La tarde del sábado 29 de marzo en Toledo se llenó de solemnidad y emoción con la Asociación Musical 'Santa Cecilia' de Villafranca de los Caballeros (Toledo). No hicieron falta artificios ni concesiones al espectáculo: fue solo música, pero qué música. Una declaración de intenciones que resonó con la fuerza de cada compás, con la maestría de una agrupación musical que dejó claro que en La Mancha toledana la música se respira desde hace décadas y se trabaja con el rigor de una escuela de alta exigencia. No en vano, la Asociación Musical 'Santa Cecilia' fue creada en 1884, lo que la convierte en una institución de referencia en la formación musical de la región.
Desde los primeros compases, la agrupación musical mostró un empaste impecable. La solidez en las cuerdas de metal, la calidez de las maderas y el poderío de la percusión se ensamblaron en un equilibrio perfecto, guiados por una batuta que no solo marcaba tiempos, sino que esculpía emociones. La dirección de Rubén Rullo Romo fue clave: un trabajo meticuloso, una lectura honda y expresiva de cada marcha procesional, sin excesos ni concesiones al efectismo vacío. Todo respondía a un sentido, a una intención musical profunda y meditada.
La interpretación de piezas emblemáticas del repertorio cofrade no fue una mera ejecución, sino una verdadera declaración de amor a la música procesional. Algunas de las obras interpretadas fueron Mesopotamia, de José Vélez; 'Mi amargura', de Manuel Ferrer; 'Aeternum', de Vítor Manuel Silva; 'La Saeta', de Joan Manuel Serrat, y 'La Madrugá', de Abel Moreno Gómez. Cada acorde estaba sostenido por una convicción artística que solo se alcanza con años de trabajo y una pasión inquebrantable.
Mención aparte supuso La Saeta, que puso en pie a muchas de las y los asistentes al concierto. La emoción se desbordó en el auditorio cuando los primeros acordes de esta icónica pieza comenzaron a resonar en la tarde toledana. La interpretación fue sentida, profunda, con un lirismo que traspasó el ámbito musical para convertirse en un homenaje sincero a la devoción popular que Serrat inmortalizó con su versión del poema de Antonio Machado. Un instante de comunión entre músicos y público que demostró, una vez más, la capacidad de la música para trascender y emocionar.
De manera especial, destacó la interpretación de Mi amargura, de Manuel Ferrer, una obra que ha trascendido más allá de su esencia procesional para convertirse en un emblema de la música cofrade contemporánea. Con un inicio melancólico y una progresión armónica que desemboca en un clímax de profunda emotividad, la agrupación musical logró extraer todo el dramatismo contenido en la partitura. La interpretación en Toledo estuvo a la altura de esa intención: fue un momento de recogimiento absoluto, en el que el público apenas respiraba, envuelto en la intensidad de cada nota.
Pero si 'Mi amargura' estremeció, 'La Madrugá' puso el broche de oro. La obra maestra de Abel Moreno Gómez, símbolo de la Semana Santa andaluza, brilló con luz propia en Toledo. Su introducción solemne, con un tempo sereno y envolvente, fue el preámbulo de una interpretación cargada de misticismo. La Asociación Musical 'Santa Cecilia' supo captar la esencia de esta partitura icónica, con una ejecución que equilibró la solemnidad con la grandiosidad que exige la obra. Las trompetas, nítidas y conmovedoras, elevaron la melodía principal con una majestuosidad inigualable, mientras que los matices dinámicos lograron una intensidad dramática que hizo vibrar al público. En ese instante, Toledo no solo escuchaba, sino que sentía cada nota en su piel, como si las primeras luces de la madrugada sevillana se reflejaran en las calles históricas de la ciudad imperial.
Primer Certamen de Bandas de Música en la Semana Santa de la Ciudad de Toledo
Este concierto puso el broche de oro al primer Certamen de Bandas de Música en la Semana Santa de la Ciudad de Toledo, un acierto de programación de la Junta de Cofradías de Semana Santa de Toledo, con el impulso decidido de la Diputación Provincial de Toledo y el Ayuntamiento de Toledo. Durante este certamen han pasado por el escenario formaciones de gran nivel como las agrupaciones musicales de Torrijos, Madridejos y Dosbarrios, en un evento que ha demostrado el arraigo y la excelencia de la música procesional en la provincia.
Al finalizar el concierto, el público, todavía conmovido por lo vivido, volvió a ponerse en pie en reconocimiento al trabajo impecable de la Asociación Musical "Santa Cecilia" de Villafranca de los Caballeros. Cada una y cada uno de sus integrantes, desde el más experimentado hasta el más joven, demostró que la excelencia no es fruto de la casualidad, sino del esfuerzo y la dedicación diaria. Felicitaciones a cada componente de esta agrupación musical, que ha escrito en Toledo una página imborrable de la historia musical de la Semana Santa.
Y es que, cuando se tienen las ideas claras, la música habla por sí sola. La Asociación Musical "Santa Cecilia" de Villafranca de los Caballeros llegó a Toledo con la certeza de quienes saben lo que hacen y, sobre todo, por qué lo hacen. No hubo improvisación ni dudas: todo estuvo al servicio del mensaje musical. Era evidente que en cada músico latía la tradición y la excelencia de una formación que, con los años, ha convertido la música en un pilar esencial de su comunidad.
Toledo escuchó y entendió. Porque cuando la música es de verdad, cuando se toca con el alma y con la precisión de un mecanismo de relojería, no hacen falta discursos ni presentaciones grandilocuentes. Fue solo música. Y fue inolvidable.