El Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo está experimentando con la robótica social, concretamente con el robot ‘Inrobics’, como una nueva herramienta complementaria de rehabilitación que usa la inteligencia artificial y la gamificación, con el objetivo de ayudar a pacientes pediátricos con limitaciones funcionales o neurológicas a mejorar su calidad de vida.
El jefe del Servicio de Rehabilitación del Hospital Nacional de Parapléjicos, Ángel Gil, ha asegurado que “la robótica social tiene mucho potencial en el ámbito de la neurorrehabilitación. En primer lugar, por la motivación que supone para el paciente, especialmente los niños, que a veces tienen que asistir a sesiones de fisioterapia o terapia ocupacional durante mucho tiempo”.
El robot social es atractivo, las sesiones con él incluyen potentes mecánicas de juego que mejoran la concentración, la participación y la motivación, lo que permite convertir la terapia en un juego y, a los pequeños, seguir mejor el tratamiento.
“Hemos visto que la plataforma se adapta perfectamente a estos pacientes y que las terapias se pueden intensificar todo lo que queramos, porque el robot no se cansa de repetir los ejercicios”, ha constatado el CEO de ‘Inrobics’, José Carlos Pulido.
Otra ventaja del uso de esta tecnología es que “a los profesionales nos permite medir los resultados de una terapia. El robot no solo muestra los movimientos, sino que también da instrucciones para ejecutarlos bien y los mide. Así podemos cuantificar objetivamente y monitorizar la evolución del paciente”, ha explicado Ángel Gil.
“Se han visto beneficios de la robótica social comprobados científicamente en problemas cognitivos o en autismo, sobre todo para captar la atención de estos pacientes y estimular su concentración, así como en lesión cerebral”, ha afirmado José Carlos Pulido.
Si bien este robot se ha aplicado por primera vez en el centro sanitario toledano para la lesión medular infantil, el doctor Ángel Gil ha destacado que “ha habido un fructífero trabajo en equipo entre tecnólogos, ingenieros de la spin off y el personal clínico de Parapléjicos para que el robot ‘Inrobics’ incorporase patrones de ejercicios con pautas específicas para la lesión medular”.
En estos momentos, ha añadido Gil, “estamos en la fase de una prueba preliminar para valorar la usabilidad y el atractivo del dispositivo y ahora hemos diseñado un ensayo clínico que se ha trasladado al comité de ética de nuestro centro para evaluar la eficacia clínica del robot”.
Otro aspecto, ha apuntado José Carlos Pulido, es que “todo el sistema de información está en la nube. Ahora estamos realizando un servicio para desplegarse en un centro con un robot físico, pero para el año que viene queremos que los pacientes se puedan beneficiar en casa con un robot virtual, con lo cual puedes vivir la misma experiencia con la misma metodología de trabajo”.
El alto grado de autonomía del robot permite la rehabilitación en casa, complementando la terapia de su centro habitual. El incremento en la frecuencia de las sesiones mejora el progreso en el tratamiento del paciente.
‘Inrobics’ es una empresa spin off que partió de un proyecto de investigación en la Universidad Carlos III de Madrid para desarrollar la robótica social en beneficio de los pacientes. Los responsables de este proyecto están contactando con centros estratégicos del país, como el Hospital Nacional de Parapléjicos.