causa de la COVID-19 y hoy su imagen es el único retrato en esta exposición. Otro símbolo ya desaparecido. “No llegó a ver el libro publicado”, explicaba el propio Padura durante la inauguración de la muestra.
Leonardo Padura recupera para este libro algunos de sus textos periodísticos y ensayos. Ambos artistas dialogan en este proyecto. “Hay incluso una fotografía del cementerio en el barrio de Padura. Hemos hecho también un recorrido por su vida y me ha permitido conocer mejor su literatura”, explica Cairo.
El fotógrafo es propietario de Aurelia Ediciones que publica los libros del escritor en Cuba. “En determinadas calidades, con ayuda de algunas empresas, como una forma de que los cubanos puedan también leer sus libros, que allí son difíciles de encontrar”.