Durante las últimas décadas, en el yacimiento visigodo de San Pedro de la Mata, así como en otros de la provincia de Toledo, "no se ha hecho una conservación como se debería". Así lo manifestaba el pasado mes de julio Sergio Mora, alcalde de Sonseca, municipio al que pertenece la pedanía de Casalgordo en la que se ubica este enclave arqueológico.
Para revertir esta situación, el Ayuntamiento ha impulsado, junto a la Diputación y la Junta por medio de la dotación de diversos recursos, la primera campaña de excavación arqueológica en este yacimiento que data de mediados del siglo VII. Uno de los objetivos es poder encontrar indicios que permitan certificar la sospecha que tienen los directores de la excavación de que en su día fue un monasterio.
Aunque se trata de la primera excavación, a lo largo de la presente legislatura se han hecho campañas periódicas de limpieza, según expone Jorge Morín, arqueólogo de Auditores de Energía y Medio Ambiente (AUDEMA) y director de la excavación junto a la doctora Isabel M. Sánchez (Universidad Pablo de Olavide). También se intituló, pues no el terreno en el que se ubica no era propiedad municipal, se hicieron estudios de arqueología no invasiva -por medio de drones- y se ha trabajado también en la parte documental.
"Es la primera vez que estamos excavando, lo poquito que queda, pero está siendo bastante interesante. No se sabía que la iglesia tenía tres naves, así como otro pórtico adosado al oeste", explica el arqueólogo, que destaca también que esta campaña han podido confirmar la cronología visigoda de todo el recinto, que "seguramente era monástico".
"Se confirma la cronología visigoda de todo el perímetro"
En esta campaña, que se desarrolla desde el pasado mes de julio y hasta el próximo 3 de septiembre, también han podido identificar "el carácter seguramente bautismal del contra coro de la iglesia" y "se confirma la cronología visigoda de todo el perímetro y que estamos ante un espacio monástico", añadía el arqueólogo sobre las actuaciones que han realizado, centradas en la limpieza de la iglesia y la excavación del recinto exterior.
Las actuaciones se han podido desarrollar gracias a seis trabajadores de un plan de empleo y la colaboración de cerca de 80 científicos y científicas en diferentes aspectos. El objetivo principal es devolver el yacimiento al aspecto con el que lo encontró en 1903 su descubridor, el Conde de Cedillo, procediendo a la reposición del arco de entrada al templo con las piezas encontradas en el yacimiento.
Recuperar elementos arquitectónicos
Así, tras estas excavaciones van a llevar a cabo un proyecto con la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) para recuperar elementos arquitectónicos que se han ido perdiendo, como el mencionado arco, que se derrumbó en el siglo XX.
En este sentido, Morín explica que han hecho dos talleres en los que el alumnado ha realizado un planteamiento de recuperación del espacio. "Unos eran muy lanzados y otros muy conservadores. Nos decantaremos por una opción mixta", subraya el arqueólogo, que apunta que el próximo mes de septiembre van a colocar cimbra han construido para recuperar volumétricamente el arco.
"Lo que también hemos hecho es convertir el espacio en talleres de arqueología para niños, se han hecho conciertos, se han proyecto cortos y se ha ligado a actividades deportivas. Hay que intentar que siempre esté en uso", apunta Morín, que destaca que también se ha recuperado para otros usos lúdicos como era la costumbre de realizar fotografías de comuniones o de bodas.
Indignación por su inclusión en la Lista Roja de Patrimonio
Pese a todas las actividades que se han puesto en marcha en los últimos años y la campaña de recuperación que han emprendido en el yacimiento, la asociación Hispania Nostra incluyó este espacio en la Lista Roja del Patrimonio que elabora, una decisión que indigna a Morín: "Duele un poco que estemos ahí porque los espacios están bien, estamos trabajando todos los días y se hacen actividades continuas", expone.
"No conocen la realidad del territorio", asevera el arqueólogo, que entiende que se hagan actividades proactivas por la conservación del yacimiento pero discrepa con la elaboración de este listado de Hispania Nostra.
Morín señala que el yacimiento de San Pedro de la Mata es "un espacio super importante" que a lo largo de los próximos años quieren "poner otra vez en su sitio", pues forma parte del grupo de iglesias cruciformes visigodas del siglo VII junto con Santa Comba de Bande y Santa María de Melque, y enlaza con el mejor arte áulico toledano.
El yacimiento de Casalgoro se encuentra muy cerca del complejo aristocrático Los Hitos, con el que seguramente estaba relacionado. "Cada vez está más claro que el yacimiento de Los Hitos tuvo una refundación potente en la época de Recaredo, en un intento dinástico fracasado. No hay presencia regia pero sí de gente importante de Toledo. Es la primera iglesia cruciforme que se construye en la provincia", explica Morín sobre este otro yacimiento que también investigando en los últimos años.