Con motivo del centenario de la fundación de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo (Rabacht) en el año 2016, en el acto que se celebró en el Palacio de Fuensalida, se promovió la idea de aunar el bagaje cultural que el río Tajo ha inspirado a lo largo de la historia. Cuatro años después, la iniciativa se ha convertido en realidad con la publicación de 'El Tajo en la palabra' (editorial Cuarto Centenario), una recopilación de testimonios históricos, literarios, periodísticos o informes técnicos desde la antigüedad hasta nuestros días de multitud de creadores.
Con el objetivo de "ayudar a comprender el Tajo como uno de los principales bienes culturales existentes en el entorno en el que vivimos", la Real Academia impulsó este trabajo que han llevado a cabo María Antonia Ricas Peces y Enrique García Gómez. Se trata del primer volumen de la Colección Tajo y Cultura, que continuará publicando otros libros o documentos ligados a divulgar la relevancia de este patrimonio natural.
Sus casi 150 páginas son el resultado de tres años de trabajo de un grupo de profesionales de muy diferentes ámbitos sobre el río. "No solo se reflejan solo elementos de prosa sino también noticias periodísticas o informes técnicos que consideramos interesantes", explica a este medio García Gómez, doctor en Medio Ambiente, vicedecano del Colegio Nacional de Ingenieros Forestales y miembro numerario de la Rabacht.
El también director del Centro Cultural de San Clemente ha liderado este proyecto junto a la escritora y profesora Ricas, codirectora de la revista Hermes y autora de numerosos poemarios, una persona que tiene "esa sensibilidad hacia el río de haber crecido y paseado en torno al Tajo durante toda su vida". Entre ambos, han recopilado y organizado de forma cronológica la inmensa documentación que existe sobre el río desde la antigüedad clásica.
De elemento idílico a la pérdida de su grandeza
Las orillas del Tajo han seducido la creatividad de numerosos poetas, novelistas o historiadores, entre ellos "los grandes escritores del Siglo de Oro" como Garcilaso de la Vega, Fray Luis de León, Francisco de Quevedo, Calderón de la Barca o Miguel de Cervantes. "Cualquier alumno que los haya estudiado ha podido comprobar que han escrito a lo largo de su vida sobre el Tajo y las poblaciones ribereñas", destaca García Gómez.
"Durante muchas épocas el Tajo permanece como un sitio idílico, aurífero de aguas cristalinas y arenas doradas que empiezan a reflejar los primeros poetas y escritores y que permanece a lo largo de la historia como una figura literaria de estética, de magnificencia", relata el académico, que subraya que esas crónicas en las que se aprecia la evolución del río tornan a textos "más catastróficos" partir de los años 60 del siglo XX.
"En el último medio siglo es imposible encontrar un texto alegórico a la estética, a la belleza o a elegancia del río en su curso medio o bajo. No hay motivo, no hay musa a la que recrear", apunta García Gómez sobre la inspiración del río en la literatura de las últimas décadas, en la que sí puntualiza que "hay textos bonitos de Camilo José Cela o José Luis Sampedro" pero que evocan la zona alta del Tajo, donde la contaminación no se manifiesta como sí lo hace a su paso por ciudades como Aranjuez, Toledo o Talavera de la Reina.
En este sentido, 'El Tajo en la palabra', publicado con la colaboración de los ayuntamientos de Toledo y Talavera de la Reina, la Diputación Provincial, la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha y el Grupo de Investigación del Tajo (Universidad de Castilla-La Mancha), supone también una reivindicación más para recuperar su ecosistema y minimizar la contaminación que sufre, agraviada por los vertidos que arrastra el río Jarama desde Madrid o los incesantes trasvases que ahoga los caudales ecológicos del Tajo.