El Ayuntamiento de Toledo ha comenzado las obras de adecuación del puente de Azarquiel para reparar los muros y el sistema de drenaje lateral, además de las juntas de dilatación y las barandillas de seguridad para el tránsito peatonal. La actuación, que durará unos dos meses, cuenta con un presupuesto aproximado de 50.000 euros.
Así lo ha dado a conocer en rueda de prensa la portavoz municipal, Noelia de la Cruz, que ha indicado que la obra se va a llevar a cabo en dos fases. La primera de ellas, que ya arrancó este jueves, prevé la mencionada reparación de los muros para solucionar "los problemas en los puntos de apoyo de los extremos del puente" y no afectará al tráfico peatonal ni al rodado.
En cambio, la segunda parte de la obra, demandada por la asociación de vecinos del barrio de Santa Bárbara, sí conllevará restricciones para la movilidad peatonal y para el tráfico. Empezará el próximo lunes, 19 de octubre, y se alargará por un plazo de dos semanas. En ese tiempo se acometerán acciones en la acera y en la calzada del puente, reparando las juntas de dilatación y las barandillas.
En este sentido, la concejala de Obras ha indicado que cuando se produzcan cortes de paso en la acera de una determinada dirección del puente se habilitará la dirección contraria con la señalización pertinente para transitar con normalidad durante la ejecución de la obra. Para ello se colocarán carteles señalizando los desvíos en los pasos de peatones existentes antes de la zona de actuación.
A preguntas de los medios, la portavoz ha precisado que "no existe peligro" en la propia estructura del puente pero que sí era necesaria la intervención para evitar "caídas o tropiezos" de los viandantes por la estado en el que se encuentra una de las aceras del mismo.