Este domingo se cumplen diez semanas desde que se decretó el estado de alarma por el coronavirus. La incertidumbre por la dimensión de la pandemia y sus efectos han dado paso a la preocupación de muchas madres y padres por conciliar la vida laboral y familiar durante la crisis sanitaria, una vez que se ha confirmado que el alumnado de Castilla-La Mancha no volverá a las aulas este curso escolar.
“La conciliación familiar es una cuestión de Estado, es tan amplia que excede a cualquier departamento, y ha quedado aún más claro durante el confinamiento ya que por el hecho de estar los colegios cerrados muchas familias han tenido que atender a sus hijos las 24 horas del día. Eso nos ha hecho repensar que estas medidas son muy urgentes”, ha señalado la consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez.
Ante esta situación, y la obligación de muchos padres a incorporarse a sus puestos de trabajo, el Ejecutivo autonómico ha anunciado que va a poner en marcha dos líneas encaminadas a conseguir dicha conciliación: una de ellas destinada a familias monomarentales, esto es, a aquellas formadas por una madre con hijos a cargo. Una segunda línea de conciliación familiar vendría de la Consejería de Economía, Empresas y Empleo, fruto del acuerdo del Gobierno regional con los agentes sociales y del que se informará próximamente.
"No podemos permitir que el peso de los cuidados recaiga de nuevo sobre nuestros mayores"
La Asociación para la Infancia y la Adolescencia de Toledo (Tributo) ha mostrado su preocupación por las complicaciones que seguramente tendrán muchas familias para conciliar sus trabajos, muchos de los cuales poco a poco volverán a ser presenciales, con el cuidado de los niños sin colegio. “La figura que tradicionalmente se ha ocupado de este cuidado han sido los abuelos y ahora son población de riesgo, y lo que no podemos permitir como sociedad es que el peso de los cuidados recaiga de nuevo sobre nuestros mayores".
En este sentido, la Asociación ha planteado una iniciativa al Ayuntamiento de Toledo, aunque puede llevarse a cabo en el resto del país: hacer un esfuerzo por contratar, y en su caso, si hiciera falta, formar a aquellas personas en situación de desempleo que voluntariamente deseen dedicar su trabajo al cuidado de los niños.
“Hay personas que no pueden realizar sus trabajo porque la situación social no se lo permite y están cobrando una nómina. Por ello, proponemos que estas personas se puedan apuntar voluntariamente en algún tipo de bolsa de cuidadores o bolsa para la conciliación a la que la administración pudiese recurrir para coordinar las necesidades de las familias que poco a poco tengan que incorporarse al mercado laboral y no tengan con quien dejar a sus hijos”, explica Laura González, vicepresidenta de la Asociación Tributo.
“Otra de nuestras propuestas es que se active un plan de empleo desde la administración y se dinamice una formación express para poder contratar a cuidadores que ayuden a la conciliación familiar”, asegura González. “Y si con todo esto no fuera suficiente sacar algún tipo de ayuda o subvención para las familias en función de sus rentas".
Problemas de conciliación entre el profesorado de Castilla-La Mancha
“El sistema educativo de nuestra región partía de unas condiciones previas muy precarias para poder afrontar la docencia digital. La Administración había dado pasos muy limitados en la promoción de las nuevas tecnologías aplicadas a la docencia”, asegura Sara Merino López, representante del sindicato STE de Castilla-La mancha.
Asegura que la plataforma que la propia Administración dispone para las comunicaciones entre el profesorado y el alumnado o su familia, el ‘Papas’ ya era “muy limitada” en circunstancias normales y ha sido “totalmente inútil” durante el confinamiento, lo que ha obligado al profesorado a “buscarse la vida”.
"A pesar de que la Administración afirmó que su intención no era la de aumentar la carga burocrática al profesorado, suponemos que el estigma de querer estar de vacaciones del que se hizo eco el presidente Emiliano García-Page, ha calado y muchos docentes nos comunican que están al borde del colapso" señala Merino.
Una situación que se complica, explica la representante, para los y las docentes que tienen que compaginar su labor con la atención de hijos e hijas en edad escolar. “La falta de tiempo para trabajar y cuidar o ayudar en las tareas escolares de sus hijos e hijas y la dificultad por tener que compartir los dispositivos digitales, son dos de los principales problemas que nos transmiten”, concluye.
"Se necesitaría una medida más potente"
A CCOO le preocupa mucho la situación que se ha producido a raíz de la fase 1, en la que muchas personas se han vuelto a reincorporar a sus puestos de trabajo y los centros educativos están cerrados. Por ello, valora de manera positiva medidas como las que ha adoptado la Junta para sus empleados públicos, con medidas de protección para su personal en riesgo de vulnerabilidad y problemas para la conciliación de la vida laboral, personal y familiar, pudiendo retrasar su incorporación a los centros de trabajo.
También ha puesto en valor el plan de medidas extraordinarias para la recuperación económica de Castilla-La Mancha, porque “ahí se van a aprobar ayudas a la conciliación laboral para personas que tengan que reducir su jornada laboral como consecuencia de la COVID-19”, señala Rosario Martínez, secretaria de Mujeres e Igualdad del sindicato. “Va a ser una solución para los casos o las situaciones más graves pero es cierto que se necesitaría una medida más potente, pero es una mejora y una ayuda y es más que nada”.
“Estamos pidiendo que en esta crisis no se quede nadie atrás"
UGT también ve complicada la conciliación laboral y familiar y reclama ayudas. “Estamos pidiendo que para aquellas personas que hubieran tenido o que tengan que tener una reducción de jornada o bien para el cuidado de hijos o bien para el cuidado de mayores o personas dependientes hubiera algún tipo de ayuda para que no salgan perjudicados”, asegura Raúl Alguacil García, responsable de UGT de Toledo.
El sindicato también pide reducir la brecha digital en Castilla-La Mancha. “Estamos pidiendo que en esta crisis no se quede nadie atrás y haya soluciones para todos colectivos”. Además demandan que si hay reducciones de jornada, no se vea mermado el salario. “Siempre se habla de la conciliación en torno a la adaptación de los horarios pero habrá gente que tenga que reducir su jornada, y no queremos que se reduzcan sus salarios”.
¿Qué opinan los padres?
Flor y su marido trabajan en la misma empresa. Necesitan que su actividad sea presencial, y la única manera de poder conciliar es llevándose a su hija a la oficina. Allí puede dar clases online desde un ordenador por las tardes, pero Flor tiene que estar pendiente de que por las mañanas su hija haga los deberes. "Ahora soy trabajadora, madre, profesora o cocinera. La conciliación es imposible en estos momentos. Si no estás explicando sumas y restas, estás haciendo la comida del día siguiente”.
Rocío tiene dos hijas, de 4 y 7 años. Su marido y ella son profesores. Han tenido que adaptarse tanto ellos como sus hijas a las clases online y al teletrabajo. Por las mañanas las niñas hacen sus tareas, y por la tarde tienen clase online con sus profesores. Por las mañanas, asegura, “intentamos no programar reuniones que no sean la docencia directa con los alumnos, y alternamos uno u otro para estar con ellas haciendo los deberes, ya que muchas veces vienen acompañados de audios, o hay tareas que no entienden, mientras el otro se conecta e imparte sus clases con sus propios alumnos”.
Por las tardes se turnan para atender las clases online de la pequeña, que aún necesita ayuda para manejar el ordenador, y poder así organizar sus reuniones, hacer la compra o las tareas habituales de una casa. Muchas veces, recalca Rocío, “cuando ellas se duermen tenemos que aprovechar para acabar el trabajo que no hemos podido hacer durante el día”.