¿Cómo hacemos compatible una convivencia sostenible entre residentes y visitantes en Toledo? Es una de las preguntas a la que la doctora Isabel Ralero, investigadora y profesora en la UCLM intentó dar respuesta en la jornada 'Conversaciones sobre turismo sostenible', organizada por Toledodiario.es en colaboración con el Ayuntamiento de Toledo y elDiario.es de Castilla-La Mancha.
"Lo que es bueno para los niños es bueno para todos", es una de las reflexiones del psicopedagogo Francesco Tonucci que Ralero readaptó para destacar la importancia de "cuidar a la población local" en un barrio como el Casco Histórico porque, afirmó, "lo que es bueno para el residente es bueno para todos -incluido el turista-".
La experta puso sobre la mesa algunas de las cuestiones que aborda en su libro 'Visitantes y residentes. Nuevas lógicas de convivencia para un turismo sostenible en Toledo' (Toletum Revolutum), publicado a finales del año 2020, en el que realiza aportaciones prácticas para avanzar hacia un modelo sostenible que permita recuperar también el sentimiento de comunidad y de barrio que subraya que ha perdido parte de la ciudadanía del Casco Histórico.
Para ello, recoge primero las impresiones que tienen sobre el turismo en la ciudad profesionales de distintos ámbitos del sector como gestores o guías turísticos, así como representantes vecinales o trabajadores de comercios del barrio. Pero también hace el camino inverso, para conocer la imagen que se lleva el turista de la ciudad y de su ciudadanía.
"Nuestros valores se construyen día a día. Si queremos generar una imagen de ciudad viva y con realidades concretas que descubrir, la diversificación es uno de los grandes temas que ha salido en todos los espacios. La necesidad de esponjar, de no generar espacios masificados", manifestó Ralero sobre una de las claves en las que los propios participantes de la jornada mostraron consenso.
Pérdida de comercios, una pérdida "simbólica" de la identidad
Otra de las cuestiones que abordó Ralero es la "generar identidades compartidas e inclusivas", para lo que destaca la importancia del trabajo comunitario en el que también es especialista. "Mucha gente se ha dejado de identificar con el Casco, con lo que significaba en su infancia, y ahora lo ven como una ciudad incómoda", destacaba en este sentido durante en una entrevista anterior con este medio.
Como ejemplo de esta pérdida de identidad está el cierre de comercios de proximidad en el barrio. "Nos lo tomamos como una pérdida simbólica", explica la antropóloga sobre el impacto que genera la desaparición de establecimientos que conectaban la población local y su trascendencia en la composición del espacio mercantilizado y el residencial.
Qué tipo de turismo tiene la ciudad es otra de las cuestiones que analiza Ralero, quien reconoce que le ha parecido "muy bonito descubrir por parte de la población local que el que venga es bienvenido a la ciudad, sea rico o sea pobre". Y es que, apunta, en ocasiones se relacionada "un turismo de calidad" con un "turismo de élite" que no representa a la concepción de la propia ciudadanía.
"Donde hay bastante confluencia es en lo de que no tiene calidad el turismo con los touroperadores que llegan a acuerdos" para, en cierta manera, decidir los establecimientos y los lugares que tiene que visitar cada turista. "Hay una necesidad de dejar más claro en qué enriquece a Toledo el turismo", concluyó la experta.
"Hacer comunidad y barrio es lo que va a dar sostenibilidad a la población residente en Toledo"