El concejal de Izquierda Unida-Podemos en el Ayuntamiento de Toledo, Txema Fernández, ha solicitado mediante registro a la Concejalía de Festejos que se incluya en todos los programas de fiestas patronales, de la ciudad o de los barrios, horas y espacios sin ruido para personas con discapacidad, así como la sustitución de los fuegos artificiales que explotan por otros que solo se iluminan.
El concejal ha manifestado que "las fiestas de la ciudad deben ser un espacio para todos y todas, por lo que no hay ninguna excusa para dejar fuera a nadie, y es la Concejalía de Festejos la que tiene que empeñarse en que sea así".
Para poder cumplir con esta premisa es "imprescindible pensar en todos los colectivos, incluidas las personas con discapacidad física o intelectual o aquellas que tienen trastornos enmarcados en el entorno del autismo", según ha trasladado el portavoz de IU.
Así, Txema Fernández ha valorado necesario que se normalice en los programas de fiestas la inclusión de zonas sin ruido en los feriales y a horas habituales de uso. "No podemos establecer que estas personas que tienen dificultades para acudir a espacios de alto impacto sonoro tengan un horario imposible por las temperaturas o la falta de actividades, se ha de fijar un tramo horario en igualdad de condiciones para que puedan disfrutar como lo hacemos todos", ha apuntado.
Eliminar fuegos artificiales
Además, el concejal de la formación de izquierdas ha insistido en "la necesidad de eliminar los fuegos artificiales que explotan y que tanto daño hacen a estas personas con hipersensibilidad auditiva y sustituirlos por la pirotecnia silenciosa que no provoca consecuencias dañinas a quienes tienen Trastorno del Espectro Autista (TEA) y siguen manteniendo la espectacularidad lumínica".
"Si queremos distinguir a la ciudad como una ciudad inclusiva, hemos de poner a las personas que queremos cuidar en el centro de la actividad municipal y también en las actividades festivas", ha enfatizado Fernández.
En este sentido, ha criticado que en las pasadas fiestas del Polígono "resultó imposible para niños o niñas con autismo acercarse al recinto donde estaba la feria porque el ruido era ensordecedor", valorando que "no es necesario ese volumen y que el Ayuntamiento tiene capacidad de regularlo a un nivel que permita incluir a todos los colectivos y no excluirlos".