El Ayuntamiento de Toledo está trabajando para finalizar el nuevo pliego de condiciones del servicio de recogida de basura y limpieza viaria para "cerrarlo cuanto antes y licitarlo", según manifestó la portavoz del equipo de Gobierno municipal, Noelia de la Cruz, acerca de este servicio que actualmente se encuentre prorrogado hasta el próximo mes de noviembre y que incorporará la implantación del quinto contenedor -el marrón- para facilitar la recogida selectiva de biorresiduos.
"La normativa europea nos obliga prácticamente ya a hacer una nueva separación en los contenedores de residuos sólidos urbanos. Nosotros lo tenemos contemplado en los borradores iniciales del nuevo pliego de condiciones técnicas para contratar el servicio de limpieza y recogida de residuos", apunta la portavoz a este medio en relación a ese quinto contenedor con el que han de contar los municipios mayores de 5.000 habitantes e industrias agroalimentarias de Castilla-La Mancha antes del 31 de diciembre de 2020.
El resto de localidades con menos de esta población tendrán tres años más. Así se recoge en la Estrategia Regional sobre Gestión de Biorresiduos en Castilla-La Mancha, un plan de acción que el Ejecutivo regional ha elaborado para adoptar una gestión adecuada de los biorresiduos que permita cumplir con los objetivos de eliminación y reciclados marcados legalmente.
"Va a ser un quinto contenedor más pero la emergencia climática en la que nos encontramos actualmente requiere el seguir separando correctamente los residuos y seguir optimizando ese trabajo. Es un reto global que tenemos todas las ciudades en el que tenemos que trabajar todos en esa línea para proteger el medio ambiente y dar a nuestros hijos un planeta mucho mejor del que nosotros tenemos ahora", explica de la Cruz, también concejala de Obras y Servicios Medioambientales y Transición Ecológica en el Consistorio toledano.
Esta separación selectiva de biorresiduos se hará extensiva a comercios, hostelería, oficinas y mercados, así como al resto de actividades del sector servicios, en el momento en que el municipio en el que se ubiquen sus instalaciones proceda a implantar la recogida selectiva. Hasta ahora, en Castilla-La Mancha los biorresiduos se han recogido mezclados con otros residuos, dentro de lo que se denomina fracción resto, lo que hace que una parte significativa de ellos acaben depositados en vertedero.
"No vemos factible inundar el Casco con 200 contenedores" pero sí "la recogida selectiva"
Por otra parte, en relación al nuevo pliego de condiciones en el que trabaja el equipo de Gobierno, la portavoz municipal indica que intentarán aprobar el mismo de "la forma más consensuada posible", "apostando siempre por la recogida selectiva en el Casco". "Nos mantenemos en la línea de que no vemos factible inundar el Casco con 200 contenedores. Tenemos inconvenientes como la estrechez de determinadas calles para hacer un sistema mixto con contenedores de quita y pon", agregó no obstante de la Cruz.
En este sentido, recuerda que el pliego de condiciones "no tiene que tener un sistema concreto" de recogida y que, actualmente, están "valorando diferentes posibilidades y viendo el ejemplo de otras ciudades con un sistema parecido al nuestro". Un sistema que apuesta por no encarecer y que, desde el próximo año, contará con la recogida por separado de biorresiduos en el contenedor marrón que sí se puede ver ya en otras ciudades de la región como Guadalajara.
¿Qué son los biorresiduos?
Son aquellos biodegradables procedentes de jardines, parques, los alimenticios y de cocina procedentes de hogares, restaurantes, servicios de restauración colectiva y establecimientos de venta al por menor; así como los originados en plantas de transformación de alimentos. En este caso, no se incluyen los residuos agrícolas o forestales, el estiércol, los lodos de depuración ni otros también biodegradables como textiles naturales, papel o madera tratada, que tienen sus propios procesos de recogida y reciclaje.
Si nos fijamos en casos concretos, hablamos de biorresiduos en el caso de pieles y restos de fruta, huesos y restos de carne, espinas y restos de pescado y marisco, cáscaras y pieles de huevo y frutos secos, y en general restos de comida y comida en mal estado. En el caso del papel, son biorresiduos el papel de cocina sucio, el cartón sucio de aceites y alimentos, o también las servilletas de papel. Y algunos restos vegetales pueden ser ramos de flores, plantas y hojas secas, malas hierbas y hojarasca. También lo son los excrementos de animales domésticos sin lechos ni arenas absorbentes. Actualmente todos se recogen como parte de la basura orgánica.