Como muchas otras instituciones públicas, el Museo del Greco de Toledo también ha aprovechado el día Internacional de las Mujeres, que se conmemora el 8 de marzo, para poner su granito de arena en la lucha por la igualdad de género.
Lo hacía decorando sus estancias con tonos morados y frases feministas, aunque la gran acción ha llegado, como no podía ser de otra manera en una pinacoteca, a través de una exposición: 'Inés, doncella y mártir. Una restauración en femenino'.
El nombre dado a la muestra no es de casualidad, tal y como nos cuenta la directora del Museo del Greco, Rosa Becerril Sánchez. "Quisimos establecer una relación entre la obra, que necesitaba restauración, y el trabajo de las mujeres que conforman el equipo del Greco" y es que, la escultura ha sido rehabilitada por la restauradora Esther Gil, una de las trabajadoras de este museo público.
Tras los trabajos realizados por Gil, la obra, que no se encuentra habitualmente en la exposición permanente, se ha convertido en protagonista de una de las salas de la pinacoteca.
La escultura de Inés, una talla barroca de la escuela granadina de principios del siglo XVII, permanecía almacenada en los fondos del museo y ha sido un 8 de marzo cuando su figura, su historia y su restauradora se han convertido en protagonistas, referentes y ejemplo para todos los públicos que visitan este museo toledano.
"Inés necesitaba curar sus heridas y su escultura también"
Esta obra de arte es una talla de madera policromada cuya autoría se desconoce, según nos explican desde el museo. Aunque se desconoce el objetivo de su creador, o creadora, Becerril realiza una lectura del siglo XXI al asegurar que lo que representa la escultura de Santa Inés "va más allá del aspecto de la santidad". "Vivió una realidad que muchas mujeres aún hoy comparten, como es la falta de libertad", cuenta.
"Esta santa fue castigada cuando decide que no quiere contraer matrimonio", añade Becerril quien nos recuerda que, aunque en España esta realidad no es cotidiana, en muchos otros países continúa siendo una desigualdad de género que sufren numerosas mujeres y niñas.
De esta forma, el arte vuelve a destacar por esa función social que define a la cultura: contar la realidad para sensibilizar a su público, concienciar e intentar cambiarla. "Esta escultura narra una historia de violencia contra las mujeres, un relato que quizás se antoje insospechado hallar en la contemplación de una imagen religiosa, y del cual la misma revela muchas pistas a través, no solo de sus atributos iconográficos, sino también de su indumentaria o su peinado, elementos que en el caso de santa Inés adquieren una importancia inusual", explica.
"Inés necesitaba curar sus heridas y su escultura también", subraya Becerril quien destaca que los pasos seguidos por la restauradora también se recogen en esta exposición. "Esta muestra es fruto de un trabajo coral por parte del equipo técnico del Museo del Greco, más allá de la restauración propiamente dicha, convergen disciplinas como la conservación o la museología".
Y es que, en 'Inés, doncella y mártir. Una restauración en femenino' el público podrá ver numerosas realidades: el machismo del siglo XVII, el que perdura en la actualidad e, igualmente los avances en materia de igualdad de género reflejados en una restauradora, trabajo del que durante demasiado tiempo las mujeres han estado excluidas.
"Las aportaciones de las mujeres al progreso científico y tecnológicos han estado históricamente subestimadas e invisibilizadas", añade la directora del Museo del Greco quien considera que esta exposición y la programación especial de la pinacoteca sirven para revertir esta tendencia.
Dicha programación, tal y como destaca Becerril, ha incluido una campaña en redes sociales sobre la plantilla del Museo del Greco, formada por más mujeres que hombres. "Hemos compartido vídeos para dar a conocer a las mujeres que trabajan en el museo y crear referentes ya que en el mundo del arte, además de artistas, contamos con directoras, restauradoras, administrativas, personal de seguridad, de limpieza o de conservación", detalla.
Mientras los testimonios de estas trabajadoras quedarán para siempre en las redes sociales, la escultura de Inés podrá verse hasta el próximo 4 de junio.