Dos monumentos más de Castilla-La Mancha han sido incluidos en la Lista Roja que elabora la asociación Hispania Nostra de elementos patrimoniales "por su estado de abandono". Uno de ellos es el convento de los franciscanos de Tamajón (Guadalajara) y segundo es el edificio de las ferrerías de San José del Mazo, en Los Navalucillos (Toledo)."Ambos monumentos se encuentran en un pésimo estado de conservación por lo que muchos elementos se han perdido".
Según explica Hispania Nostra, las ferrerías de San José del Mazo tampoco cuenta con ninguna protección oficial y se encuentran completamente arruinadas.Su historia se remonta a 1844, cuando José Safont, rico hacendado catalán y especulador que había hecho su fortuna adquiriendo bienes desamortizados, compró un molino en las orillas del Pusa y construyó todo un complejo metalúrgico movido por energía hidráulica.
Dicha infraestructura se abastecía de una presa sobre el río, y para su funcionamiento fue necesario construir un canal de gran longitud con acueductos para salvar arroyos y perforaciones costosas en el terreno pizarroso de las orillas. Se conservan también restos de naves, hornos, viviendas de administración y operarios, etc. Lo construyó el ingeniero francés Elías Michelín, enterrado en Los Navalucillos. Esta industria llegó a emplear a trescientos hombres, y supuso un gran impulso demográfico para la población, ya que mantuvo su actividad fabril hasta principios del siglo XX.
Según el 'Diccionario geográfico, estadístico, histórico de España y sus posesiones de ultramar' de Pascual Madoz (Tomo XII, Madrid, 1849), "la fábrica de fundición de hierro […] llamada de San José se halla a 4 leguas al sur en el sitio llamado el Mazo, junto al río Pusa, y consiste en un gran edificio para colocar los martinetes; dos grandes almacenes para comestibles y guarda de los útiles de trabajo, cuatro extensas cuadras para el inmenso número de caballerías que allí se ocupan, varias pequeñas casas para vivienda de los empleados, capellán y médico residentes en la misma; un alto horno en trabajo, y otro a medio edificar, formando todo un pequeño pueblo […].
Los grandes fuelles de la fábrica y de las fraguas donde se funden los útiles para los diferentes trabajos, reciben su continuo movimiento por medio de varios cilindros impulsados por una gran rueda movida por el agua del indicado río Pusa. Para ello se ha sangrado dicho río por medio de un canal de bastante solidez y capacidad, de 1/2 leguas de longitud, habiendo tenido que salvar los muchos barrancos que se encuentran en el tránsito por medio de puentes, algunos de ellos de mucha elevación, y hallándose también varios trozos de dicho canal por bajo o en el centro de algunos cerros en los que se han hecho galerías muy costosas. En las inmediaciones de la fábrica, existen varios hornos de cal y carbón para el abasto de la misma, ocupándose en estos como en los demás trabajos más de trescientos hombres y muchachos, y otras tantas caballerías”.
La villa de la finca El Paso, en la Lista Verde
Por el contrario, la villa de la finca El Paso, en Caudete (Albacete) acaba de pasar a la Lista Verde del Patrimonio de Hispania Nostra después de que los nuevos propietarios del edificio llevasen a cabo una restauración. El edificio posee un espléndido interior neoárabe que ha sido recuperado después de que en el año 2021 pasase a la Lista Roja por su estado de deterioro.
Fue el conde de San Carlos Francisco Albalat Navajas quien construyó a principios del siglo XX en Caudete un notable conjunto arquitectónico del que forman parte el barrio y la iglesia de San Francisco, así como la plaza de toros y la finca El Paso.
Esta finca se levantó en el año 1912 tras la compra, en 1908, de las tierras sobre las que se asienta además de otras dos fincas más a Luis de Teresa y Pérez. En 1909, tras establecerse definitivamente en Caudete, Francisco Albalat trató de unificar todas estas fincas y sus cultivos. Sin embargo, en 1916 falleció y sus proyectos en la ciudad se interrumpieron, condenando a esta finca, lentamente, al estado de abandono y ruina actual.