“Incorporar a las mujeres en nuestras rutas culturales enriquece, nos salimos de la ruta convencional y proporcionamos la posibilidad de cambiar el modelo turístico hacia un modelo más sostenible que es lo que Toledo debería plantearse en el presente”. Esta es una de las principales propuestas de la arqueóloga y gestora cultural toledana, Gema Alonso, quien apuesta por incorporar la perspectiva de género en todos los aspectos del patrimonio.
“Yo no soy especialista pero tras trabajar como arqueóloga y guía en Toledo me he dado cuenta de que las mujeres estamos en un papel secundario, siempre se visibilizan más los trabajos masculinos” y ella ha decidido romper con esta línea. Así lo hacía en la que ha sido su primera exposición con perspectiva de género: la muestra temporal 'Hércules en Talavera. El retorno de un héroe’. “Yo he sido la comisaria y hemos incorporado la perspectiva de género incluyendo un apartado específico sobre las mujeres romanas”.
La exposición talaverana ha sido uno de los ejemplos que Alonso exponía el pasado jueves, 19 de enero, en su conferencia ‘Miradas de género sobre nuestro patrimonio’, una de las que conforman la programación del I Ciclo de Mujer y Territorio que se celebra en Toledo entre los meses de noviembre y mayo con el objetivo de ofrecer herramientas para aplicar la perspectiva de género en todos los ámbitos sociales.
Y es que, según Alonso, “visibilizar a las mujeres siempre va a enriquecer porque va a contar toda la historia, y no es tan difícil”, afirma la toledana. “Es básico en el siglo XXI incluir elementos que tengan que ver con las mujeres porque es importantísimo darlas a conocer y explicar que su papel siempre ha sido muy importante”, añade.
Tal y como detalla la arqueóloga, fue en el siglo XIX cuando la mirada patriarcal se empezó a imponer en todos los sectores “dejando atrás a las mujeres”. “Desde entonces la cultura siempre ha sido relacionada con algo masculino, sin embargo, es necesario contar la verdad, tal y como ha hecho Marga Sánchez en su libro ‘Prehistorias de mujeres’, donde explica cómo las mujeres siempre han estado en segundo plano pero creando, construyendo y en este caso también haciendo arte”.
“No es verdad que las mujeres no hayan hecho nada” y, por ello, “es importante visibilizar la verdadera historia de la mujer en los museos”, espacios donde los hombres son tradicionalmente los protagonistas, y no solo como autores o artistas. “Incluso están en el lenguaje, cuando se habla de ‘la evolución del hombre’, el artesano o el pintor”.
La gestora cultural recuerda un estudio de las ‘Guerrilla Girls’. Este colectivo estadounidense denunció que solo un 5% de las obras del Museo de Arte de Nueva York eran de mujeres artistas. Ellas se limitaban a aparecer desnudas en el 85% de las obras.
“Es clave cambiar estas cifras o por lo menos llegar a un término medio entre mujeres artistas y mujeres representadas”, subraya Alonso quien asegura que en Toledo ya se ven ejemplos de este cambio. “Por ejemplo, el Museo de Santa Cruz tiene obra de la artista Amalia Avia sobre la que han organizado una exposición en Madrid. Debido a esta visibilización desde el Instituto de la Mujer se han creado los premios que llevan su nombre para destacar a mujeres artistas de la región”, recuerda. “Este tipo de acciones son muy necesarias desde cualquier administración”.
Una década de miradas de género
“Si hacemos un recorrido histórico sobre la situación de género y el feminismo ha habido una evolución bastante importante”, asegura la gestora cultural, quien considera el 2010 como el inicio del cambio. “A partir de ahí los museos incorporan a las mujeres en sus discursos: en el caso de la arqueología se ha tendido hacia la construcción de un discurso menos androcéntrico; y en colecciones de arte se ha incorporado a mujeres artistas a las colecciones permanentes”.
Además, actualmente destacan aquellas pinacotecas que no realizan una programación especial con motivo de fechas como el Día de la Mujer. “Se organizan muchas actividades relacionadas con la mujer, como por ejemplo en el marco de la celebración del 8 de marzo que se ha incluido en las actividades de la mayoría de los museos”, recuerda Alonso.
Estos son algunos ejemplos de cómo dejar a un lado la visión machista del patrimonio, tanto del patrimonio inmaterial, como en el arte, la historia o incluso laboralmente ya que hay “más mujeres dedicadas profesionalmente al mundo del patrimonio”. “Como dato, los profesionales de los museos son mayoritariamente mujeres en un 80%, pero también en archivos, bibliotecas y restauración”, señala Alonso. “Además, el perfil de las personas que visitan exposiciones o yacimientos, según el Ministerio de Cultura, son mujeres mayores de 25 años con un nivel cultural bastante alto”.
“Estamos tanto detrás de la cámara como delante en el panorama cultural”, afirma la arqueóloga quien recuerda su propia experiencia para reconocer el auge del feminismo en su sector. “Yo soy del 77 y cuando entraba en los museos nunca encontraba un referente femenino con el que identificarse, ahora las niñas pueden sentirse referenciadas con mujeres coleccionistas o artistas y desarrollar una mentalidad mucho más abierta y en igualdad en torno al género”. Por ello, según Alonso, “hacer esta visibilización puede cambiar la sociedad”.
Y es que, el patrimonio debe incorporar el feminismo para la sociedad. “Creo en el papel de los museos como referente para el desarrollo de la sociedad, por lo que tienen que estar a la orden del día con todo lo que le preocupa a la sociedad en este momento: género, otras identidades, cambio climático, LGTBI… son realidades tienen que estar en los discursos de nuestros museos”.
“Los usos de los museos tienen que dejar de ser decimonónicos para incluir un aire de modernidad”, subraya la gestora cultural.
Feminismo y patrimonio toledano
“Creo que es importante hablar en Toledo de la mujer y de lo que ha representado en el arte y en la historia de la ciudad”, concluye Alonso quien creó la empresa de rutas turísticas ‘La maleta de Blay’, llamada así en honor a Nellie Bly, la primera periodista de investigación de la historia que dio la vuelta al mundo en 72 días.
“Ha habido compañeros que han realizado rutas con historia de mujeres como Juana de Castilla, María Pacheco o las propias comunidades de monjas haciendo visitas a los conventos para ver que esas mujeres hacen una labor en nuestra sociedad y son creadoras de espacios patrimoniales”, explica.
Cada vez son más las iniciativas que abogan por este tipo de perspectivas, no solo para diferenciarse del discurso predominante si no por una cuestión de justicia con la mitad de la población, las mujeres. Con este objetivo surge el I Ciclo de Mujer y Territorio cuyas charlas “son necesarias a parte de interesantes… Coeducar en igualdad es básico y el asistir a estas conferencias forma parte de esa educación no formal a la que asistimos para enriquecernos”.
Herstóricas llega a Toledo: "La historia de las mujeres nos lleva a cualquier lado"