
Beatriz Rodríguez, propietaria de Al Peso en Toledo / Foto: Fidel Manjavacas
Hace más de cinco años abrió sus puertas al público Al Peso Toledo, una pequeña tienda en la plaza San Ginés. Un espacio en el que los vecinos han visto lugares emblemáticos, como una tienda de discos, una carpintería, un taller de pintura o un estudio de arquitectura. Y entre el poder de estos recuerdos, Beatriz Rodríguez decidió, junto a su familia, abrir una atrevida apuesta por la venta sin plásticos, ecológica y de cercanía.
Pero la aventura, como dice Bea, se acaba este febrero. Lo cuenta mientras rellena nuevas compras de clientes habituales y quienes también finalmente se han acercado para conocer la tienda que cierra. Una lástima, porque lo que ella proponía era una vuelta al comercio local en su pura esencia.
Los vecinos y vecinas del Casco, y de todo Toledo, la hemos visto florecer, organizar charlas, talleres, compartir recetas, recomendar lo más rico para tus platos, y cambiar sus productos mes a mes, siempre pensando en lo mejor para el medio ambiente. Todo de cercanía, ecológico, una declaración de principios de sostenibilidad en una tienda bella y cercana.
Hemos visto a sus hijas jugando en la trastienda, a su marido ayudándola con los botes, la hemos visto a ella siendo fuerte durante la pandemia. El fin de la aventura de Al Peso nos deja huérfanas a muchas personas que creíamos firmemente en su proyecto y que la vamos a echar mucho de menos. Gracias, Bea, gracias Al Peso por estos años haciendo el casco algo más bonito.
Os podéis acercar a Al Peso a ayudar a Bea a liquidar las existencias durante el mes de febrero. No sólo sus productos, sino también botes, latas y estanterías están disponibles.
Artículo de opinión de Francisca Bravo, periodista de elDiarioclm.es y vecina del Casco Histórico
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