La plataforma de movilidad Bolt anunció hace poco más de una semana el lanzamiento de su servicio de taxi en Toledo, generando de inmediato una fuerte controversia y el rechazo frontal de la Asociación Local del Taxi de la ciudad. Sin embargo, aunque su aplicación está activa, tras varios intentos en distintos días, en las pruebas que ha hecho este medio no seha podido llevar a cabo la solicitud de un servicio.
En declaraciones a este medio, el director de la compañía en España, Daniel Georges, afirma que ya han realizado algunos servicios pero precisa que hay "mucha más demanda que oferta", por lo que cuando los usuarios "se conectan, los taxis están ocupados, haciendo servicios". La empresa cifra entre 10 y 20 taxistas los que se habían apuntado a la aplicación antes del lanzamiento.
"Lo que sí que esperamos es que en las próximas semanas se puedan ir activando más taxis e ir satisfaciendo la demanda que hay en la ciudad", agrega el director de la compañía en España, que asegura que Bolt ha iniciado operaciones en Toledo a petición de taxistas locales y con el respaldo de cifras de movilidad urbana en la región. De su lado, la Asociación desmiente rotundamente cualquier contacto y califica la noticia de su implantación de "falsa", alertando sobre los riesgos para el sector.
Bolt, que ya se ha consolidado en ciudades españolas como Madrid, Barcelona, Sevilla, la Costa del Sol, Zaragoza y Murcia, eligió Toledo por su perfil estratégico con más de 90.000 habitantes, su creciente volumen de visitantes (más de 1 millón en el último año y 1,7 millones de pernoctaciones) y un entorno patrimonial que demanda soluciones de movilidad sostenible. La compañía afirma estrenarse en Toledo con una oferta "pionera": una comisión inicial del 0% exclusivamente para taxistas, garantizando que estos profesionales conserven el 100% de sus ingresos.
Según Daniel Georges, Director de Bolt en España, su objetivo es "poner la tecnología al servicio del taxi local, mejorar la experiencia del usuario y contribuir a una movilidad más eficiente". La plataforma asegura operar con taxis locales, respetando el equilibrio del ecosistema urbano y alineándose con el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) de Toledo.
Bolt también asegura haber informado previamente al Ayuntamiento de Toledo sobre su lanzamiento, aunque fuentes del Consistorio desmienten que les hayan comunicado formalmente el inicio de su actividad. Además, Daniel Georges explica que no buscan acuerdos con asociaciones, sino con taxistas individuales, y que respetan la postura de las asociaciones que rechazan las plataformas, aunque defienden el derecho de otros profesionales a elegir con quién trabajar.
El rechazo tajante de la Asociación del Taxi
La Asociación Local del Taxi de Toledo, por su parte, ha reaccionado con vehemencia. Tras consultar con el Ayuntamiento, calificaron la noticia de la llegada de Bolt como "absolutamente falsa" y lamentaron que se utilizara dicha información "en contra de los intereses de los cerca de cien autónomos del taxi de la ciudad". Miguel Ángel Ortega, presidente de la Asociación, insistió: "Todo lo que han dicho es falso".
La Asociación desmiente "de manera contundente" haber tenido contacto alguno con Bolt. Rechazan este tipo de empresas, argumentando que utilizan un "sistema de tarifa de depreciación del servicio para captar de manera rápida a los usuarios", para luego "subirlos de manera inmediata una vez que han consolidado su presencia". Ortega calificó los precios de Bolt como "ficticios e irrisorios" y acusó a la compañía de buscar "publicidad gratuita".
"Su anuncio ha provocado que la gente se meta en la app, donde exponen precios ficticios e irrisorios -para trayectos en Toledo-. Llevamos metiéndonos varios días y no hay servicio. Solo ha logrado alterar al sector del taxi", agrega Ortega, que recuerda que Cabify y Uber ya intentaron también implantarse en la capital regional, una propuesta que rechazaron porque apunta que, a través de Radio Taxi, operan con "la mejor calidad posible".
Desde la Asociación, se insiste en que las licencias actuales (86 taxis, que pronto serán 90) son suficientes para cubrir la demanda habitual de los usuarios. Alertan de que la llegada de empresas como Bolt "generaría una crisis irreversible en el sector del taxi", provocando la pérdida de empleo debido a una situación laboral insostenible. Además, subrayan que los taxistas tienen tarifas reguladas por ley, lo que hace "ilegal" cobrar precios que no se ajusten a la normativa, algo que consideran incompatible con la dinámica de precios de estas aplicaciones. Miguel Ángel Ortega también señaló que estar en Radio Taxi (la plataforma que aúna a la mayoría de los taxistas de la ciudad) y Bolt es "incompatible" y "sería competencia desleal".
Un taxista de Toledo, Juan, también expresó sus dudas sobre la operatividad de la aplicación, afirmando que no ve "ningún Bolt" al intentar usarla y sospecha que es una "noticia sonda para tratar de captar" clientes. Si bien la Asociación es contundente en su rechazo oficial, Juan no descarta que "bajo cuerda" algún taxista a título particular haya podido ofrecerse a colaborar, aunque apunta que en principio el sector va "en la misma dirección". Reconoce que, si Bolt llega, el sector tendrá "más competencia" y que, aunque haya picos de demanda no cubiertos en determinados eventos, sacan adelante el servicio con solvencia.
La dualidad del sector y la mirada al futuro
Daniel Georges de Bolt reconoce la "dualidad" y "contraposición" que suelen existir entre las asociaciones y los taxistas individuales en España. Mencionó casos como el de Zaragoza, donde una asociación "amenazó" a los taxistas que trabajaran con Bolt, provocando que muchos no se conectaran por "miedo a posibles represalias". A pesar de esto, Bolt confía en que el "ruido se desvanece" y que su oferta de 0% de comisión es una señal de compromiso con el taxi que mantendrán durante un tiempo indeterminado.
Ante la persistente falta de oferta de taxis en la aplicación, Bolt no descarta operar con VTC (vehículos de transporte con conductor) en Toledo en el futuro, una estrategia que aplica en la mayoría de ciudades donde opera y que permite ofrecer un servicio mixto al usuario. Bolt defiende que no son dueños de flotas propias en España, sino que trabajan con autónomos y flotas pequeñas y medianas, y que las críticas sobre largas jornadas y bajos salarios en el sector no están bien fundamentadas, ya que no ven "grandes diferencias" en las condiciones laborales entre taxis y VTC que colaboran con ellos.
La polémica en Toledo es un reflejo de la tensión entre el modelo tradicional del taxi y las nuevas plataformas digitales de movilidad, un debate que sigue abierto en el panorama del transporte urbano español.
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