Poco más de un mes después de la DANA del pasado 3 de septiembre, que dejó cuatro víctimas mortales en la provincia de Toledo -tres de ellas en carretera-, así como graves daños en infraestructuras, servicios, empresas o viviendas, todavía hay municipios que intentan recuperar la normalidad. Los efectos devastadores que provocaron estas lluvias torrenciales tienen sus causas y se antoja esencial reflexionar sobre las mismas y actuar en consecuencia para poder afrontar futuros episodios similares.
"Queda muy claro que lo que hay que hacer es intentar parar esa destrucción que tiene el agua cuando baja a gran velocidad y con esa energía que toma. Eso se puede hacer, lo que hay que hacer es ponernos a ello". Es una de las reflexiones que trasladó Beatriz Larraz, profesora de la UCLM y directora de la Cátedra del Tajo UCLM-Solíss, en el el espacio 'El miradero' del programa 'Hoy por Hoy' de la Cadena Ser, en el que participó también este medio.
¿Cómo se puede implementar posibles soluciones para afrontar próximos fenómenos similares? Según Larraz, hay que actuar en dos vías: "aguas arriba de las poblaciones y en los propios municipios". En el primer caso, subraya, "lo que hay que intentar es que los arroyos acaben siendo lo más naturales posible". En el estudio que han realizado desde la Cátedra tras la DANA han observado que "están totalmente degradados".
En el informe, la Cátedra recoge situaciones comunes que encontraban los arroyos al llegar a los municipios: "el espacio fluvial invadido, urbanizado, encauzado y, en muchos casos, soterrado bajo calles y edificios. Estos cauces, a los que se les ha robado su espacio, no son capaces de retener el volumen de agua que les llega de forma torrencial. El resultado es el que hemos visto estos días: calles convertidas en torrentes y un agua con una enorme fuerza destructiva", indican en el documento que puede consultarse en el siguiente enlace:
Los arroyos, aguas arriba de las poblaciones, están "muy encajonados, no tiene orillas suaves". "Eso se produce, fundamentalmente, y no quiero que se entienda mal, por la agricultura. Cuando se ara justo hasta el borde no se respeta el espacio del arroyo, que no es solo por donde discurre el agua", explicó Larraz, que recordó que buena parte de los arroyos de la provincia son estacionales -Ramabujas, Degollada, Aserradero...-, por lo que no tienen agua la mayor parte del año. "Creemos que su cauce es ese espacio medio y es mucho más amplio".
Laminar y esponjar el agua
En este sentido, considera que las labores agrícolas que se realizan en terrenos que colindan con arroyos han de dejar un mayor espacio natural de actuación al arroyo. "Cuando se encajona, el agua coge velocidad y ese es el efecto destructivo que tiene aguas abajo. Si le dejáramos su espacio tendríamos lo que se llama el efecto de laminación, un sitio por el que el agua puede salir perdiendo cantidad así cantidad y velocidad. Tendría que hacerse en sitios intermedios antes de llegar a las poblaciones", apunta.
También afecta la situación a la que hace referencia Larraz a la vegetación de ribera, que actúa también de esponja en las crecidas del arroyo. "La gran cantidad de agua que cae va a poder venir otra vez. Si consiguiéramos que el terreno pueda esponjar la mayor parte de ella, llegaría al freático, a los acuíferos, se almacena e iría descendiendo hacia el propio cauce del río sin efecto destructivo".
En segundo término, la directora de la Cátedra del Tajo UCLM-Soliss hizo referencia también a la urbanización que se produce en los propios municipios, "encima de los cauces de los arroyos". "No me gusta decir que un arroyo pasa por un polígono industrial o por una vivienda. Es al revés. Somos nosotros los que hemos construido encima. En el caso de la estación de los autobuses -urbanos- en el Polígono es tremendo, el depósito está puesto encima del curso del arroyo", indicó Larraz sobre este enclave que terminó anegado de agua y barro y dónde se encontraba buena parte de la flota de la empresa que gestiona el transporte público de Toledo.
Se ha hecho viral el anegamiento del depósito de autobuses urbanos. Se ha debido al desbordamiento del Ramabujas, que desciende de Nambroca y Las Nieves. Se embalsó antes de la N-400. pic.twitter.com/xymzcCp9oy
— Eduardo Sánchez Butragueño (@EduSButragueno) September 5, 2023
"Queda patente que la solución de encauzar y poner tubos tremendos a su paso por las ciudades -para canalizar los arroyos- no está siendo una solución. Cuando el agua viene muy fuerte todavía es más grande la destrucción", agregó Larraz, que considera que es un asunto que tienen que abordar las administraciones competentes y que incluye el debate como el traslado de ciertas infraestructuras en determinadas superficies.
Respecto a la limpieza de los cauces que han venido exigiendo en las últimas semanas distintos representantes institucionales o la patronal toledana, Larraz explica que "los arroyos se limpian solos". "Salvo la limpieza obvia que ha de realizarse cuando existe demasiado sedimento a su paso por debajo de una carretera o cuando se cae un árbol, lo demás puede hacerlo el arroyo solo. Pero el esponjamiento sí que hay que hacerlo y la capacidad de laminación también. Supone inversiones y hablar con los actores implicados", apuntó Larraz, que precisó que la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) es responsable de la limpieza de arroyos "aguas arriba o abajo, no en terrenos urbanos".
La experta subraya que las consecuencias generadas por la DANA no suponen "una cuestión de culpabilizar a nadie, nunca". "Es un tema de que tomemos conciencia todos. Hablo de las personas individuales también, de que cuando te vas a comprar un chalé adosado mires por dónde circula el agua. Vamos a aprender que los arroyos están ahí, aunque no se vean la mayor parte del año. Tienen una función en la naturaleza".
¿Qué hemos aprendido de las inundaciones de la pasada #DANA? ¿Qué se puede hacer para evitar los daños y el riesgo en la próxima DANA?
Hemos analizado 18 localidades toledanas afectadas por inundaciones para dar respuestas. #LaCátedraResponde
Artículo👉https://t.co/l1VME6ppGe pic.twitter.com/haZMY7SmlH— Cátedra del Tajo UCLM-SOLISS (@catedradeltajo) September 28, 2023
Lo que también es claro es que estos fenómenos meteorológicos van a continuar produciéndose. En el estudio que hizo la Cátedra del Tajo también se cita un informe de World Weather Attribution sobre los episodios de DANA sucedidos en la región Mediterránea en septiembre. "Aunque no han podido asegurar su atribución al cambio climático (debido al carácter restringido del fenómeno en España) sí dan credibilidad a esta hipótesis, entre otras razones porque las fuertes temperaturas sufridas en el verano generalmente conducen a lluvias más intensas. El informe señala que las fuertes lluvias sufridas en España tienen un tiempo de retorno entre 10 y 40 años, es decir, que cada año hay una probabilidad de entre el 2,5 y el 10% de que se produzca un episodio similar".