A escasos metros de la milenaria mezquita de El Cristo de la Luz, el pasado uno de julio abrió sus puertas una nueva tienda en la ciudad de Toledo. Treinta metros cuadrados dan sentido a ‘Alminar’, un espacio de reencuentro con el arte y la artesanía de diferentes culturas del mundo.
Precisamente aprovechar los espacios y crear ambientes en lugares reducidos es una de las especialidades de Fathi Sayed, un egipcio, licenciado por la Facultad de Lenguas y Traducción de la Universidad de Al Azhar, en El Cairo, en el Departamento de Traducción simultánea, que llegó a España en los años 80 con una beca de estudios del Centro Cultural Hispánico de la capital egipcia, actualmente Instituto Cervantes. Este fue el comienzo de una estancia que se fue dilatando cada vez más hasta que se instaló definitivamente en nuestro país, su “tierra de acogida” como él la llama.
Su mente emprendedora le hizo recalar en Toledo hace doce años donde ha tenido varios negocios, cuyos clientes en un alto porcentaje son turistas. Responde a mi pregunta con humildad que habla seis idiomas y reconoce tener una gran habilidad para reciclar y reutilizar materiales en su vertiente creativa, como se puede comprobar en ‘Alminar’, su último proyecto empresarial.
¿Por qué abrir una tienda dedicada a la decoración en Toledo?
La decoración siempre me ha gustado mucho. No sé lo que tiene. Podría decir que todo lo relacionado con crear un ambiente relajante, bello, que llegue al espíritu y al corazón me llama la atención y uno tiene que tener un cierto grado de gusto en todo lo que hace. Además me gusta mucho encajar cosas que en teoría no tienen nada que ver unas con otras, fusionar culturas y estilos; demuestra que es compatible el encaje de cosas diferentes.
El hecho de abrir esta tienda en Toledo tiene una razón muy sencilla; aquí llevo doce años viviendo y conozco bien la ciudad. Por otro lado, por lo que representa la fusión de varias culturas, por el turismo que atrae la ciudad y, lógicamente, porque es un sitio en el que he estimado que este tipo de negocio podría funcionar bien.
¿Qué podemos encontrar en ‘Alminar’?
Tengo de todo, tanto en artículos de regalo como en decoración. Desde cosas pequeñitas hasta artículos de decoración más grandes. La pieza más valiosa y no económicamente sino por lo que representa y a la que le tengo especial cariño por el tiempo que dediqué a su restauración es un antiguo ventanal, una celosía, que data de los años 40. Una pieza única de madera, hecha deuna sola pieza; estaba tan dañada que he invertido casi dos años en su restauración; he tenido que recomponerla y he dedicado mucho trabajo.
Aquí se pueden encontrar detalles artesanales desde un euro hasta piezas de varios miles de euros. Pretendo tener un poco de todo.
¿Cuál es la procedencia de todo lo que vendes?
De muchos sitios y países, tanto orientales como occidentales. Egipto, mi tierra natal, La India, Turquía, Nepal, Tailandia, un poco de todo. Y de aquí, de España, en general.
Parte son creaciones mías, que creo acoplando unas cosas a otras; piezas que traigo en vidrio y luego las monto yo, cosas que traigo hechas pero las perfecciono y las cambio.
¿Tu negocio está enfocado al turismo?
No está enfocado a nadie en concreto porque no es un negocio turístico; de hecho no vendo lo que se suele vender en las tiendas turísticas. Mi negocio está abierto a todo el mundo, que es bienvenido, aunque a lo largo de tantos años, con tantos negocios, me he dado cuenta de que lo que promueve el negocio y la ciudad es el turismo.
Me pasó incluso con el restaurante. Un porcentaje bastante alto, entre el 70 y 80% era turismo como es lógico, pero también tenía clientela de aquí, muy fiel. Durante años llegué a ocupar los primeros puestos en varias páginas de turismo, algo de lo que me siento muy orgulloso. Lo que pasa es que me gusta experimentar cosas nuevas, hacer proyectos nuevos y hacer cosas diferentes; no me gusta quedarme estancado ni
siquiera en la cima.
Al final es uno el que toma las decisiones y se hace cargo de las consecuencias y nunca me he arrepentido de ello ni creo que lo haga.
¿Cuál es el perfil de tus clientes?
Un poco de todo aunque un buen porcentaje son visitantes, turistas tanto norteamericanos como europeos, asiáticos, centro y suramericanos, amantes de la artesanía y con una cierta inclinación a la cultura mundial en general y oriental en particular.
Creador y experto en reutilización de materiales: “Cualquier cosa se puede reciclar”
Como creador, trabajas mucho el concepto de reciclaje
Cualquier cosas se puede reconvertir, le puedes sacar un uso fuera de su uso original, dependiendo de la necesidad, el estado, el conocimiento y el tiempo que tengas para hacerlo.
Cuando las circunstancias y el tiempo me lo permiten, voy haciendo cosas. Por ejemplo, si encuentro una parte de una lámpara antigua de estilo francés en un mercadillo, le acoplo una pieza de una lámpara árabe, algo que no tenga nada que ver…
Me he dado cuenta muy tarde de mi habilidad. Pero se lleva en los genes. Cuando era pequeño mi padre hacía cosas curiosas, cogía cosas y las convertía en otras. Parece que sin darte cuenta uno se queda empapado de eso y lo aprende sin querer y cuando llega el momento, sale.
¿Con qué materiales trabajas?
Vidrio, cuero, metal, tela…Trabajo muchas cosas. Puedo montar lámparas; traigo piezas de vidrio y las convierto. Hay otros materiales que también trabajo como la madera y el nácar pero ahora mismo no hay tanto tiempo como para dedicarlo a eso.
El tiempo vale mucho y que lo haga uno en su casa es una cosa pero que se dedique a ello para convertirlo en una actividad de la que se pueda vivir es imposible. No sale la ecuación.
Existe la creencia de que el arte y la artesanía son caros
Es muy difícil valorar el trabajo humano porque una pieza de arte o artesanía hecha a mano, a la que una persona dedicó horas, días, semanas o años de su vida, creo que no se le puede poner un valor material. Es relativo.
¿Te has planteado volver a Egipto definitivamente?
Egipto es mi tierra natal y allí está mi familia y voy para verlos para disfrutar de mis raíces. Mi intención es montar alguna cosa en El Cairo, relacionada con el tema de la restauración, aprovechando mi experiencia en este campo y en el de la decoración, aunque me lo tomo con calma.
Mi futuro no pasa necesariamente por pasar el resto de mi vida aquí o allí, sino estar entre mi tierra natal y mi tierra de acogida, estar en ambos sitios dependiendo de las circunstancias y la necesidad.
No me siento anclado a ningún sitio. Mi ambiente y mi tierra la puedo montar en 10 metros cuadrados si estoy a gusto. Lo fundamental de la vida es que uno tiene que estar bien, esté donde esté. Los pilares de la vida, la familia y la salud, para mí son lo primero. La tierra es algo secundario. ‘Alminar’ está situada en la Travesía de los Dos Codos, 5 (esquina Calle Cristo de la Luz) y abre sus puertas de martes a domingo en el siguiente horario:
De martes a viernes, de 10:00h a 14:00h y de 16:00h a 18:00h
Fines de semana, de 10:00h a 14:00h y de 16:00 a 20:00h
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