Comienza la vuelta al cole en Castilla-La Mancha. Será la más cara de los últimos años para las familias debido a una inflación disparada que alimenta la incertidumbre económica por la guerra de Ucrania y con una pandemia que todavía no ha finalizado, pese a que la normalidad será la tónica habitual en el nuevo curso escolar.
En la región este año hay 4.000 alumnos y alumnas menos y un 10% más de becas de comedor. Ayer la consejera de Educación, Cultura y Deportes ofrecía los datos más significativos.
Desde UNICEF Castilla-La Mancha han mostrado su “preocupación por las familias vulnerables que empiezan el curso con el reto de llegar a fin de mes, especialmente tras la subida del precio de la cesta de la compra y de servicios como la energía o los suministros”.
El director ejecutivo de UNICEF José María Vera recuerda que “la alta inflación tiene un impacto absolutamente devastador sobre las familias en una situación de mayor vulnerabilidad” y eso, añade, “nos inquieta de una forma especial en la vuelta a los coles”.
Coincidiendo con el inicio del curso la ONG aboga por “la gratuidad de artículos y servicios relacionados con la educación obligatoria, como libros de texto, comedor o transporte, especialmente para las familias con menos ingresos”, también pide que se mantenga el incremento de la dotación para becas y ayudas al estudio.
María es madre de un alumno de Toledo y explica cómo se está notando la inflación en el regreso a las aulas. “Hemos empezado con la compra de material escolar, ropa para el curso... Víctor necesita comedor y aula matinal. Es un gasto extra este año por la subida de precios. Todo es más caro: la compra, la gasolina, las actividades extraescolares…”
Así que han tirado de ayudas familiares. “Para nosotros la ayuda en red es importante porque te liberas económicamente un poco. Y luego siempre tienes ropa de algún primo o amigo que te prestan”.
Será un curso sin mascarillas, recuerda Víctor, el hijo de María y eso “es un alivio” porque ya “apetece acercarnos más a los amigos” . El director del CEIP Valparaíso de Toledo cree que que “será un reto para los niños y para nosotros”. Sin embargo no todo está como antes de la pandemia. “Se habla de normalidad, pero no existe: está la pandemia, hay una guerra muy cercana a nosotros y hay una situación que conlleva precios cada vez más caros” y recuerda la apuesta de la Educación pública “para que los gastos sean mínimos”.
En este nuevo curso y tras la entrada en vigor de la Lomloe, UNICEF también reclama que la figura del coordinador de Bienestar “no quede en papel mojado y se ponga en marcha de la mejor manera, tal y como dicta la ley”. En su opinión, esta figura tendrá un rol muy importante en la prevención y detección de la violencia en el ámbito escolar ya que se ocupará de coordinar los casos que requieran la intervención de los servicios sociales. “Será el referente principal para que los niños, niñas y adolescentes comuniquen posibles casos de violencia e informará a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de las situaciones que supongan un riesgo para un menor”.
Así lo cree Rebeca, estudiante de 16 años en Toledo. “Si tuviéramos un coordinador de Bienestar nos podría ayudar a no sentirnos solos, y solucionar los problemas de raíz”, aludiendo en particular al bullying. “Así podríamos acudir a alguien para contarle nuestros problemas o si necesitamos ayuda con otros compañeros o con algún profesor”, añade otra alumna de 14 años, Rocío, que este año cursará tercero de la ESO. “Me preocupan los compañeros que me toquen, por si no son mis amigos y también los profesores, por la manera en la que den las clases”.
“Es algo que ya trabajábamos en los centros: la convivencia”, apunta el director del CEIP Valparaíso. “Creo que es muy importante y que como siempre los directores nos quejaremos de que los recursos humanos de los centros, si queremos calidad educativa, tienen que ser más. Después, si nosotros viésemos cualquier situación que conlleve un malestar constante en los niños o niñas, tenemos que actuar, no podemos mirar nunca para otro lado”.
UNICEF reclama también que se garantice el derecho a la educación de la infancia refugiada. “Hay que superar obstáculos como la barrera lingüística”.
Julio Tomás, director del Colegio CEIP Valparaíso de Toledo sostiene que “a los niños ucranianos refugiados en España tenemos que ofrecerles el derecho a una educación. Y de una forma clara. Hay que intentar eliminar todas las barreras lingüísticas con apoyo rápido y constante de la Administración”. Rocío, una de las alumnas explica que tuvo una compañera ucraniana el curso pasado. “Poníamos el traductor del móvil para que entendiese a los profesores y compañeros”. Cree que los alumnos y alumnas ucranianas habrán aprovechado poco las clases.
Rocío dice sentir “presión” en el inicio del curso por “los estudios, los exámenes y un poco de estrés, por lo mismo también”. A Rebeca le preocupan “los profesores que me puedan tocar para que se hagan más amenas las clases y no sean tan difíciles. También me preocupan mis notas” en este año en el que cursará segundo de Bachillerato y espera pasar a la universidad.
Programa de consumo de frutas, hortalizas y leche
Este mismo jueves, el Diario Oficial de Castilla-La Macha ha publicado una Resolución de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes por la cual se establece la convocatoria de selección de centros escolares participantes en el Programa de consumo de frutas, hortalizas y leche para el curso escolar 2022/23.
La convocatoria va dirigida a centros de segundo ciclo de educación Infantil y Primaria, así como a centros de educación especial, todos ellos radicados en el ámbito territorial de Castilla-La Mancha y que estén sostenidos con fondos públicos.
Es beneficiario del programa de consumo de frutas y hortalizas el alumnado de educación Primaria de todos los centros educativos objeto de esta convocatoria, así como el alumnado de segundo ciclo de educación Infantil de los Colegios Rurales Agrupados (CRA), de las escuelas unitarias y de las escuelas incompletas.
Asimismo, es beneficiario del programa de consumo de frutas y hortalizas el alumnado de educación especial de Educación Básica Obligatoria (EBO) y del Programa de Transición a la Vida Adulta (PTVA).
De su lado, es beneficiario del programa de consumo de leche y productos lácteos el alumnado de segundo ciclo de educación Infantil y Primaria de todos los centros educativos objeto de esta convocatoria; además del alumnado de educación especial de Educación Básica Obligatoria (EBO) y del Programa de Transición a la Vida Adulta (PTVA).
Los centros que participen deberán informar a las familias de dicha participación, poner a disposición del proveedor autorizado un listado de intolerancias y alergias, destinar los productos suministrados para ser consumidos en horario distinto al de comedor y siempre dentro de las instalaciones del centro y nombrar a una persona que forme parte de la plantilla del centro como personal coordinador del programa.
Deberán igualmente comunicar cualquier incidencia relacionada con el producto, colocar carteles identificativos de su participación en el programa, participar en las encuestas de seguimiento y evaluación y conservar en condiciones higiénico-sanitarias adecuadas las raciones de las frutas y hortalizas o las raciones de lácteos.
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