La Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo ha incorporado a su colección una nueva escena de baños en el Tajo, de alto valor documental.
Tiene lugar a la altura de la playa de la Solanilla, una de las más frecuentadas entre todas las playas naturales del río Tajo a su paso por Toledo, especialmente por los vecinos de este barrio, próximo al Puente de San Martín. Sin embargo, hasta la fecha no existían filmaciones que mostraran a los toledanos bañándose en este punto.
Gracias a la cesión de unas imágenes caseras por parte de Andrés Laín, es posible viajar en el tiempo hasta 1965. En ellas se aprecian el río Tajo y el Puente de San Martín, así como la escultura del monumento al Corazón de Jesús del Cristo de la Vega, situado en la otra orilla del Tajo.

El río aparece con sus aguas limpias, lleno de vida, con jóvenes utilizando barcas con remos y refrescándose en el agua. En la ribera se aprecia una frondosa arboleda de olmos “negrillos”, álamos blancos y sauces, principalmente. Bajo ellos, decenas de vecinos disfrutaban de un río que era fuente de múltiples beneficios, incluido el ocio. Aún quedaban siete años hasta la fatídica fecha de junio de 1972, en que fue oficialmente prohibido el baño en el Tajo en Toledo, como consecuencia de la elevada contaminación.