
Fotografía: Comsermancha
La localidad toledana de Quintanar de la Orden se suma a los municipios que ya cuentan con contenedores marrones, el nuevo espacio para la recogida selectiva de residuos. Concretamente, este contenedor se debe utilizar para materia orgánica por lo que se han distribuido cerca de establecimientos de mayor producción de este tipo de desperdicios como bares y restaurantes o comedores escolares.
"Este contenedor será un medio más para aportar su granito de arena en beneficio del medio ambiente", aseguran desde el Ayuntamiento del municipio.
El contenedor marrón se suma así al verde, amarillo y azul, en las siguientes ubicaciones: Plaza Alto del Losar, Valencia, Federico Sepúlveda, Andrés de Migolla, Camino de la Mesa Ortiz, Hinojosos, Juan Antonio Rosell, Ronda de San Pedro, Oliva, Carmen, Paz, San Antón, Victoria, Moreno Rosillo, Río Guadalquivir, San Juan, Circunvalación, San Fernando, Ntra. Sra. de los Dolores, Castilla, Alcalde Clemente Añover, Plaza de San Sebastián, Grande, Ramón y Cajal, Ramón María del Valle Inclán, Villanueva, Carlos Arniches, Padres Franciscanos, Anselmo Madero, Santa Gema, San Bartolomé, Estación de Autobuses.
¿Qué tirar al contenedor marrón?
"Estos contenedores se convierten en un elemento más de nuestras calles y recogerán los desechos orgánicos, es decir, cualquier material que sea biodegradable, en general de origen vegetal o animal, lo que significa que tiene la capacidad de descomponerse de forma natural y ecológica en un corto periodo de tiempo pudiendo convertirse en compost, un biorresiduo que puede aprovecharse como fertilizante, e incluso como generador de energía", explican desde la Mancomunidad de Servicios Comsermancha, encargada de su gestión.
Tal y como informa la empresa, alrededor del 30% de lo que solemos tirar es en realidad material orgánico, incluyendo restos de comida y productos de papel sucios, y el 41 % del contenido de la bolsa de basura que echamos al contenedor de resto (contenedor gris) es materia orgánica.
Los residuos orgánicos incluyen desechos de jardines y parques, residuos alimentarios y de cocina (pieles de frutas, espinas de pescado, plantas, cáscaras de huevo o posos de café y bolsas de infusiones; cajas de pizza, servilletas y papel de cocina usados) procedentes de hogares, oficinas, restaurantes, servicios de restauración colectiva y establecimientos de consumo al por menor, y residuos comparables procedentes de plantas de transformación de alimentos.
Por lo tanto, todo residuo que pueda descomponerse de manera natural deberá ser depositado en el contenedor de tapa marrón:
• Trozos y cáscaras de verduras y frutas.
• Núcleos de frutas, huesos, cáscaras.
• Carne, aves, pescado, mariscos (incluidos los huesos).
• Pasta, pan, cereales, arroz y harina.
• Productos lácteos, huevos (incluidas las cáscaras).
• Frutos secos y su cascara.
• Productos horneados, postres.
• Granos de café, filtros, bolsitas de té.
• Platos de papel y recipientes (fácilmente degradables) de comida para llevar manchados de aceite o grasa (sin encerar ni revestir de plástico) como las cajas de pizza manchadas.
• Bolsas de papel (por ejemplo: De harina o azúcar).
• Plantas de interior, incluida la tierra.
• Residuos de mascotas.
Los residuos orgánicos deben ser introducidos en el contenedor de tapa marrón en bolsas compostables o biodegradables, "bien cerradas para evitar el vertido de líquidos, las cuales al ser más transpirables facilitan la evaporación de la humedad, evitando la acumulación de los líquidos (lixiviados) que contienen los residuos orgánicos, además de degradarse, junto a la orgánica, más rápido en el proceso que se realiza en la planta de residuos", explican desde Comsermancha. "No es aconsejable el uso de bolsas de plástico porque este material se considera un impropio que genera problemas en las plantas de tratamiento -resulta difícil y costoso su separación, que nunca es total- y puede transferir contaminantes que reducen la calidad del compost".