La riqueza histórica de Toledo se ve reflejada en las varias posibilidades arqueológicas que puede ofrecer en cada uno de sus rincones. Uno de ellos es el yacimiento de la Vega Baja, prácticamente abandonado desde hace varios años, lugar donde los visigodos hace siglos ubicaron su capital en España. Y ese yacimiento arqueológico, contrasta con otro abandono, esta vez de un edificio que nunca llegó a tener historia porque se quedó en poco más que una estructura de hormigón armado, el Quixote Crea.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha dicho sobre el yacimiento arqueológico que “frente a cuatro años donde no se ha hecho nada, vamos a retomar las excavaciones”. Ha añadido que parte del plan especial de empleo para la ciudad de Toledo irá destinado a activar las actividades arqueológicas en la zona de la Vega Baja. Hace ya más de un año que el grupo municipal de Izquierda Unida, de por aquel entonces, que denunció el abandono de la zona por parte de la Junta y el Ayuntamiento. Como Bien Interés Cultural que es, la Vega Baja podría ser fuente de recursos turísticos, pero la labor de relanzar el lugar y saber aprovecharlo sigue sin esclarecerse.
En cuanto al Quixote Crea, García-Page ha explicado que hay que mantener el objetivo de centro cultural que tenía en un principio, pero con la necesidad imperiosa de un rediseño. El presidente regional ha añadido que “dotaremos al edificio de elementos para que se mantenga solo” para darle “más encaje comercial”. Esto último vendría de la mano de dotar al edificio de “tiendas, locales hosteleros o una gran terraza en su tejado”.
Otra de las cuestiones que ha abordado García-Page con respecto al Quixote Crea es el del nombre que podría llevar una vez que esté preparado para comenzar a funcionar. “Darle el nombre de uno de los artistas toledanos de este siglo y que se lo merece”, ha propuesto en un primer momento sin atreverse a decir uno en concreto. Ha aclarado que esa responsabilidad la llevará a consenso para que entre todos se decida lo más adecuado.