La enfermedad celíaca afecta aproximadamente al 1% de la población y está causada por una intolerancia del organismo a las proteínas que forman el gluten, presente en cereales como el trigo, la cebada, el centeno o la avena. Así lo explica Jesús Diaz Carrasco, pediatra especialista en Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud Toledo.
"Diarrea prolongada, hinchazón abdominal, pérdida de peso... son los síntomas clásicos que pueden hacernos sospechar de la existencia de una intolerancia al gluten, especialmente en los niños más pequeños”, añade. Y es que, la sintomatología en personas adultas es distinta y "suele pasar más desapercibida". "También es frecuente el dolor abdominal crónico, estreñimiento, falta de hierro y, en ocasiones, puede debutar con manifestaciones cutáneas, la llamada dermatitis herpetiforme, que consiste en vesículas que generan mucho picor, sobre todo en codos y rodillas”.
En caso de percibir estos síntomas, Díaz recomienda acudir a un especialista que certifique la enfermedad para comenzar a tratarla. "Es una enfermedad autoinmune. Nuestro sistema inmunitario reacciona frente a estas proteínas provocando inflamación en el intestino y, a largo plazo, también en otros órganos, por lo que estos pacientes tienen mayor predisposición a desarrollar otras enfermedades autoinmunes, como diabetes o tiroiditis”.
En la mayoría de los casos la celiaquía puede diagnosticarse con una prueba serológica, es decir, con la identificación en la sangre de anticuerpos específicos de la enfermedad celiaca. "En casos dudosos es preciso realizar una endoscopia digestiva para obtener una muestra de la superficie de intestino delgado”.
¿Hay tratamiento frente a la celiaquía?
Tal y como explica el especialista, el tratamiento de esta enfermedad es mantener una dieta sin gluten durante toda la vida. "No curamos la enfermedad, es decir, si volvemos a consumir gluten, volverá a aparecer la sintomatología; pero sí conseguimos que desaparezcan los síntomas, los daños en el organismo derivados de ésta y disminuir el riesgo de desarrollar otras enfermedades autoinmunes”.
Entre los alimentos que sí se pueden consumir destacar cereales como arroz, maíz, quinoa o trigo sarraceno, "leche y derivados, carnes y pescados, aunque sin rebozar y sin procesar, fruta y verdura fresca, legumbres, patatas, soja, aceite y azúcar”.
El especialista recomienda comprobar cuando se trate de alimentos industriales y procesados que no contienen gluten. “Debe figurar en el envase "sin gluten" (menos de 20 ppm) o un símbolo formado por una espiga tachada dentro de un círculo”.
La contaminación cruzada
Díaz subraya la importancia de evitar la "contaminación cruzada", un fallo por el que sin quererlo hay contacto entre alimentos con gluten y libres de este, por lo que se aconseja evitar compartir aceites para freír los alimentos, tostar el pan en una tostadora que se usa para pan con gluten o compartir utensilios de cocina. "Cuidado con los rebozados, para ellos hay que utilizar harinas de arroz, de garbanzo o de maíz".
Existe una lista de alimentos aptos para elaborada por la FACE (Federación de Asociaciones de Celiacos de España). Además, en Castilla-La Mancha existe la Asociación de Celiacos donde se puede consultar información muy valiosa sobre alimentos seguros para consumir y sobre el día a día en casa o el colegio.
El Hospital Quirónsalud Toledo dispone de consulta especializada en digestivo pediátrico, destinada al diagnóstico y tratamiento de todas las enfermedades del aparato digestivo que afectan a menores, desde su nacimiento a la adolescencia.
Coordinado por el doctor Jesús Díaz Carrasco, este servicio se desarrolla en coordinación con todo un equipo multidisciplinar, en el que, junto a Díaz, participan especialistas de Anestesiología y Aparato Digestivo para la realización de diferentes pruebas diagnósticas, como endoscopias pediátricas, una de las principales técnicas para el diagnóstico y manejo de afecciones digestivas.