El damasquinado es un arte milenario que da identidad a la ciudad de Toledo, como lo hacen sus espadas, la Catedral, el Alcázar o el mazapán. En las últimas semanas cuenta con buenas noticias por la protección que se le quiere otorgar a través de su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) o su inclusión en la creación de nuevas Indicaciones Geográficas Protegidas (IGPs).
Igualmente, ha sido protagonista de la última edición de Farcama de la mano de la toledana Raquel de la Torre. Su trabajo 'Dilataciones' obtuvo el premio en la categoría de ‘Emprendimiento’, con el que se reconocía su tarea al frente de 'Togashi Damasquinos', un negocio familiar con más de 50 años de experiencia.
Hace siete años, Raquel le pidió a su padre que le enseñara el oficio. "Me costó convencerle", explica en una entrevista con Toledodiario.es sobre sus inicios en el damasquinado. Un arte que considera que, pese al peligro en el que se encuentran muchos oficios artesanos, está "en el camino de un futuro que promete".
Pregunta: ¿Cómo te involucraste en este oficio artesano y quiénes han sido tus fuentes de inspiración?
Respuesta: Hace 7 años le pedí a mi padre que me enseñara el oficio. Me costó convencerle, ya que al principio creo que no me tomó muy enserio, y quizás pensara que no iba a mostrar verdadero interés para aprender. Mi hermano ya trabajaba muy bien por esa época, entonces ellos dos fueron mi principal fuente de aprendizaje e inspiración en los comienzos.
Te han otorgado el primer premio en la categoría de emprendimiento en la última edición de Farcama. ¿Qué supone este reconocimiento?
Para mi ha sido un refuerzo muy positivo en mi camino a bordo de Togashi Damasquinos, también ha influido en que más personas conozcan mi trabajo. Me siento muy agradecida.
¿Cómo nace 'Dilataciones'? ¿En qué se inspiran estas creaciones?
Las dilataciones han sido un producto muy querido para muchas personas. Es un formato de joyería más alternativo que está muy extendido, entonces acercar este producto al público con una técnica artesana y materiales nobles, ha resultado de gran interés para personas amantes de la joyería, que buscan productos diferentes y de calidad. Mis diseños siempre parten de la geometría, ya sea árabe, sagrada…
¿Qué materiales y técnicas has usado para este proyecto?
Los materiales son los de siempre para el damasquino, acero dulce, oro/plata y para las dilataciones utilizo madera de nogal, cerezo, ébano entre otras.
¿Qué nos puedes contar de este arte milenario? ¿Cuál es la parte con la que más disfrutas de este trabajo?
Se conocen técnicas emparentadas con el damasquinado desde él antiguo Egipto, entre otras civilizaciones ancestrales. Nosotros recibimos este arte traído por los árabes tras la invasión de la península. Para los más curiosos me gustaría recomendar el libro de Luís Peñalver Alhambra -El arte del damasquinado-.
Disfruto mucho de la incrustación del hilo, también uso troquel pero en menor medida, me gusta hacer todos los detalles a mano.
Tus piezas son reconocidas por su marcado carácter personal. ¿Se puede innovar en el damasquinado?
Se puede y se debe hacer. Cada una de las novedades de diseño, formato, etc… que se realicen por cualquier artesano, son fundamentales para seguir expandiendo el legado de este oficio.
¿Cómo se puede diferenciar el damasquinado hecho a mano de la producción industrial?
La producción industrial siempre tendrá un acabado en el diseño más basto y sin brillo. Es un baño, entonces con el tiempo partes del diseño pueden desprenderse. Con el damasquino hecho a mano podemos encontrar detalles muy finos ya que verdaderamente se ve el trabajo incrustado a mano con el hilo, y si hablamos del acabado, el brillo es sin duda un efecto espejo mucho más intenso.
Ver esta publicación en Instagram
La perdida de oficios tradicionales es una constante en los últimos tiempos. ¿Cómo se convive con esa realidad? ¿Cómo ves el futuro del damasquinado y de qué manera se puede mantener, proteger y conservar estas técnicas artesanas?
Creo que estamos en el camino de un futuro que promete para este tipo de oficios, porque ahora se está creando más conciencia de la producción artesanal. Reducir compras masivas de producciones industriales es algo clave que debe tenerse muy en cuenta para todo el programa de apoyo que se está realizando contra el cambio climático. Debemos saber que este ritmo de consumo es insostenible, por ello las personas que realizan productos de calidad y duraderos en el tiempo, son personas muy importantes para nuestro futuro, y debemos seguir creando consciencia sobre este modelo de consumo ahora más que nunca.
Están trabajando muy duro desde la Fundación Damasquinado de Toledo para seguir promoviendo la artesanía y para la protección del damasquinado de Toledo cómo bien de interés cultural. Quiero pensar que a partir de este reconocimiento, puedan realizarse verdaderos planes de empleo para el aprendizaje de este oficio.
Ver esta publicación en Instagram