Personal sanitario del Hospital Virgen del Valle, junto a pacientes y familiares, ha reunido unas 2.880 firmas para mostrar su rechazo al traslado al Hospital Universitario de Toledo, tal y como plantea llevar a cabo el Gobierno regional.
Así lo anunció Emiliano García-Page durante la apertura de la Mezquita de Tornerías en Toledo, cuando puntualizó que la intención era licitar el proyecto de traslado antes de verano de 2025. Desde el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha confirman que este proceso no se ha iniciado. El traslado incluye también lo que resta de los servicios que se mantienen en el Hospital Provincial.
Desde 1987, el Hospital Virgen del Valle funciona como un centro de referencia en la atención a pacientes de Geriatría en Castilla-La Mancha. Forma parte del Complejo Hospitalario de Toledo desde el año 1995. A pesar de toda la historia y arraigo que tiene el centro en el edificio actual -situado en un punto estratégico entre Toledo capital y otras localidades de los alrededores-, García-Page señalaba entonces que el edificio del Hospital del Valle tiene “pocos años de vida útil”, y que transferir los servicios será en “beneficio de los usuarios y los trabajadores”.
“No saben lo cómodo, caro y difícil que es trasladar de un hospital a otro porque no hay quirófanos, o por realizar pruebas. Hay días en los que se han llegado a mover 100 ambulancias para prestar el servicio”, detallaba entonces. A pesar de todos los beneficios que señalaba García-Page entonces, se han recopilado casi 3.00 firmas de rechazo al traslado que se han presentado ante las administraciones competentes.
El sindicato CSIF ha mostrado la “necesidad” de mantener el centro, al resaltar que es el “único” centro de referencia y especializado en tratamientos geriátricos de la región, junto al del Hospital del Perpetuo Socorro de Albacete. Esto, señalan, es “fundamental” para la formación de personal que se especialice en estos tratamientos. Otros sindicatos como CCOO han declinado hacer declaraciones al respecto, al no conocerse de forma firme el traslado del servicio.
Desde CSIF resaltan que su “inserción” en el nuevo Hospital Universitario “iría en detrimento de la cada vez más numerosa población geriátrica del área sanitaria” de Toledo. “El Sescam vuelve a no tener en cuenta el interés de la cada vez más numerosa población geriátrica dependiente (que se beneficia más de cuidados específicos que de alta tecnología) con el proyectado cierre de un hospital geriátrico”, lamentan.
"El Hospital Universitario está ya colapsado"
Miguel Ángel González, médico en Urgencias del Hospital Universitario de Toledo y sindicalista de CSIF explica que la organización se opone a este traslado porque el Hospital Universitario toledano está ya “colapsado” y que esto solo haría que dicha saturación aumente.
Tampoco consideran que esta medida redundaría en beneficio de los pacientes, sino todo lo contrario. “Son pacientes que necesitan de estos centros”, explica González, no solo en relación a Geriatría, sino también a los servicios psiquiátricos que se ofertan en el Hospital Provincial. En cuanto a la falta de vida útil de los edificios a la que alude García-Page, el profesional lo tiene claro: “Si no inviertes en las instalaciones, si no se mantienen, se estropean”.
Los pacientes de Geriatría, explica González, no son “al uso”, sino que requieren de una atención especializada y un seguimiento también específico. Una atención que, resalta, no se ofrece en el Hospital Universitario.
González insiste en que el Hospital está “colapsado” y que ese colapso se vive “todos los días”. “No hay camas de hospitalización suficientes, tenemos más de 40 pacientes pendientes de ingreso todos los días; las consultas y pruebas diagnósticas siguen por el mismo camino y no va a mejorar, por lo que vemos de falta de profesionales”, describe el profesional.
El traslado de los servicios del Hospital del Valle supondría más de 100 camas, más los profesionales que atienden que son más de 700. “Imagínate el movimiento de personas que significará para estas infraestructuras. Y la demanda de pacientes geriátricos es cada vez mayor. Antes encontrar un paciente con 90 años era algo muy raro, pero ahora lo normal es tener pacientes de 100 años”, concluye el profesional.