
Pantallazo de la tertulia emitida este lunes en la que participaba el cura de Toledo Gabriel Calvo Zarraute
El sacerdote toledano Gabriel Calvo Zarraute ha vuelto a convertirse en protagonista en las últimas horas por sus palabras contra el Papa Francisco, en el mismo día de su fallecimiento.
En febrero de 2024 dijo que rezaba “mucho” para que el pontífice “pueda ir al cielo cuanto antes”. Ahora, el mismo día en el que el pontífice fallecía, ha asegurado que “la gran aportación de Francisco es que comprendamos de una puñetera vez que el Papa no es Dios encarnado, sino un nombre en el misal. No es decisivo en nuestra fe. Tenemos que relativizar la figura del pontificado romano porque está sobredimensionada”.
Este lunes comentaba durante una tertulia emitida en Youtube que “el Papa no es el dueño de la iglesia. Es el sucesor de San Pedro, no de Cristo” y que el pontífice recién fallecido ejerció una forma de gobierno de la iglesia católica “muy personalista y centralizada” que en su opinión “ha supuesto la destrucción del derecho canónico de la iglesia”.
También cargaba contra la idea del Papa Francisco de que se pudieran bendecir parejas homosexuales. Habla de la "terrorífica infiltración homosexual" en la iglesia, a la que atribuye "el 87% de los abusos". "No digo que todos los homosexuales sean pederastas, pero el abuso en la iglesia es mayoritariamente homosexual", insistía.
Respondía así al comentario del editor Álvaro Romero, conductor de una tertulia emitida este mismo lunes en la que el eje era la reciente publicación de un libro del sacerdote toledano en el que considera la guerra civil como “una cruzada”. Algo que “es una obviedad”, según el tercer participante en la tertulia, Martín Ynestrillas, que se declara “católico y falangista”.
“Muchos saben que tuviste tus problemillas por una broma. Hoy te habrá llamado mucha gente. Me han dicho que te pregunte si ya sabías que se iba a morir. ¿Qué tal día llevas hoy?”, le comentaba el editor, entre risas de los participantes.
El sacerdote se defendía asegurando que aquello fue “sacado de contexto”, que “objetivamente yo no hice nada malo” y que aquello fue “una campaña premeditada contra el canal”, donde varios sacerdotes ofrecían una tertulia.
El Arzobispado de Toledo mostró entonces su “profundo rechazo” a las manifestaciones. Hoy el cura dice que la autoridad eclesiástica “no pudo” tomar ninguna medida contra su persona. “Por más que lo intentó”, le replicaba el editor. “Sí, pero tomar alguna medida punitiva contra mí supondría que la oración se pueda utilizar para un fin malo para dañar a alguien, cosa que es imposible”.
Cree que la razón de la polémica estuvo entonces en que los sacerdotes de aquella tertulia “éramos muy incómodos para el establishment de funcionarios eclesiásticos y el político”.
Álvaro Romero, editor del libro se refería al pontífice Jorge Mario Bergoglio para criticarle por “defender a los musulmanes”, por “apoyar” la tarea del barco Open Arms en el rescate de personas migrantes o de “atacar a Donald Trump”, entre otras cuestiones. “Ahora el hombre rendirá sus cuentas”, añadía.
Las guerras “justas”, según el sacerdote
En la tertulia el sacerdote se congratulaba de las guerras y cargaba contra el Papa Francisco por condenarlas. “Dijo muchas veces que ya no existía ninguna guerra justa y quería cambiar la doctrina que está en el catecismo”. Un momento en el que atribuye “a la divina providencia” que “evitase” la materialización del cambio gracias a las guerras en Ucrania y en Gaza.
En su opinión, no era factible “decirles a los rusos y a los ucranianos que tienen que luchar mandándose besos o a los judíos y palestinos, como si fueran osos amorosos”.