El ayuntamiento de Gálvez retira el cartel en el que se anunciaba el sorteo de un cachorro durante una carrera de galgos. El hecho fue denunciado por el Partido Animalista Con el Medio Ambiente (PACMA) al confirmar que esta es una práctica "prohibida por la Ley estatal 7/2023 de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales".
En el bando del evento aparecía el logo del consistorio toledano y PACMA interpretó que el evento "tenía respaldo institucional", de ahí sus críticas al Consistorio. Los actos que se iban a realizar el próximo 24 de agosto "han sido cancelados", ha confirmado a este medio el alcalde de la localidad, Manuel Fernández.
"Los organizadores son chavales amantes del medio ambiente, de la caza y que siempre han colaborado en todas estas cosas. Pero no se habían dado cuenta de la adaptación y de los últimos cambios de la ley. Y no hay más trasfondo", ha explicado Fernández en declaraciones a este medio.
El alcalde 'popular' asegura que el Ayuntamiento seguirá "colaborando con nuestra carrera de galgos, pero adaptándolo a las normativas". Los organizadores de este tipo de carreras, que se llevan celebrando en el pueblo "toda la vida", "no son expertos y nosotros tampoco", afirma el edil.
Manuel Fernández, que ha matizado que la "ley es muy cambiante", puntualiza que estos actos están organizados por un grupo de jóvenes que son "buena gente". Y que además, colaboran "activamente" en actividades del pueblo.
PACMA: "La ley prohíbe el uso de animales como premios o reclamos"
El partido animalista recuerda que, "aunque las carreras de galgos puedan considerarse una actividad deportiva excluida de la Ley 7/2023 para perros de caza, un cachorro no puede estar registrado como tal, por lo que la normativa es plenamente aplicable".
Estas prácticas, recogidas también por la "Ley autonómica 7/2020 de Bienestar, Protección y Defensa de los Animales de Castilla-La Mancha", abunda el partido animalista, pueden llegar hasta los "50.000 euros de sanción además de, la intervención del animal y otras medidas accesorias".
Más allá de la ilegalidad, PACMA considera que "utilizar" animales como "premios" transmite un mensaje "contrario a la tendencia responsable y al respeto hacia ellos". Además de ser "incompatible" con el papel "ejemplarizante" de una institución pública.