Hace poco se presentaba a bombo y platillo un proyecto, 'Toledo emerge', en colaboración con la Diputación de Toledo, que pretende “recuperar cinco grandes edificios en desuso”. En la polémica que toda decisión política desencadena, se recordó que dichos edificios llevan la friolera de varios lustros abandonados, sin que ningún gobierno municipal, de uno u otro color, hubiera tomado alguna iniciativa al respecto. Otro debate se suscitó al derivar la gestión de la rehabilitación y uso de la mayoría de los inmuebles a empresas privadas o al no dedicarlos a infraestructuras sociales que tanto demandan los vecinos del Casco Histórico.
Pero la desidia o desinterés de las administraciones por invertir fondos públicos en proyectos que no dan lucimiento a corto plazo se traduce en que decenas de inmuebles se encuentran en la misma situación. Problema que hemos denunciado en estas líneas reiteradamente y que, simplemente, pasamos a recordar:
La administración general del Estado tiene varios edificios en el Casco Histórico cerrados: el antiguo noviciado jesuítico -Delegación de Hacienda- sin que se sepa si se va a intervenir con la urgencia que requiere y el recién comprado Palacio del Temple, un Bien de Interés Cultural cuyo cierre solo ha conseguido que intrusos vandalicen sus instalaciones.
La Diputación provincial 'aporta' al 'Toledo emerge' los inmuebles siguientes: el antiguo cementerio de beneficencia y ermita de San Ildefonso, reconvertido en un muy poco usado Centro Cultural San Ildefonso y hoy abandonado, el que fuera Hospital de San Juan de Dios, residencia de ancianos hasta 1984 y la residencia universitaria femenina -Palacio del canónigo Obrero- en la plaza de Abdón de Paz.
El Ayuntamiento de Toledo posee varios inmuebles abandonados y en proceso de degradación: Alhóndiga, destinada a estación de autobuses o despacho de juzgados, donde se proyecta una Escuela de Danza de la que no se sabe nada, la Casa del Diamantista, antigua sede de Escuelas Taller, hoy en proceso de ruina, la Casa de las Cadenas, antiguo Museo de Arte Contemporáneo, hoy con graves problemas estructurales por falta de mantenimiento, el edificio de Radio Nacional de España en San Cristóbal, con un centro de mayores cuya apertura han prometido varias corporaciones y hoy permanece vacío y la Posada de la Santa Hermandad, cedida a una entidad privada con ánimo de lucro y de cuyo mantenimiento no sabemos si está obligada la parte contratista.
Son diez edificios, casi todos Bien de Interés Cultural (BIC), que ocupan una gran extensión de suelo edificado en un barrio con graves carencias de infraestructuras sanitarias, sociales y culturales para sus vecinos (que no para el turismo).
No solo se desentienden de sus propiedades, sino que tampoco hacen cumplir la normativa relativa a la necesaria rehabilitación de edificios ruinosos en cascos urbanos que la ley otorga a los ayuntamientos, la tutela en la conservación de los bienes patrimoniales a la que está obligada la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, competente en esta materia o la denuncia e intervención subsidiaria que la ley otorga al Estado para aquellos edificios o conjuntos monumentales catalogados.