Con motivo de la festividad de Nuestra Señora de la Merced este jueves, patrona de las instituciones penitenciarias, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia la "precaria situación que padecen los trabajadores de las prisiones de la región, la cual se ha agravado enormemente a casa de la pandemia de coronavirus".
En este sentido, indica que en los centros penitenciarios I y II de Ocaña habría un total de 40 empleos sin cubrir. En concreto, en Ocaña I, donde se mantiene a 421 reclusos, señala que faltan 21 puestos de trabajo por cubrir. En este sentido, recuerda que "los internos de Ocaña I realizaron en abril una protesta violenta con quema de papeleras y destrozo de mobiliario por la falta de personal médico".
Asimismo, en Ocaña II apunta que hay 19 empleos sin cubrir, con especial atención al personal de vigilancia para un número de 354 internos. "Preocupa el déficit del personal de vigilancia; las tareas administrativas se están realizando con personal de vigilancia interior en segunda actividad", advierte el sindicato.
En el conjunto de la región, agrega CSIF, hay un total de 137 vacantes sin cubrir en los seis centros penitenciarios de la región, que concentran a 1.673 internos, y que obliga a depender de los funcionarios de prácticas de 2018 para cubrir los servicios.
"El déficit de trabajadores es patente en todos los ámbitos, pero es especialmente grave en el área de vigilancia", remarca la responsable de Instituciones Penitenciarias de CSIF Castilla-La Mancha, Natalia Plaza, quien señala que “el personal de vigilancia es el que está en mayor contacto directo con los internos, y por lo tanto es el más expuesto a situaciones peligrosas. Actualmente sólo hay dos funcionarios de vigilancia por un módulo integrado por 80 reclusos, y en algunos casos sólo uno cuando se le requiere para otras tareas”.
A esta "negligente carencia de trabajadores", agrega, se suma "la elevada edad de los mismos, además de que muchos compañeros acceden a la segunda actividad a partir de los 57 años". “Nos estamos encontrando con problemas diarios para sacar el servicio, no entra personal nuevo y el que está se enfrenta a un inminente proceso de jubilación, en muchos casos anticipada por el temor al traspaso de la gestión del régimen de clases pasivas a la Seguridad Social”, explica Plaza.
Otro de los problemas “más desconocidos” que se padecen en las cárceles es el de presos con patologías psiquiátricas, que "no cuentan con los profesionales adecuados para recibir la atención que necesitan". “Hay un número muy elevado de este tipo de internos que deberían estar en hospitales psiquiátricos penitenciarios, pero sólo hay dos en España. A la habitual escasez de servicios médicos, a los que hay que agradecer la enorme labor realizada y que siguen realizando durante la pandemia, se suma que no hay profesionales específicos para estas patologías”, añade Plaza.
A ello se suma "la pésima gestión en disponer del equipamiento adecuado para la protección del personal penitenciario y las escasas y tardías medidas de prevención adoptadas". "Aún no se han realizado test de coronavirus a toda la plantilla de las prisiones castellanomanchegas a pesar de ser considerado un colectivo esencial", lamenta el sindicato.
De la misma manera, insta a adoptar soluciones ante "la paralización de las negociaciones del IV Convenio único de la Administración General del Estado; la pasividad de los responsables de Instituciones Penitenciarias ante las injurias, calumnias o amenazas de las que son víctimas los trabajadores, así como la privación de instrumentos legales que permitan el mejor mantenimiento de la seguridad y el orden, entre ellos, la consideración de agentes de la autoridad"
Vacantes en el resto de cárceles de la región
El centro penitenciario de ‘La Torrecica’ de Albacete, así como el asociado Centro de Inserción Social (CIS), cuenta con 27 vacantes sin cubrir para una población que alcanza los 271 internos. Actualmente sólo hay un médico en comisión de servicio y otro en prácticas.
Herrera de la Mancha es "la prisión con mayor déficit de trabajadores, con 40 vacantes no cubiertas, y el de mayor número de internos: 431. La plantilla de Herrera de la Mancha, en Manzanares, cubre también los servicios del CIS de Ciudad Real, a 70 kilómetros de distancia".
Por su parte, la de Alcázar de San Juan cuenta con 12 vacantes para un total de 82 internos. Continúa sin personal de cocina., mientras que en Cuenca "sólo hay un médico para una población interna de 114 presos y cuenta con un déficit de 18 vacantes".