"No ha habido suerte". La nueva búsqueda que ha hecho este mes de mayo la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) con el objetivo de encontrar una fosa común en Los Cerralbos ha sido infructuosa. Tras varios días de excavaciones, el equipo de voluntarios no ha podido dar con los cuerpos de las cinco víctimas de la dictadura franquista que buscan en el paraje Los Parrales, situado a un kilómetro del término municipal.
Tras el primer intento que hicieron en julio de 2021, la pasada semana regresaron a la localidad toledana con el ánimo de, esta vez sí, encontrar la fosa común. "El año pasado encontramos casquillos, proyectiles... evidencias del asesinato, y decidimos volver este año. Es un caso que no tenemos cerrado", manifiesta a este medio Marco Antonio González, portavoz del colectivo.
Pese a estas pruebas, la amplitud de la superficie en la que realizan la búsqueda dificulta dar con esta fosa, en la que estarían los restos de Pablo Arrogante Alía, Teodoro Dionisio Fernández, Lucio Jiménez Fernández y los hermanos Baldomero y Eulogio Díaz Zapata. Todos ellos asesinados por el franquismo el 5 de noviembre de 1936.
En esta segunda ocasión, el equipo de la ARMH ha trabajado en unos 2.000 m2, en una zona muy cercana a la que ya realizaron el año pasado. Se trata de fincas que "sufrieron una concentración parcelaria en los años 60" que hizo que desaparecieran los puntos de referencia aportados por familias y testigos.
"La única referencia es un camino viejo que casi ha desaparecido. El campo es inmenso", añade el portavoz de la asociación, que gracias a la fototeca del Instituto Geográfico Nacional y las fotografías de vuelos americanos pudieron comparar los diferentes estados y posibles cambios de las dimensiones de las fincas del paraje Los Parrales.
Familiares de tres de los hombres asesinados se pusieron en contacto con la asociación. Patricia, bisnieta de Teodoro Dionisio, fue una de estas personas. Su abuela, de 87 años es hija del desaparecido, vive en Los Cerralbos -al igual que otros familiares de las víctimas- y "lleva toda la vida esperando el momento de poder localizar los restos de su padre para poder darles una sepultura digna".
"Las evidencias históricas y la tradición oral no fallan, lo que falla es la interpretación de la zona nueva"
En este sentido, reconocía el portavoz de la ARMH que son los testimonios y la memoria oral de familias como la de Patricia los que guían la búsqueda que han emprendido en esta localidad toledana. "Otra familia que reside en Francia nos daba la misma versión: en el camino viejo de Montearagón, al lado del arroyo... el problema es dar con ellos", manifiesta González.
Además, añade que según otras fuentes, el hijo del que fue maestro de Los Cerralbos en esa época y a quien parece ser que pertenecían las tierras, Ángel Fernández-Santos Jiménez, cuenta en sus memorias el asesinato y "daba el dato concreto de que había sido en la finca de su padre". "Las evidencias históricas y la tradición oral no fallan, lo que falla es la interpretación de la zona nueva", agrega.
"Los propios proyectiles son los que nos van guiando porque los cuerpos tuvieron que quedar en un pequeño radio alrededor". Esta es una de las razones por las que tanto las familias como el colectivo se mostraban "esperanzados" respecto al éxito de los trabajos. "Los testimonios recopilados dicen que están ahí, que nadie los recogió ni se los llevó al pueblo, además no ha habido maquinaria pesada, ni construcciones", explicaban.
La asociación, que probablemente vuelva a intentar encontrar la fosa y a intentar recuperar la memoria histórica del episodio que se vivió en esta municipio, ya señaló que se encargarán de la exhumación e identificación de los cuerpos con sus propios recursos.
Los hechos ocurrieron “una vez que entran las tropas golpistas” a Los Cerralbos. Estos cinco hombre fueron "detenidos extrajudicialmente y asesinados por los franquistas", tal y como atestiguaron años después las viudas de los represaliados y como hacen los propios vecinos del municipio.