Durante tiempo se han añorado aquellas “Decenas Musicales” que tanto contribuyeron a que Toledo se convirtiera en foco de atracción para numerosos aficionados venidos desde diferentes lugares de España. Nuestra ciudad perdió aquel recurso y aunque estas últimas décadas ha habido magníficos conciertos con muy destacados intérpretes, los mismos eran organizados de forma esporádica sin contar con el amparo de una programación “ad hoc” con unidad temática y vocación de continuidad. Ello comenzó a cambiar cuando la Fundación Pedalier, en colaboración con diferentes instituciones y entidades, entre ellas nuestro Ayuntamiento, inició su Festival Internacional de Órgano en la Iglesia de Santo Tomé, cuyo prestigio es hoy encomiable. Desde 2014, se sumó el Festival de Música “El Greco”, surgido al amparo del cuarto centenario de la muerte del pintor cretense y que, cuatro años después, continúa entre nosotros. Y eso es una buena noticia de la que todos debemos enorgullecernos.
Lo es, porque su continuidad implica tanto el compromiso de cuantos participamos del mismo en condición de organizadores o patrocinadores, como de quienes se han convertido en fieles asistentes a sus conciertos. En esta cuarta edición lo estamos comprobando fehacientemente. Ya hemos superado el ecuador de su programa y el balance es muy positivo. Las batallas de órgano en la Catedral Primada han alcanzado tal prestigio y reconocimiento que difícilmente en ningún otro lugar como en Toledo puedan escucharse de forma tan intensa, brillante y virtuosismo. Juan José Montero, impulsor de las mismas y director del Festival, está contribuyendo a que la oferta musical toledana gane enteros y se codee entre los mejores de la temporada española.
Esa misma ejemplaridad tienen Javier Ulises Illán y el grupo “Nereydas”, quienes este sábado, en la antigua Iglesia de San Pedro Mártir ofrecerán el cuarto concierto del Festival. El mismo se presenta bajo el sugerente título de “Siface: L’amor castrato. Aventuras de amor y sangre de una voz privilegiada”, agrupando una colección de piezas del siglo XVII. Con este programa, este singular director de orquesta toledano prosigue su empeño por la recuperación y difusión de músicas del pasado. Es un eslabón más en su compromiso con este patrimonio inmaterial que en los últimos años le ha llevado por escenarios de diferentes países. En ese periplo, el año próximo estará en el prestigioso Festival de Música Antigua de Versalles (Francia).
Es un orgullo, como alcaldesa, ver como estos dos toledanos, Juan José y Javier Ulises, son asiduos en programaciones musicales de tanto nivel como este Festival “El Greco”. Creo que ésta es una de las virtudes del mismo: poder constatar que nuestros creadores están midiéndose de tú a tú con grandes intérpretes internacionales. Ellos, con su trayectoria y buen hacer musical, también contribuyen a que Toledo esté de moda y que en este año conmemorativo de nuestra declaración como Ciudad Patrimonio de la Humanidad, la cultura toledana nos muestre una de sus mejores y más prometedoras caras.
Ahora nos toca disfrutar de los conciertos que restan del Festival a cargo de la orquesta barroca “Nereydas” y Javier Ulises Illán, la Academia del Piacere y la Orquesta y Coro del Teatro Nacional de Madrid. Y en cuanto suenen la última nota y los últimos aplausos, comenzar a trabajar en la programación de la quinta edición. Porque gracias a todos, esta cita musical, que llegó de la mano del Greco, está consolidada como imprescindible en el calendario cultural toledano.