Entre los estremecedores gritos de “no es sugestión, es intoxicación” se palpaba la preocupación y la incertidumbre del personal de los laboratorios del Hospital Universitario de Toledo. “Ha habido muchas bajas”, explicaba uno de los profesionales en la concentración organizada este viernes para protestar por los numerosos casos de enfermedad que se están dando en los laboratorios desde noviembre de 2024.
Las pancartas apelaban a todas las instancias: desde la Gerencia hasta la concesionaria del Hospital. Y es que los trabajadores llevan meses enfermeando en los servicios de laboratorio, que se encuentran ubicados en la planta 0 del hospital, sin recibir ninguna explicación al respecto.
Muchos de ellos han optado por utilizar equipos de protección individual, EPI, pero que no siempre dan resultado. Técnicas de laboratorio explican que si te pones una mascarilla con filtro, no puedes utilizar los microscopios. “Y de todos modos, si son gases, las mascarillas no te protegen toda la cara”, resaltan. No quieren dar sus nombres. Pero decenas de profesionales salieron a las puertas del centro sanitario para que se conociese su caso.
El delegado de prevención del centro de Comisiones Obreras, uno de los sindicatos convocantes, José Ángel Díaz, ha explicado que las incidencias en el laboratorio de Anatomía Patológica comenzaron desde que abrió sus puertas, hace dos años. “Hemos notificado a la Gerencia mediante escritos, que no ha contestado ninguno. Las incidencias siguen surgiendo, los profesionales siguen enfermando, en diciembre tuvimos 23 personas de baja y no se ha solucionado nada”, recalcaba.
Por eso, insisten en que se pare la actividad en estos lugares donde se dan los incidentes, que los profesionales no dudan en llamar intoxicación. “Les han dado EPI que en muchas ocasiones no se pueden utilizar, porque no se pueden llevar máscaras cuando miran al microscopio y además, son equipos que no se pueden llevar todo el día, sino para llevar coyunturalmente”, resaltaba Díaz.
“Correctivamente no se ha hecho nada en las instalaciones”, lamentaba el delegado de prevención, que también apuntaba a la falta de respuesta por parte del Servicio de Salud castellanomanchego. “No han tomado muestras de todos los productos químicos que se utilizan en los laboratorios”, aseveraba, solo de “una parte”.
Además, el sindicalista ha recordado que no se les está dando la baja a las personas enfermas y esto forma parte del problema, ya que las personas que están yendo con las lesiones no se les reconoce el accidente laboral, ya que no se ha detectado un agente contaminante entre los medidos. “La mutua no les ha dado de baja, es más, ni les atiende. Se derivan al médico de cabecera. Los que están de baja están de incapacidad temporal están por baja común no por accidente laboral”, relató. Se acumulan 107 partes de lesiones.
El personal presenta eczemas, irritaciones en la piel, en los ojos y en la garganta, señalaba el delegado. En muchas de las pancartas se leía que sufren eritemas, lesiones cutáneas muy superficiales que hacen que la piel se vuelva roja e incluso se abran pequeñas heridas. “Están con mucho miedo, porque ya hemos vivido una pandemia donde se ha pasado muy mal, y tampoco teníamos equipos de protección individual. La gente tiene este miedo de no saber qué efecto va a tener en un futuro para su salud”, recalcaba.
Desde el Hospital insisten en que no se detectan “alteraciones”
El mismo día en que se celebraba la concentración del personal, la Gerencia del Hospital Universitario enviaba un extenso comunicado en el que aseguraban que se mantienen todas las medidas preventivas para la seguridad y salud del personal. “Diariamente, se controlan las condiciones ambientales para garantizar la seguridad y salud de los trabajadores habiéndose detectado valores que se ajustan a la norma”
Además, aseguran que desde el servicio de Prevención de Riesgos Laborales se van a continuar realizando mediciones, incluso de productos que no se utilizan en los laboratorios, dado que todas las acciones llevadas a cabo a lo largo de estos dos meses en esta zona no han detectado ninguna anomalía en su funcionamiento.
Cronología de las medidas
El hospital también ha resaltado que desde que el pasado 26 de noviembre los jefes de servicio de Anatomía Patológica y de Genética pusieron en conocimiento del servicio de Prevención de Riesgos Laborales y de la Dirección del Hospital el fuerte olor a formaldehído en esta área del Hospital Universitario, “no se han dejado de realizar actuaciones técnicas de revisión de las instalaciones y del equipamiento y mediciones”, tanto en estos servicios como en Bioquímica y en el servicio de Transfusiones, “sin que por el momento se haya encontrado la presencia de ningún agente químico por encima de los valores permitidos”.
También resaltan que se dotó a “todos los profesionales” de Anatomía Patológica y Genética de equipos de protección individual y comenzó la toma de muestras para la detección de agentes químicos en orina a 60 trabajadores, que resultó negativa. En ese primer momento se buscaban productos, como formol o xileno, dado que se trabaja con este tipo de compuestos.
Además, el servicio de Electromedicina procedió a certificar el correcto funcionamiento de todos los equipos de Anatomía y Genética, como las cabinas de flujo laminar o mesas de tallado, que confirmaron el correcto funcionamiento en las condiciones adecuadas de seguridad.
Asimismo, la Gerencia del Hospital contrató una empresa externa para realizar mediciones de agentes químicos, como formaldehído, ácido acético, metanol y hasta un total de 54 compuestos en un screening. En los resultados que arrojan estas mediciones se obtienen valores de exposición “por debajo de los Valores Límite Ambientales establecidos por el Ministerio de Trabajo y Economía Social a través del Instituto de Seguridad y Salud en el Trabajo”.
Por su parte, la empresa concesionaria certificó el correcto funcionamiento de las instalaciones técnicas de la sala de tallado de Anatomía Patológica, donde los trabajadores refirieron las primeras molestias, verificando las extracciones e impulsiones de aire.
Igualmente, contrató un laboratorio externo para la realización del estudio de la calidad del aire interior, incluyendo el análisis de contaminantes biológicos, factores químicos y físicos en ambiente y en conductos, con el fin de verificar que el sistema está trabajando en las condiciones necesarias en todas las áreas de los laboratorios.
De este modo, se concluye que “el ambiente interior de los laboratorios inspeccionados presenta una calidad de aire adecuada, dado que los caudales de aire de impulsión y tasas de renovación de aire registran valores muy por encima de los exigidos por la normativa”.