
Acto de la firma de replanteo para instalar placas fotovoltaicas en la cubierta de la pista de patinaje de la Escuela de Gimnasia de Toledo / Imagen: Ayuntamiento
Casi dos años y medio después de que el Ayuntamiento de Toledo solicitara una subvención de fondos europeos para la apertura de una Oficina de Transformación Comunitaria (OTC), se ha sellado un acta de replanteo para la instalación de placas fotovoltaicas en las cubiertas de la pista de patinaje de la Escuela de Gimnasia y la piscina del Salto del Caballo, ambas de titularidad municipal.
Esta instalación va a permitir que, por ahora, 65 usuarios -personas físicas y jurídicas- de la Comunidad Energética 'Ciudad de Toledo' puedan abastecerse de energía solar en el Casco Histórico de Toledo. En este barrio, el Plan Especial (PECHT) no permite la colocación de paneles solares en las cubiertas por motivos de estética como ciudad Patrimonio de la Humanidad.
En concreto, la energía generada llegará a un total de 70 suministros eléctricos desglosados en 5 empresas; 8 conventos; 1 comunidad de vecinos y 56 familias particulares. Además, hay una lista de espera es de 37 demandantes, "por lo que se solicitará una nueva cubierta para cubrir esta demanda".

Además de esta cubierta, la comunidad energética podrá beneficiarse también de otras dos próximas instalaciones, aunque no han precisado dónde se ubicarán, en el acto en el que han intervenido el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez; el CEO de la empresa Kaylo, encargada de la instalación, Mimoum Lamsayah, y Enrique García, presidente de la Comunidad Energética ‘Ciudad de Toledo’.
Más económico y más sostenible
"La principal motivación es que cada uno de nosotros podemos hacer pequeños gestos para conservar la vida del planeta. Estaremos dejando de emitir 170 toneladas de CO2 anuales", ha destacado Enrique García, que asevera que esta iniciativa tiene una doble función, "en defensa del medio ambiente y de nuestros bolsillos".
En este sentido, afirma que producir energía renovable a través de los paneles solares, es "económicamente rentable". "En cinco o seis años estará amortizada esta instalación, cuyo plazo de vida útil es de 30 años", apunta García.
El plazo para que la producción de energía sea efectiva y llegue a los suministros abonados es de "dos meses" aproximadamente, según ha detallado el CEO de la empresa Kaylo. "Son dos instalaciones de 100 kw cada una y si todo va bien a finales de año tendremos otras dos", lo que podría doblar la cantidad de usuarios que se beneficien de ellas -unos 140 puntos de suministro- ha precisado Enrique García.

Acto de la firma de replanteo para instalar placas fotovoltaicas en la cubierta de la pista de patinaje de la Escuela de Gimnasia de Toledo / Imagen: Ayuntamiento
De su lado, el alcalde ha destacado que se trata de "la primera comunidad energética de una ciudad Patrimonio de la Humanidad", que va a permitir "contribuir al medio ambiente y a que el Casco Histórico sea más vivo". "Vivir en el barrio tiene más desventajas que ventajas, no es tan cómodo como en otras partes", señala el alcalde, que apuesta por fomentar aquellas medidas que faciliten la vida de los residentes y equilibren la balanza.
"Es un ejemplo de colaboración público-privada", resalta, al tiempo que han recordado que han pasado 14 meses desde la puesta en marcha de la OTC, dependiente de la Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda, y durante este tiempo, "han atendido todas las dudas y consultas de aquellos vecinos que se han interesado por la comunidad energética para guiarles, atenderles y, sobre todo, para mostrarles cuál era el proyecto que desde el Ayuntamiento de Toledo teníamos para para ellos".