Toledo cuenta actualmente con entre 3.500 y 4.000 viviendas vacías en toda la ciudad, de las que aproximadamente 1.200 se sitúan en el Casco Histórico de Toledo, donde habría, según datos del último censo de 2011, otras 365 viviendas secundarias (usadas como segunda residencia). En este sentido, el Ayuntamiento de Toledo se ha marcado como objetivo de cara a este nuevo año poner en marcha un programa de captación y movilización de vivienda vacía hacia el alquiler.
Esta iniciativa, que se llevará a cabo a través de la Empresa Municipal de Suelo y Vivienda (EMSV), nace también tras los estudios que han llevado a cabo sobre la demanda de vivienda en la ciudad o la oferta de inmuebles de alquiler en Toledo, acciones impulsadas desde la creación de la Mesa de Vivienda y el Observartorio que se puso en marcha para abordar la política de vivienda también con una perspectiva social. En este sentido, estiman que hay unos 2.438 demandantes de inmuebles de alquiler en Toledo, un 74% de ellos jóvenes de entre 25 y 34 años, y que el Casco Histórico sería el barrio más deseado -con un 16,9%- por los demandantes de alquiler junto al de Buenavista, por delante del Polígono -15,3%- o Santa Bárbara -10,2%-.
El objetivo, por tanto, es claro: reducir el número de viviendas vacías destinando estas a cubrir la demanda de alquiler existente. Para ello, el borrador de este programa, al que ha tenido acceso este medio, plantea incentivar a los propietarios de los inmuebles con diversas medidas tales como el abono del 50 por ciento del Impuesto de Bienes Inmueble (IBI) o el ofrecimiento de hasta 6.000 euros, sin intereses, para sufragar gastos de adecuación de la vivienda, que se compensarían con los ingresos del arrendamiento.
Con la intención de favorecer la disposición de los propietarios a introducir en el mercado inmobiliario las viviendas vacías que hay en la ciudad, este programa también se compromete a realizar un análisis de la vivienda gratuito que determine el estado de la misma y con el que se fije el precio del alquiler, que no sería superior a los 4,75 euros por metro cuadrado (m2) ni inferior a 3,75 euros/m2, con un límite inferior de 225 euros y un máximo de 475 euros al mes para inmuebles de 100 m2 o más -ya que no se contaría el espacio de los inmuebles que sobrepasen dicha superficie-.
Compromisos y requisitos del programa
También, en el contrato que se estableciera con el titular de la vivienda, de tres años y prorrogable, la EMSV se compromete a ingresar al propietario la renta mensual del arrendatario o a asumir el coste del seguro de hogar multirriesgo que dé cobertura a la vivienda objeto de cesión y al seguimiento de posibles incidencias.
Por su parte, también se establecen los requisitos que han de reunir dichas viviendas y los compromisos por parte del cedente del inmueble para poder incorporarse al programa. Así, es preferible que la vivienda, que ha de tener buen aspecto en cuanto a limpieza y pulcritud, esté libre de muebles y enseres pero sí cuente con una cocina amueblada.
La vivienda también tendrá que estar dada de alta y al corriente de pago en los suministros de agua, luz o gas si los tuviera. Por su parte, el propietario se comprometería a realizar las obras de acondicionamiento de la vivienda necesarias -teniendo en cuenta el adelante mencionado del que dispondría-.
De su lado, los arrendatarios que deseen acceder a estos inmuebles tendrán que estar inscritos en la bolsa de demandantes de vivienda que elabore la EMSV o disponer de unos ingresos mínimos superiores a 0,5 veces -3.764,88 euros al año- e inferiores a 3 veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) al año -22.589,28 euros-, teniendo en cuenta que el IPREM de 2018 fue de 7.529,76 euros.
Escasa oferta de alquiler mientras crecen las viviendas de uso turístico
Para comprender mejor el porqué de la puesta en marcha de este programa -u otros de alquileres como el que van a emprender con 12 viviendas del Polígono- cabe destacar también datos de otros de los estudios gestionados por la EMSV respecto a la oferta de vivienda en la ciudad ya que, según las ofertas que se encuentran en diversos portales inmobiliarios, en la capital regional había solo entre 220 y 300 ofertas de viviendas de alquiler entre los meses de junio y octubre -períodos en los que se suelen desocupar y ocupar más viviendas- del pasado año, con un precio medio de de 611,07 euros al mes.
La empresa municipal explica que, según el Barómetro de la Vivienda y el Alquiler de 2018 del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el primer motivo por el que los propietarios de viviendas sin habitar no las destinan a alquiler es porque no lo necesitan económicamente -el 22,5%-, mientras que la segunda causa es la desconfianza e inseguridad ante el incumplimiento de los inquilinos -21,7%- y la tercera apunta a la necesidad de obras de reforma o reparación de la vivienda -un 19,7% de las respuestas-.
Del total de la oferta de viviendas de alquiler en los períodos analizados, en el Casco se podrían encontrar alrededor de un centenar, mientras que, por ejemplo, plataformas como Airbnb aglutinan ya este año más de 400 viviendas de uso turístico (VUT) en este histórico barrio en el que unos 10.000 vecinos conviven con los más de tres millones de turistas que visitan al año la capital castellano-manchega. Esta cifra representaría ya más de la mitad de todas las plazas hoteleras que hay en la ciudad y supone un fenómeno que se analiza también en un reciente libro publicado por la editorial Toletum Revolutum: 'Casco Histórico de Toledo. Construir la convivencia', Javier Manzano Fijó (Ed.).
Los últimos datos aportados por la Junta desde la entrada en vigor del Decreto regional -el pasado 1 de julio-, que pretende regular los apartamentos y viviendas de uso turístico, apunta que de las 12 solicitudes recibidas en la provincia para el inicio de actividad de apartamentos turísticos 11 han sido en la ciudad de Toledo. Estas solicitudes engloban a 24 unidades de alojamiento y ofertan un total de 96 plazas en la ciudad. En cuanto a las viviendas de uso turístico, Toledo ha recibido en los últimos meses 67 solicitudes para su apertura como negocio.
Alquileres asequibles
El aumento descontrolado de este tipo de viviendas podría afectar también de manera negativa a la oferta de vivienda de alquiler que hay en la ciudad y, por tanto, dificultar el acceso a un alquiler asequible a un relevante porcentaje de la población que no dispone de ingresos suficientes como para poder acceder a las viviendas que se ofertan.
Entre los argumentos de la EMSV para promover la puesta en marcha de este programa de movilización de vivienda vacía, apunta a las dificultades para encontrar un alquiler asequible que tiene aproximadamente un 24% de la población que demanda alquiler en Toledo, unas 585 personas con rentas que oscilan entre los 300 y los 900 euros.
No obstante, los estudios realizados indican que la gran mayoría de demandantes de alquiler -el 71%- podría hacer frente al pago del mismo puesto que se trata de un perfil solvente con unos ingresos superiores a los 1200 euros.
Viviendas de protección pública
Precisamente, para poder implementar este tipo de alquileres accesibles a la población, evitando así situaciones de emergencia habitacional contra las que PSOE y Ganemos se comprometieron a luchar en su pacto de Gobierno en la ciudad, el portavoz de Ganemos Toledo, Javier Mateo, demandó a la Junta de Castilla-La Mancha que ponga a disposición suelo público del barrio del Polígono -10 parcelas- en el mercado para poder construir “más de 1.100 viviendas públicas”, “preferiblemente en régimen de alquiler”.
También, el concejal de Servicios Sociales instó al Gobierno regional a que “termine de una puñetera vez el bloque del río Guadalmena” con tal de que los toledanos “puedan acceder a las viviendas” de este edificio inacabado, situado frente al nuevo hospital de Toledo, que está en las mismas condiciones desde el año 2013, bajo el Gobierno de María Dolores de Cospedal.