Las fuentes de agua potable de la ciudad de Toledo continuarán cerradas "por seguridad" según explicó el vicealcalde, José Pablo Sabrido, quien argumentó que el Consistorio no puede "garantizar que no haya contagios en ellas o en los parques infantiles", que también seguirán clausurados para prevenir infecciones de la COVID-19.
Así se pronunció Sabrido en rueda de prensa preguntado por la reclamación en la que está insistiendo diariamente la asociación vecinal Iniciativa Ciudadana en las redes sociales, que lamenta que el Ayuntamiento sin embargo no haya prohibido el uso de nebulizadores en la hostelería.
"No se puede dudar de que cualquier decisiones que tomamos no es por limitar la libertad sino por garantizar la seguridad", recalcó el vicealcalde sobre esta medida que en cambio no se ha llevado a cabo, por ejemplo, en los pulsadores de los semáforos o los de los autobuses urbanos.
"El Ayuntamiento está adoptando medidas que creen que aportan seguridad. La alcaldesa, Milagros Tolón, prohibió el botellón y he podido constatar que numerosas comunidades y ciudades los han prohibido también", agregó sobre otra de las iniciativas que ha tomado el Consistorio para luchar contra la propagación del coronavirus.