De los bajos del edificio en el que se ubica el Hotel María Cristina de Toledo emanan "olores y gases fétidos e insalubres" que afectan a una treintena de familias y que ha provocado que presenten una demanda civil contra la empresa Pofe S.L., propietaria del hotel, que se está sustanciando en este momento en los juzgados civiles de Toledo.
Los residentes señalan que esta situación se debe a que en el segundo sótano de los bajos del Hotel María Cristina, el cual forma parte también de del edificio junto con las viviendas, se encuentra un pozo negro, una fosa séptica destinada en sus orígenes a recoger aguas freáticas residuales del edificio.
Explican que tras la apertura del Hotel María Cristina y una cafetería se comenzaron a verter residuos y materias fecales en dicha fosa, con lo cual se empezaron a producir "pestilentes e irrespirables olores y gases que han ido creciendo drásticamente en intensidad y periodicidad", sobre todo desde la instalación de la franquicia Burger King, donde anteriormente se encontraba la cafetería hace algo más de tres años.
En este edificio residen tanto personas muy mayores como niños, vecinos con diferentes problemas de salud algunos de ellos muy graves. Una de las afectadas, Margarita Girona, ha decidido contar cómo es la vida en dichas condiciones: "De nuevo una noche más, totalmente a traición, sin poder defendernos los vecinos de la Comunidad de propietarios de las viviendas del edificio María Cristina de Toledo, hemos sido atacados por un monstruo que nos perturba un día sí y otro también", describe.
"Agobiante e irrespirable ambiente contaminado"
Y continúa: "La última noche que se produjo eran las cuatro y treinta y tres minutos de la madrugada cuando súbitamente me desperté con dolor de cabeza, mareada, con náuseas y sensación de angustia en el estómago al tiempo que percibía que el monstruo nuevamente se había colado en nuestros hogares, y así era. El pestilente, asqueroso, nauseabundo, fétido e insalubre olor y gases que se cuelan en nuestra casa provocan un agobiante e irrespirable ambiente contaminado".
Esa "pesadilla constante" que se presenta con horario impredecible y variable en cualquier momento del día, la están sufriendo desde hace muchos años, tanto las personas que habitan en las viviendas como quienes trabajan en los locales de la comunidad. agrega.
Abandono de viviendas
Todo esto ha motivado que inquilinos de viviendas arrendadas se hayan tenido que marchar para no sufrir el "constante, nocivo y molesto ambiente". El problema ocasionado por la contaminación ambiental que provocan esas emanaciones de pestilentes olores y gases se detecta también fuera del inmueble afectando en ocasiones a unas oficinas del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), anexas al edificio, y a una escuela infantil de idiomas donde los usuarios son niños y niñas de corta edad.
En ocasiones se nota la contaminación ambiental en la propia vía pública. "Cuando esto ocurre y si por casualidad estoy fuera de casa siempre me pregunto con qué me voy a encontrar cuando entre en mi vivienda, si voy a poder permanecer en ella o me veré obligada a marcharme como ha ocurrido en diversas ocasiones", indica Girona.
La Comunidad de Propietarios lleva muchos años tratando de solucionar este problema sin obtener ningún resultado. Se han mantenido conversaciones con los propietarios del hotel, enviados escritos y mantenidas reuniones con la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento. Se ha puesto también en conocimiento de Sanidad. Se han realizado innumerables llamadas a la Patrulla Verde dependiente de la Concejalía de Medio Ambiente, comprobando los funcionarios in situ "la penosa situación" con la que se ven obligados a convivir los vecinos.
"Nos hemos visto obligados a emprender acciones legales"
Sin embargo, "nadie hace nada, todos miran para otro lado", lamenta Girona. "Por todo ello nos hemos visto obligados a emprender acciones legales y poner en manos de la Justicia esta inhumana situación. Hemos denunciado unos hechos como son las emisiones de olores y gases tóxicos constantes y sostenidos en el tiempo, solicitando la protección especial de nuestro derecho fundamental a la integridad física y moral junto a otros derechos como la protección a nuestra salud y a un medioambiente sano", manifiesta.
Los residentes confían en que se acometa definitivamente el origen del problema y por mandato judicial se prohíba y paralice el uso de la referida fosa tal como se realiza en la actualidad; se limpie, desinfecte en profundidad para que sea utilizada única y exclusivamente para lo que se construyó.
Es un caso de contaminación ambiental que lleva el Bufete Almodóvar & Jara. Desde el despacho han interpuesto la mencionado demanda civil y, al mismo tiempo, se ha abierto un proceso especial de protección de derechos fundamentales contra el Ayuntamiento de Toledo que se está tramitando.