El programa de actuación puesto en marcha por la Junta en el Polígono de Toledo para eliminar el riesgo para la salud y el medio ambiente que pudieran generar las más de 90.000 toneladas de amianto que hay en este barrio continúa estos días en la parcela de Laguna de Arcas -propiedad de la Junta-, donde han instalado una carpa de seguridad que se irá trasladando aproximadamente cada siete días durante las diez siguientes semanas con el objetivo de retirar unos 600 metros cúbicos (m3) de este residuo contaminante.
No obstante, según explica a este medio el viceconsejero de Medio Ambiente, Agapito Portillo, el tiempo que duren estos trabajos que está llevando a cabo la empresa Tragsa podría variar según las dificultades que encuentren en la ejecución de esta actuación. La retirada de amianto en Laguna de Arcas, una parcela de unos 7.000 metros cuadrados (m2), durará unos dos meses y medio y cuenta con un presupuesto de 920.000 euros.
En este caso, se ha optado por la retirada del amianto y no por su sellado debido a que la cantidad de residuos que hay en Laguna de Arcas permite trabajar con seguridad y es "factible técnicamente", precisa el viceconsejero, que recuerda que previamente a esta actuación se han realizado catas y prospecciones en el terreno para calcular los restos que hay, al igual que ya han realizado en la mitad de la extensión que ocupa el Barrio Avanzado, también propiedad de la Junta.
Hasta el momento, señala Portillo, se habría sellado entre "un 35 y un 40%" del total del amianto que hay en el Polígono y quedarían "las dos parcelas más grandes, que están judicializadas y no se ha podido acceder a ellas", tras haber sellado otras dos y haber retirado el amianto de otras tantas, además de la propia retirada que llevó a cabo uno de los seis propietarios de los terrenos en los que focaliza este residuo.
Medidas de seguridad
La instalación de esta carpa en Laguna de Arcas para proceder a la retirada de amianto, en la que trabajan hasta un total de 15 empleados -10 de manera continuada y en turnos de rotación de cuatro horas-, es una medida de seguridad que han tomado para evitar que cualquier fibra de amianto pueda salir al entorno de este enclave que se encuentra muy cerca de viviendas del Polígono.
La retirada del amianto supone a los trabajadores el seguimiento de un estricto protocolo de actuación en el interior de la carpa, en la entrada y salida que hacen a la misma o en el traslado que irán llevando a cabo con los restos, que se transportarán a un centro de residuos autorizados. Los cúmulos de amianto que vayan extrayendo de esta parcela serán depositados en contenedores o sacos especiales que solo se pueden llenar a la mitad y que se cierran herméticamente. Además, estos se vuelven a descontaminar antes de trasladarlos en camiones hacia el centro de residuos.
"En la carpa se trabaja en presión negativa por lo que el aire entra hacia la carpa continuamente y se evita que salga hacia afuera con las fibras que se puedan generar en este movimiento. Además, antes de hacer cualquier movimiento se humedece continuamente el terreno", resalta Portillo sobre un proceso en el que todo lo que sale de esta carpa, anclada en un terreno con pendientes, está descontaminado, dice el viceconsejero de Medio Ambiente al tiempo que subraya que todos los empleados tienen que limpiar sus trajes, que tampoco salen de esta carpa.
El resto del amianto que queda será sellado
Respecto a otras parcelas con residuos de amianto, como el Arroyo de Ramabujas, los técnicos consideran que es conveniente no llevar a cabo la retirada de los focos de amianto depositados ya que creen que es "mejor proceder al sellado" y evitar el movimiento de tierras.
La Junta también está pendiente de actuar en las parcelas de propietarios privados, con quienes están inmersas ahora en un proceso judicial. Portillo recuerda que la Junta ha solicitado a los jueces que permitan a la Administración intervenir subsidiariamente para llevar a cabo el sellado de los restos de amianto que hay en ellas. "Estamos a la espera de que se pronuncien. No sabemos lo que nos van a responder pero confiamos en que se responda pronto a nuestra petición", agrega el viceconsejero, que recuerda que no se ha podido actuar en estas parcelas por el impedimento de los propietarios.
"En principio, todos los focos serán encapsulados, menos uno sobre el que aún no hemos decidido porque no sabemos el volumen final, que es en el Barrio Avanzado", destaca el viceconsejero, que afirma que cuando terminen las catas y prospecciones que están realizando en estas parcelas valorarán si retirar o sellar el amianto que albergan.
Por último, aunque no menos importante, Portillo reitera que la labor de retirada que están llevando a cabo en Laguna de Arcas "no incrementa el riesgo" de que salgan al aire fibras de amianto y traslada a los vecinos que pueden estar "totalmente seguros" porque los trabajos se hacen "con muchísimo cuidado". Además, recalca también que la Junta mantiene una "total comunicación y transparencia" tanto con la plataforma Mi Barrio Sin Amianto como con la Asociación de Vecinos El Tajo con "cada movimiento" que están llevando a cabo para dar solución a un problema enquistado desde hace dos décadas en este barrio toledano.