
Confecciones Lobato, comercio del barrio de Santa Bárbara / Fotografía: Bárbara D. Alarcón
Además de ser propietarias de uno de los negocios más antiguos de Toledo, las hermanas Lobato, María y Margarita, crearon en 2015 la Asociación de Comerciantes del barrio de Santa Bárbara, donde tienen su negocio, Confecciones Lobato, y residen desde los años 70.
Concretamente fue María quien fundó el colectivo y, actualmente, Margarita es la presidenta. “Creamos la asociación para estar unidos y hemos conseguido un vínculo, es como una pequeña familia, por eso da mucha pena dejarla”, asegura Margarita en una entrevista con Toledodiario.es.
Y es que, la mayor de las hermanas tomó las riendas de la asociación hace apenas unos meses cuando su entonces presidenta, Miren Rojo, cerró su negocio en el barrio y se mudó. “Nos apoyamos mutuamente organizando actividades para campañas como, por ejemplo, navidades o el día del padre”.
Sin embargo, no todos los comercios del barrio pertenecen al colectivo. En 2015 había 176 empresas de las cuales se unieron 37. Ocho años después, solo 22 continúan formando parte. “Nos falta tener más variedad de comercios. Muchos han cerrado por jubilación y nadie ha continuado con ellos porque no hay gente joven que quiera, hay alguna emprendedora, como la que ha abierto una tienda de artículos para mascotas, pero poco más”, lamenta Margarita quien destaca el reciente cierre de la ferretería de Santa Bárbara, un comercio “muy importante para un barrio”.

Calle Esparteros, en el barrio de Santa Bárbara / Fotografía: Bárbara D. Alarcón
El comercio de toda la vida, en riesgo por los nuevos hábitos de consumo
Peluquerías, pastelerías, bares o tiendas de ropa y calzado como Confecciones Lobato, forman parte de la Asociación de Comerciantes de Santa Bárbara, cuyas iniciativas persiguen “que todos puedan seguir” existiendo. “Las tiendas pequeñas van a desaparecer porque la gente joven tiene otra forma de comprar, lo hacen en centros comerciales o Internet, y no buscan la tienda de barrio aunque la tengan debajo de su casa”, reconoce María quien subraya: “no hay clientela con la que podamos seguir vendiendo”.
En barrios como el de Santa Bárbara el comercio local se mantiene estable, registrando más cierres que aperturas. “El cliente que viene aquí es porque vive en el barrio, pero su población se hace mayor y la gente nueva ya no compra en el comercio local, de hecho muchos jóvenes no conocen lo que hay en su barrio porque no entran ni a por una barra de pan a la tienda de al lado”.

Confecciones Lobato, comercio del barrio de Santa Bárbara / Fotografía: Bárbara D. Alarcón
“En el comercio local no puede existir otra generación por la forma de vida”, detalla María quien es consciente de que sus clientas son, en su mayoría, mujeres mayores. “Las nuevas clientas que deberían venir compran en Internet y en centros comerciales, por lo que el tipo de tienda como la que nosotras tenemos no tiene una generación que la sustituya”.
Los artículos de Confecciones Lobato han cambiado mucho desde su apertura en los años 70 ya que, tal y como explican sus propietarias, siempre se han adaptado a las modas. “Nuestro padre abrió la tienda vendiendo telas, abrigos, batas, pantalones… fue incorporando más ropa y hasta perfumería a granel porque en aquella época se vendían artículos de todo tipo en una tienda”, detallan.
Medio siglo después el cambio de las modas ha llegado a los hábitos de consumo. “Comprar en el comercio local es una forma de vida que se crea y ahora la gente se está habituando a que se lo lleven a casa y a veces no se piensa en lo que conlleva esa compra por Internet”, afirma Margarita.
“Puede que yo tenga unos pijamas o unos sujetadores que valen lo mismo que en el centro comercial pero ya no se lleva comprar en el comercio local”, añade María quien atribuye este hábito a una transformación del conjunto de la sociedad. “Ya no socializamos y en el centro comercial tu buscas lo que necesitas, no hay una dependienta que te asesore, hay gente que coloca la ropa pero no dependientas”.
Por ello, según estas toledanas, la crisis de los comercios locales se da en todos los barrios, pueblos y ciudades. “Se debe a la forma de vida que estamos adquiriendo” y que no afecta, por ejemplo, a peluquerías o restaurantes. “Este tipo de empresas sí están abriendo en Santa Bárbara, pero la ropa y el calzado lo tenemos difícil”.
“Llevamos en la sangre ser vendedoras”
Mucho ha cambiado desde que el padre de las Lobato decididera abrir su negocio en el barrio de Santa Bárbara en 1975.
“Todo comenzó con un décimo de lotería de Navidad”, recuerdan María y Margarita. Y es que, su padre decidió montar su propia tienda tras ganar este premio. “Vivíamos en Nambroca y tras ganar la lotería mi padre apostó por mudarse a Toledo y abrir Confecciones Lobato en el barrio de Santa Bárbara, donde entonces no había nada, estaba todo en construcción”.
El negocio familiar pasó a sus manos cuando apenas tenían 25 años. “Mi padre fallece muy pronto, con 63 años, y nos tuvimos que quedar con la tienda, llevamos casi 40 años trabajando en este negocio”, nos cuentan unas toledanas que han visto cómo su barrio se transformaba, al igual que su propio negocio y los hábitos de consumo.

Confecciones Lobato, comercio del barrio de Santa Bárbara / Fotografía: Bárbara D. Alarcón
“Llevamos en la sangre ser vendedoras”, destacan tras una vida en la que siempre han apostado por el producto español. “El público cada vez lo valora menos porque prácticamente nada de lo que compras por Internet es español… pero sigue habiendo muchos fabricantes españoles y hay que apoyarlos a muerte”, afirma Margarita.
Confecciones Lobato no se ha incorporado a la venta online, ya que su público mayoritario son personas mayores a las que llegan a través de las redes sociales y sobre todo por WhatsApp, "donde compartimos novedades todos los días", y especialmente con actividades lúdicas en centros de mayores y residencias.
"En los últimos años hemos apostado por difundir nuestro negocio entre las residencias de ancianos donde hemos organizado pases de modelos. Pasamos la mañana o la tarde con ellos y así nos damos a conocer. Hemos conseguido muchos contactos y gracias a eso también nos vamos manteniendo muy bien", detalla Margarita quien nos adelantan que han retomado esta iniciativa con una nueva visita a la residencia El Greco de Azucaica. "Allí ya lo habíamos hecho dos veces antes del COVID y nos han pedido que volvamos porque al final ellos se lo pasan muy bien, salen de la rutina".
Confecciones Lobato es uno de los ejemplos de comercio local y de barrio. Situado en el de Santa Bárbara, en la plaza Virgen del Sagrario, 2, abre de 10 a 14 horas y de 17 a 20.