Coincidiendo con el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, que se celebra este jueves 13 de enero, el sindicato UGT y la Federación de Salud Mental de Castilla-La Mancha se han propuesto visibilizar cómo esta enfermedad afecta más a las mujeres debido al machismo de nuestra sociedad.
“La perspectiva de género es importante y determinante en salud en general y en salud mental en particular”, explica en declaraciones a este medio Montse Vázquez, coordinadora de la Federación y una de las ponentes de la conferencia ‘La perspectiva de género en el diagnóstico de la depresión’ que se celebra hoy en la sede de UGT en Toledo.
Tal y como recuerda la profesional, “la depresión afecta al triple de mujeres que de varones”, de ahí la importancia de visibilizar sus causas, sus síntomas y sus soluciones, que no siempre deben basarse en tratamientos farmacológicos. “Las mujeres acuden más al médico que los hombres y salen con una receta de psicofármacos sin analizar porque se produce ese malestar, mientras que a los hombres que acuden a atención primaria por razones similares se les suele derivar al especialista”.
Aplicar la perspectiva feminista en el campo de la salud mental conlleva analizar el machismo de los diagnósticos pero también las causas de la depresión en ellos y ellas. “La depresión es una enfermedad compleja, hay muchos factores que influyen, desde factores psicológicos y personales de cada persona, hasta ambientales, pero también el hecho de ser mujer”. Según detalla Vázquez, el género “conlleva una serie de cargas añadidas que pueden provocar que ese mayor número de depresión en mujeres por todas las exigencias que tenemos en nuestra vida cotidiana como mujeres”.
Entre los roles machistas que son causa de depresión, la coordinadora destaca la incorporación de las mujeres a la esfera pública. “Seguimos teniendo las cargas de las labores domésticas, somos cuidadoras, muchas tienen que abandonar sus trabajos para cuidar y eso es una realidad social”.
La ansiedad, ante este número de cargas y responsabilidades, suele ser el primero de los síntomas de la depresión. “Los problemas, en principio leves de salud mental, se puede impedir que se cronifiquen o se agraven si se pillan a tiempo, como cualquier otra patología”, destaca Vázquez. Por ello, la profesional recuerda que la atención psicológica no debería “depender del dinero que tienes en el bolsillo y de que te puedas pagar una terapia privada”.
“La teoría de la depresión de género” es, según la Federación de Salud Mental, la herramienta fundamental para acabar con estereotipos machistas que definen a las mujeres como histéricas, impulsivas, nerviosas o incapaces de controlar sus sentimientos. “Sigue habiendo estereotipos que clasifican a las mujeres y valoran sus sentimientos de una manera y eso afecta a su diagnóstico”.
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El mito de la histeria
“Muchas veces las mujeres acuden a atención primaria con la sensación de que les duele todo porque los problemas de salud mental se somatizan y pueden derivar en otras enfermedades, de ahí la importancia de identificar sus síntomas”, afirma Vázquez quien recuerda que la depresión “es la primera causa de discapacidad en el mundo” y que afecta a casi un 5% de la población española.
Según la profesional, entre los objetivos de su Federación se encuentra tanto “sensibilizar a la hora de diagnosticarla como a la hora de tratarla”. “Si una mujer acude a su médico con alguna dolencia psíquica no debe quedarse solo con el fármaco si no que también debe pedir una derivación al especialista”.
Otro de los efectos del machismo, radica en la falta de información sobre los derechos de las pacientes. “Deben reclamarlos pero muchas veces los desconocen”.
Vázquez se muestra positiva respecto a la sensibilización respecto a la depresión y al análisis de sus causas. “Antiguamente ir al psicólogo era que estabas loco, ahora no, ahora la gente acude a los servicios de psicología y psiquiatría de manera más normalizada”, sobre todo gracias a que “gente conocida, referentes culturales o deportivos, salen a la palestra y comparten su problema de salud mental”.
Según Vázquez, la normalización de los problemas de salud mental, “como cualquier otra enfermedad”, pasa por dar voz a “experiencias en primera persona”. Una tendencia que se ha incrementado gracias a la COVID-19. “Con la pandemia la gente está saliendo del armario en este sentido”.
"La desigualdad puede ser un motivo para generar estas situaciones en el ambiente laboral"
La secretaria general de Igualdad de UGT, Marta Gil, recalca que los datos oficiales señalan que las mujeres son dos veces más propensas que los hombres a sufrir depresión. Por eso, el planteamiento del sindicato es saber a qué se debe esta situación. "Nos preguntamos cómo sindicato si los diagnósticos que se hacen en este tipo de enfermedades, como la depresión, se hacen aplicando una correcta perspectiva de género", reflexiona Gil, quien destaca que, al igual que con otras enfermedades, los síntomas pueden variar entre hombres y mujeres.
"La perspectiva de género es fundamental para realizar un análisis objetivo de la realidad", asegura la sindicalista, que advierte de que este tipo de situaciones se están tratando "más bien poco", en general pero especialmente en el ámbito laboral. "Nosotras creemos que es importante visibilizar y eliminar los tabúes que giran alrededor de las enfermedades mentales", señala.
Distintos factores son los que pueden afectar a las mujeres, empezando por las altas tasas de desempleo que suelen afectar al sector femenino, y pasando también por la conciliación o la "frustración" que puede llegar a generar la brecha salarial u otras desigualdades. La depresión se puede achacar, añade Gil, a diversos factores, como la posible pérdida de productividad o el absentismo por la difícil conciliación, o también los accidentes laborales que "ahora están en pleno auge".
"El desempleo es una causa importante, porque la prevalencia de depresión es 2,5 veces más frecuente entre quienes se encuentran en situación de desempleo que entre quienes trabajan, lo que también incluye a quienes entran en proceso de jubilación o incapacidad", señala Gil. El paro, recuerda, afecta más a las mujeres y cita las cifras que afectan a las mujeres menores de 25 años en la región, que ha llegado a "doblar" la media de la Unión Europea, con un 39,7% de paro.
"Es necesario igualmente hablar de lo que llamamos la pandemia silenciosa, la de los suicidios, y debemos hacer una comparativa entre las muertes por suicidio frente a la COVID-19", concluye la sindicalista.