El concejal de Cooperación de Toledo, Diego Mejías, ha participado en el Encuentro Intercultural de la Participación Ciudadana organizado por la asociación So de Paz que parte de un proyecto presentado en el Ayuntamiento para el diálogo intercultural y la participación social, bajo el nombre de 'Iyá mi ilé’. Es un programa de educación para el desarrollo que se inició el año pasado en el marco de la campaña convocada por la Unesco de Decenio Internacional para los Afrodescendientes 2015-2024, según ha explicado el coordinador de SoDePaz, Braulio Freire.
EL objetivo es educar para la convivencia, reflexionar en las relaciones interculturales y trabajar desde lo vivencial para avanzar y formarse con mejores ámbitos de convivencia. “Pensamos que la ciudad de Toledo tiene una gran connotación por la presencia de las diversas culturas”, explica Freire. Además considera que en muchos espacios de la sociedad civil se necesita tratar estos temas para así visibilizar las dificultades que existen y en que medida se pueden sacar lecciones para “avanzar en una educación y un comportamiento para mejorar la convivencia”.
En este sentido, el concejal ha subrayado el compromiso del Consistorio con la puesta en marcha de iniciativas que analicen propuestas como “la educación como palanca transformadora” que cambien conciencias y ayuden a avanzar en la construcción de una sociedad más sensible a los problemas de los demás, más solidarias y “más capaz” de darse y de acoger a los demás. Además ha manifestado que el cambio que la educación hace posible es el camino para una trasformación que permita luchar contra las desigualdades. “Si cambiamos nuestra forma de pensar, cambiaremos nuestra forma de actuar”
La educación para el desarrollo permite entender como en un mundo global nuestras decisiones, aquí en el mundo desarrollado, “generan desigualdad y desequilibrio en otros lugares, incluso en nuestro alrededor, ante lo que no podemos ser insensibles”.

Por último, Mejías ha recordado que este discurso no sólo son palabras sino que se traduce en “un compromiso real” que queda materializado a través de un presupuesto específico” en el Consistorio.