
Inmediaciones de la calle La Plata de Toledo donde se proyecta un macrohotel. Foto: Europa Press
El Ayuntamiento de Toledo ha formalizado la autorización del contrato de enajenación de los tres inmuebles de titularidad municipal ubicados entre el callejón de los Bécquer, en el Casco Histórico de Toledo, que formarán parte del futuro macrohotel.
Así lo acordó la Junta de Gobierno Local en su última sesión, en la que dio luz verde a la venta de estos inmuebles residenciales que salieron a subasta en diciembre de 2020 por un importe total de 586.392 euros. Los edificios se ubican en los números 7, 9 y 11 de la mencionada vía, y el primero de ellos tiene valor patrimonial al contar nivel P de protección en el Plan Especial del Casco Histórico de Toledo.
Estos tres inmuebles se unen a otros ocho, de los que dos de ellos también pertenecían a la Junta y fueron vendidos al promotor, en el entorno de la calle de la Plata donde se va a desarrollar el Plan Especial de Reforma Interior (PERI) aprobado recientemente e impulsado por la empresa Delfín S.A..

La tramitación del plan de reforma de todos estos inmuebles se ha alargado durante tres años debido a las modificaciones que ha tenido que realizar del proyecto el promotor.
Será un hotel de cuatro estrellas con un total de 100 habitaciones que planeaba también contar con una piscina en su azotea o 20 plazas de aparcamiento en el interior del edificio, con acceso a las mismas por la calle de Santa Justa, algo descartado tras las alegaciones que se presentaron advirtiendo de restos arqueológicos en esta zona.
Críticas de la Real Academia de Toledo
No presentó alegaciones contra el mismo pero sí criticó el proyecto en las últimas semanas la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo (Rabacht). "El planteamiento del equipo de Gobierno parece más próximo a estrategias inmobiliarias destinadas a visitantes efímeros de la ciudad que a sus propios residentes", reprochó en un comunicado.
En este sentido, aportó un informe en el que señalaba que la propuesta de unificar "en una nueva y única volumetría" el conjunto formado por varios inmuebles diferentes, "altera la traza y la morfología de la ciudad, sin considerar que el conjunto urbano se escala, se extiende en superficie y se adapta al terreno siguiendo sus movimientos".
"La zona de intervención se localiza en un entorno de gran complejidad arqueológica", pues, según todas las hipótesis, el área se asienta sobre el núcleo central de la Toletum romana, el foro de la ciudad (siglo I), advierte la Real Academia, que recuerda que "el fin último" del PECHT está "encaminado a proteger el uso residencial y a evitar las acciones especulativas que contribuyan a la pérdida de su carácter".