Uno de los pocos árboles que hay en la plaza del Ayuntamiento de Toledo sufrió este pasado viernes la rotura de una rama de grandes dimensiones que no afectó a ningún viandante. Se trata de un Olmo de Siberia (Ulmus pumila), uno de los dos que hay en este enclave, que tiene entre 40 y 50 años.
Se trata del árbol que se sitúa más próximo a la fachada principal del Consistorio, frente a la Audiencia Provincial de Toledo, y bajo el que habitualmente se sientan sobre el alcorque elevado que funciona como banco.
Afortunadamente, cuando cayó la rama, con un tronco de un tamaño considerable, no había nadie bajo el árbol, aunque sí que había un chico cerca del mismo que no resultó afectado, según trasladan fuentes presenciales a este medio.

Eduardo Sánchez Butragueño, licenciado en Ciencias Ambientales, señala en declaraciones a Toledodiario.es que el olmo pumila es "una especie que da bastantes problemas". "Se le parten las ramas sin avisar y es muy peligroso", señala sobre este especie.
Precisamente, en 2023 otro ejemplar de olmo de Siberia -frente al Palacio Arzobispal- se tuvo que talar por el peligro que podía suponer para los viandantes. El alcorque que quedó vacío fue repuesto en febrero de 2025, a la vez que se sumó uno nuevo para dar sombra a esta plaza.
"Es una especie que se está quitando de todas las ciudades", apunta el experto, también recientemente nombrado director de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas (Rabacht) de Toledo, que recuerda que este tipo de árbol se plantó masivamente en España en los años 70 y 80.
"La mayoría de las ramas que se caen lo hacen por haber sido podado en el pasado. Por lo que, contra la corriente vecinal que pide podar cuando ve este tipo de cosas, lo correcto es todo lo contrario, es decir, no podar", agrega.
Precisa también que el olmo autóctono, aunque sí suele padecer grafiosis, no sufre este problema con sus ramas. Además, recomienda apostar por el almez -como alguno de los ejemplares que hay en Zocodover- como especie autóctona de nuestro clima.