La organización Automovilistas Europeos Asociados (AEA) ha identificado los 270 kilómetros de carreteras convencionales y autovías más peligrosos de España, localizados en un total de 72 vías de 43 provincias. Entre ellos, determina que el kilómetro 52 de la AP-36, en la provincia de Toledo, es el tramo de mayor peligrosidad entre las autopistas de peaje españolas.
Su Índice de Peligrosidad Medio (IPM) en el quinquenio 2018-2022 ha sido, como mínimo, diez veces superior al de la media nacional.
Así lo pone de relieve el último informe de la organización dedicada a la defensa de los conductores, que ha analizado la peligrosidad de la Red de Carreteras del Estado en el periodo de 2018 a 2022, a partir de los últimos datos disponibles del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.

En el caso de Cantabria, estas vías peligrosas se sitúan entre los puestos 82 y 253 del ranking y corresponden a las nacionales N-611, con dos; N-621 con cinco; N-629 con dos; y N-634 con seis.
En concreto, en la N-611 los kilómetros más peligrosos son el 120 y el 189; en la N-621, los puntos 125, 126, 133, 143 y 145; en la N-629, los kilómetros 53 y 58; y en la N-634, los puntos 139, 154, 234, 238, 244 y 268.
Datos nacionales
La investigación sostiene que el Índice de Peligrosidad Medio de la Red de Carreteras del Estado ha disminuido un 2,4 por ciento entre 2018 y 2022 respecto del quinquenio anterior (8,4 frente a 8,2). “Sin embargo, todavía hay en las carreteras españolas demasiados 'puntos negros' que es necesario corregir”, ha alertado.
AEA es consciente de que “la falta de presupuestos puede retrasar la necesaria actuación en esas infraestructuras”, pero ha defendido la importancia de que “al menos que los conductores sepan donde están situados para tomar las debidas precauciones”. Así, ha destacado que en los 270 kilómetros de la red de carreteras identificados se han contabilizado 1.591 siniestros y 2.273 víctimas, la mayoría de ellas leves.
Para seleccionar los tramos más peligrosos de España, AEA ha tenido en cuenta los tramos de un kilómetro de carreteras de la Red del Estado (RCE) con un Índice de Peligrosidad Medio en los cinco últimos años igual o superior a 82, es decir, tramos de carretera que al menos tuvieran un índice de peligrosidad diez veces superior al de la media nacional en 2022 (8,2).
Carreteras convencionales y de peaje
El informe de AEA apunta que, en el caso de las carreteras convencionales, los tramos más peligrosos se han localizado en los kilómetros 252 y 255 de la N-4a, en la provincia de Jaén, con un índice de peligrosidad que supera en 198 veces la media nacional.
Sin embargo, el estudio señala al kilómetro 0 de la autovía A77a, en Alicante, como el tramo que contabiliza más accidentes (110) y víctimas (158) de la Red de Carreteras del Estado. A este punto le siguen el kilómetro 17 de la autovía T-11, en Tarragona, con 92 accidentes y 145 víctimas; y el situado en el kilómetro 12 de la autovía A-55, a la altura de Mos, en Pontevedra, con 58 accidentes y 107 víctimas, si bien este no aparece entre los 270 más peligrosos porque ha mejorado su índice de peligrosidad respecto a periodos anteriores.
Finalmente, desde la organización concluyen que las autopistas de peaje son las infraestructuras “más seguras” para circular, aunque en el periodo de análisis se han localizado 75 tramos de autopistas con índices de peligrosidad tres veces superior a la media nacional (4,0), en los que se han registrado 396 accidentes y 640 víctimas, la mayoría de ellos de carácter leve (605).