Alumnado y profesorado, alrededor de 50 personas, se han unido este lunes en el patio de la Escuela Oficial de Idiomas 'Raimundo de Toledo' para mostrar su rechazo a las medidas que han impuesto desde la Consejería de Educación para el próximo curso escolar.
Entre sus principales peticiones, rechazan por completo la nueva modalidad de cursos mixtos en los que conviven dos niveles distintos (A-1 y A-2; A-2 y B1; B-2.1 y B-2.2, y sucesivos) porque “dos niveles distintos en una misma aula que luego tendrán que realizar un examen totalmente diferente para certificar una competencia más alta o baja al final del curso”, según Fernando Alonso, alumno desde hace más de cinco años y portavoz de la movilización.
También rechazan que se incremente el número mínimo de alumnos matriculados, a 10, para poder formar grupos de cada idioma. “Los recortes ya comenzaron el año pasado, cuando pedían un mínimo de seis alumnos para sacar una clase de un idioma y ahora piden 10”, subraya el alumno. Antes de eso, no existía un mínimo de alumnos matriculados para sacar adelante un grupo de idioma.
Alonso apunta a que “las personas vienen a la EOI por necesidad, para tener una titulación para su currículum o sus estudios, pero hay otros alumnos mayores que vienen para aprender, no para obtener un título” y eso, dice, se contrapone con justificación por parte de la Consejería de Educación que se queja de la pérdida de alumnado en las EOI: “Se ha constatado una notable reducción de la asistencia a partir del segundo trimestre del curso, llegando a tener grupos con un solo alumno o sin alumnado alguno”, asegura el Gobierno regional y, por lo tanto, es una situación que exige “un ejercicio responsable de planificación para garantizar la sostenibilidad y eficiencia del sistema, sin renunciar a la calidad de la enseñanza pública”.
El portavoz del alumnado ha puesto el foco en el hecho de que se señale “que un gobierno de un signo es el de los recortes, pero aquí estamos en una comunidad autónoma con un gobierno que supuestamente no hace recortes, pero sí que los hace”.
La EOI Raimundo de Toledo cuenta con unos 1.000 alumnos matriculados y Alonso destaca que son “como una gran familia, de todas las edades, que venimos a aprender”. La semana pasada enviaron una carta a la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha, pero no han recibido respuesta. Su lucha sigue activa a través de una recogida de firmas. Ya han logrado más de 4.000.
Victoria, 66 años: "Es una pena porque el sistema es muy riguroso y de calidad"
Victoria, toledana de 66 años y jubilada lleva desde hace tres años estudiando inglés y francés. Actualmente, está cursando un nivel B1 del marco europeo en ambos idiomas. “En cada clase tenemos una media de entre 15 y 18 alumnos”, señala. Sobre las medidas impuestas por la Consejería de Educación de unir a varios niveles de una lengua en un mismo grupo, Victoria considera que es “desvirtuar la enseñanza pública de idiomas, que es una enseñanza accesible e inclusiva para todo tipo de personas. Mi valoración es muy negativa”. Además, señala que “es una pena porque el sistema de la Escuela Oficial de Idiomas es muy riguroso y de calidad. En la escuela hay muchos alumnos jubilados y francamente venimos para aprender”.
En el caso de Gema, de 28 años, estudia francés -concluyendo el nivel B1- e inglés -que acaba de terminar el B2+1, dado que la EOI divide el nivel B2 en dos años escolares-. “Me parece fatal que exijan una ratio mínima de alumnos, porque es quitar oportunidades a mucha gente, tanto si lo necesitan para obtener un título en un grado universitario como si lo hacen por aprender y es una vía de escape”.
Gema señala que podría irse a una academia privada y hacer un intensivo de inglés durante tres meses para tener la titulación“, pero prefiere estar en la EOI: ”Es mucho más enriquecedor estar un año escolar donde aprendes mucho más“. Asimismo, destaca que la Escuela Oficial de Idiomas es una opción muy económica para la calidad que ofrece, ya que ”solo haces un pago anual a lo mejor de 100 o 200 euros, no es mensual como en las privadas, que a la larga s ehace más caro“.
Marisol, que lleva más de veinte años siendo alumna de la EOI Raimundo de Toledo en tres idiomas, ha querido hacer hincapié en que en la EOI “el ruso no se considera una enseñanza reglada y reiteradamente se le niega esta opción. Es por eso que el profesor da las clases de manera altruista. Los alumnos, que son muchos, no pagan tasas y están alcanzando un nivel B2 en la actualidad, pero no pueden titular”.
Las tres coinciden en que no se trata solo de aprender un idioma, sino que también existen otros valores para la EOI como un lugar de encuentro entre personas que disfrutan de aprender distintas lenguas, desarrollar relaciones de amistad y que también han realizado viajes con la institución a diferentes países para seguir perfeccionando el idioma o conocer su cultura in situ.
CSIF: "Las escuelas de idiomas están heridas de muerte"
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) se opone a la fusión de varios niveles en una misma aula, y por ende, a la creación de grupos mixtos como A1-A2, A2-B1 y B2.1- B2.2 en las Escuelas Oficiales de Idiomas de la región.
“Las escuelas de idiomas están heridas de muerte, sobre todo, aquellas que son más pequeñas. Nacieron como un servicio que beneficiaba a las personas con menos recursos económicos y ahora lo que se fomenta es que los centros privados hagan negocio a precios más elevados”, explica Juan Luis Martínez, presidente de CSIF Educación Castilla-La Mancha, que añade que “estos recortes han sido además una imposición de la consejería, va en contra de todos los criterios formativos, metodológicos y pedagógicos y pone a los docentes en una situación límite”.
Entre las soluciones, CSIF propone alargar el plazo de matriculación porque muchos alumnos podrían incluso inscribirse en octubre. Además, sugieren eliminar la nueva obligatoriedad de contar con un mínimo de 10 alumnos, que consideran “una ratio totalmente desproporcionada”.
Después abogan por la implantación de grupos formativos de reciclaje, aquellos formados por alumnos que no tendrían que matricularse en un nivel formativo superior al que tienen reconocido y el desarrollo de programas bilingües de capacitación para la obtención del certificado de idiomas.